En la historia del teatro universal son muy pocos los referentes de las mujeres en los datos históricos. Por mucho tiempo se les negó su participación en la escena teatral: actrices, dramaturgas hasta como espectadoras, con lo que los personajes femeninos son contados y suelen tener denominadores comunes, aunque con grandes matices.
Si bien habían mujeres que escribían y actuaban estas representaciones eran invisibilizadas en conventos o palacios. Posteriormente participaban en el teatro pagano y paulatinamente en el teatro de culto.
Por ello, queremos destacar los personajes femeninos más famosos del teatro occidental que fueron y son referentes, para así visibilizar la creación y la interpretación de mujeres en esta disciplina. Estos personajes femeninos han desafiado paradigmas, que luchan por la igualdad y que buscan un lugar justo en el mundo. Si bien, en el momento que habían sido creados no existían los conceptos de cinefeminismos, hoy en día se considera que dan luces de esta lucha y representan fuertemente lo femenino en la dramaturgia universal. Te presentamos 10 personajes femeninos importantes del teatro universal:
1. Desdémona
Desdémona es uno de los personajes femeninos principales del clásico de Shakespeare Otelo. Es una mujer hermosa de raza blanca y una debutante veneciana; es el orgullo y la alegría de su padre. Pero se rehúsa a casarse con el adinerado y apuesto veneciano con el que todos esperan que se case. En cambio se fuga con Otelo, un hombre negro, mayor que ella y un forastero de la sociedad veneciana.
Este personaje no solo desafía las esperanzas de su padre (que se case con el hombre blanco que él elija), sino que también reta a una sociedad que está en contra de los matrimonios interraciales. De esta forma, la relación de Desdémona con Otelo habla, en lo que a la obra se refiere, de las actitudes acerca del sexo, el género y la raza en el siglo XVII. Sufriendo también de maltrato físico y emocional, siendo victima en la historia.
2. Julieta
Julieta Capuleto de William Shakespeare, es la protagonista del clásico Romeo y Julieta. Es una niña tímida e inocente al comienzo de la obra, pero la profundidad de su personaje se muestra cuando conoce a Romeo, por quien desafía a su familia.
Aunque parece tranquila y obediente, muestra fuerza interior, inteligencia, valentía, ingenio e independencia. De hecho, Julieta es quien le pide a Romeo que se case con ella.
Este personaje muestra su fuerza interior y su naturaleza independiente en su decisión de morir en lugar de casarse con un amor impuesto: “Si todo lo demás falla, yo mismo tengo el poder de morir”. Al hacerlo, toma el control de su propio destino en lugar de permitir que otros controlen su vida.
3. Lady Macbeth
Lady Macbeth es una de las principales protagonistas de la obra más sangrienta de William Shakespere, Macbeth. Uno de los propósitos de este personaje es alentar y ayudar Macbeth a llevar a cabo su sangrienta búsqueda para convertirse en rey.
Además de ser astuta y ambiciosa, cumple un rol fundamental en Macbeth y en la mayoría de los hechos trágicos que se desarrollan en este clásico literario. La masculinidad se define en la obra por ambición y poder, dos cualidades que Lady Macbeth posee en abundancia. Al construir el personaje de esta manera, Shakespeare desafía nuestras visiones preconcebidas de la masculinidad y la feminidad.
Es uno de los personajes femeninos más interesantes de la obra Shakespeare, además tiene el mayor número de personajes femeninos malvados. El principal de ellos son las tres brujas que predicen que Macbeth será el rey y pone en marcha la acción de la obra.
4. Ofelia de William Shakespeare
Ofelia a pesar de su papel, en apariencia secundario en la obra Hamlet de Shakespeare, se ha convertido en un personaje que ha trascendido con fuerza en la historia de la literatura y, particularmente, en el ámbito de la pintura durante el siglo XIX.
El personaje representa a una doncella sumisa y obediente que escucha con mucha atención y concediéndole criterio de argumento de autoridad a los dictados de Laertes y Polonio. Es una muchacha inexperta y carente de voluntad y decisión, a diferencia de otros personajes femeninos de Shakespeare.
Ella representa lo trágico, la melancolía, la locura, la relación con la naturaleza y el romanticismo
5. Antígona
Antígona escrita hace casi dos milenios y medio por Sófocles y contada a los griegos en la Acrópolis de Atenas, durante el festival en honor a Dionisio, el dios del teatro. Es una tragedia que plantea el rol de la mujer en la sociedad a través de lo cívico y lo divino.
