“Cuando la belleza de una manera te rapta, te toca, te cambia la vida, te urge, te da hambre, ahí empieza un poco la poesía hacer de las suyas”. Así describe la poeta venezolana, Sandra Juhasz como la palabra hizo eco en ella. Manifiesta que la poesía es el arte que hace vibrar el cuerpo, el alma y la mente, además de ser una llave que abre puertas hacia otras realidades.
“Uno de las cosas que nos enseña la poesía es a quebrarnos. Vivimos en un constante estado de quiebre.”
Desde que tiene uso de razón tiene contacto con la poesía, su mamá la dormía con el poeta Nicaragüense Rubén Darío. Así con el tránsito de la lectura, fue descubriendo su propia voz.
“La poesía de alguna manera te hace cavar a esos territorios insospechados a esa otra realidad que sin duda alguna es mucho más telúrica, más exuberante. Y allí es donde está el proceso el que empiezas a destapar las capas que te llevan a tu propio sentir”.
Sandra va a publicar su primer poemario bajo la Editorial Oscar Todtmann Editores titulado La corteza no basta la cual en palabras de la poeta es un viaje a la selva, lo que le permitió explorar ese territorio incierto lleno de exuberancias y que de alguna manera le acerca a lo divino y a la búsqueda de lo profano.
“Fuimos cortados de raíz de esa tierra prometida que de alguna manera tenemos que volver a ese paraíso en cautiverio que somos nosotros.”
De la editorial:
“Le ha dado mucho aliento a la poesía y sobre todo a las voces que se están incorporando.”
El respeto y el cariño de la gente que me ha acompañado hasta ahora haciendo referencia a los poetas venezolanos Edda Armas y Armando Rojas Guardia a quienes les dedica este poemario.
A continuación les dejamos dos poemas del poemario La corteza no basta, que será bautizado el próximo 6 de octubre en la Librería El Buscón, de Paseo Las Mercedes, en Caracas con la presentación de los poetas Edda Armas y Alfredo Chacón.
La corteza no basta
Luna de selva llena
el cielo sus tordos recoge
un silencio agita
los bordes de una mujer
llena de madrugadas
revienta en la orilla
de otro mar que se levanta
en el ronquido de los tigres
hospedados en el cuerpo
cuando truena la luna hembra
y la noche no es de nadie.
Declaro la guerra
Sólo pido que alguien dé la señal
suene los tambores
y esta guerra comience
pierna a pierna labio a labio selva a selva
sea el amor quien tire la primera piedra
el fuego desate nos haga la cama
ya es hora de rompernos todo
el mundo se derrumbe
en el jadeo de la noche
como un animal lluvioso
con parpadeo de relámpago
cayendo tigre a tigre
temblándonos.