Además de otros dilemas como la libertad, los derechos del individuo frente a la obediencia de las leyes del Estado. La obra ocupa un lugar muy importante en la dramaturgia universal.
Sófocles enfrenta la moralidad y la divinidad a través del personaje de Antígona, como símbolo y defensora de las leyes divinas, cuyos actos se mueven por el respeto a los dioses y el amor a la familia
6. Medea
Medea es una antigua tragedia griega escrita por Eurípides, basada en el mito de Jasón y Medea producida por primera vez en 431 DC, Medea De Eurípides es considerada una de las grandes obras del canon occidental, Por su parte la audiencia ateniense no reaccionó tan favorablemente.
Es el arquetipo de bruja o hechicera, su condición de mujer autónoma e inusual, contraria al prototipo ideal de la época.
Este personaje habla de amor y traición. Por ser abandonada, medita en la venganza. Medea es muy decidida, es una mujer que sabe lo que quiere y lucha por conseguirlo en un momento en que las mujeres no tienen voz ni voto. Sin embargo, su ira y su sed de venganza revelan su fragilidad.
7. La Celestina
La Celestina escrita por Fernando de Rojas entre los años 1496 y 1499 y publicada en ese mismo año. Esta tragicomedia , que un inicio se llamaba Tragicomedia de Calisto y Melibea.
Es una mujer que siempre ha sido pobre y, para lograr sobrevivir, se ha convertido en una persona interesada, que busca siempre beneficio económico, calcula todos sus movimientos y deja de lado la moral. Es conocida por ser alcahueta y conseguir con hechicería lo que la gente necesita.
Su motivación es el dinero, el éxito y la lujuria. Es sumamente inteligente, pero también es egoísta, falsa, desleal y codiciosa.
8. Bernarda Alba
Bernarda Alba, es el personaje principal de Federico García Lorca, quien terminó de escribir la historia en 1936, año de su muerte, la cual lleva por titulo La casa de Bernarda Alba, basada en la historia de una mujer que enviuda por segunda vez a la edad de 60 años.
El personaje vive en la España de principios del siglo XX con sus cinco hijas, su madre y dos criadas. Bernarda acaba de enviudar por segunda vez y decide entrar en un luto riguroso que también impone a las demás mujeres de la casa.
El nombre de Bernarda significa masculinidad y gran fuerza, concretamente significa “fuerza de oso”, por esto mismo tiene un carácter fuerte y decidido, de hecho, nada más entrar en escena lo hace gritando.
Es controladora de forma excesiva y es opresora, sobre todo con sus hijas, hasta el punto de encerrar a alguna en su habitación y no dejarlas salir de casa. Este carácter autoritario y dictatorial que tiene lo refleja en todas las acciones que lleva a cabo a lo largo de la historia, pensadas para dar una buena imagen y reforzar el aspecto externo de su familia.
9. Nora
Nora Helmer es uno de los personajes de la conocida obra Casa de muñecas de Henrik Ibsen. Es la protagonista de la obra. Es una mujer joven, casada hace ocho años con Torvaldo Helmer, y es madre de tres hijos.
Se presenta como una mujer alegre, enérgica, amable, respetuosa. Sin embargo, Nora a medida que va avanzando la historia va cambiado, presa de la desesperación y el temor, para finalmente desarrollar una transformación que le permite descubrir quién es realmente.
Ella es víctima de las condiciones de vida social impuestas y, por lo tanto, trata de modificarlas. Los conflictos de Nora se relacionan con su voluntad de ayudar a su marido, que choca contra las limitaciones que impone la sociedad al desempeño de la mujer.
10. La marquesa Rosalinda
La marquesa Rosalinda escrita por Ramón María del Valle-Inclán, fue presentada por primera vez en Madrid en 1912. Es una que fusiona la tradición de la Commedia dell’Arte y el teatro de estilo cortesano.
Farsa sentimental y grotesca es el subtítulo que Valle Inclán da a esta obra. Esta historia parte de la premisa de que La Marquesa Rosalinda vive harta de su marido, el Marqués Don Froilán, mucho mayor que ella, y cae rendida a los encantos de Arlequín, quien acaba de llegar con el carro de la farsa, junto a Colombina, Pierrot y Polichinela, a instalarse en los jardines de palacio. Al enterarse de los amoríos, el Marqués encarga a dos bandidos que den un buen susto a Arlequín.
Esta farsa sentimental y grotesca le rinde homenaje, al sueño del modernismo superficial poblado de cisnes, rosas y princesas. Además le abre los ojos del espectador a la limpia contemplación de la realidad española y de la realidad humana.
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