“La maternidad está idealizada y la madre es vista y juzgada a través de ese prisma”, esta frase de la escritora colombiana Pilar Quintana, me parece muy idónea para tratar el tema de la maternidad y cómo se ha abordado en el teatro desde la mitología griega hasta hoy en día.
La maternidad en el teatro ha sido escrita por siglos desde la mirada masculina y a su vez llena de arquetipos y prejuicios. Buena parte de los relatos en teatro, cine, la literatura, telenovelas han presentado a dos tipos de madre: la santa y la perversa. La abnegada y la castradora que se resume en la buena y la mala madre.
Las madres, “no son heroínas por el uso de la fuerza, sino por su capacidad para sufrir” Así lo analizó en 2017 la catedrática de Periodismo y Nuevos Medios, Asunción Bernárdez: “Esa dicotomía –entre madres sacrificadas y ‘arañas viperinas’– resulta altamente negativa, ya que encierra a las mujeres en modelos claustrofóbicos que provocan ansiedad e inseguridad”.
Libros como La Perra de Pilar Quintana, Linea Nigra de Jazmina Barrera o Mamá desobediente de Esther Vivas, Los seres queridos de Berta Dávila narran relatos profundos y honestos sobre el parto y la crianza, relatos con sus matices y contradicciones, con sus momentos de alegría y frustración, de amor y soledad.
“Una madre reciente es una mujer de luto por esa otra mujer que deja atrás, su franqueza descarnada ilumina de pronto esas zonas grises, negadas por el peso del reproche social”, señala la escritora Berta Dávila, autora de Los seres queridos.
La dramaturga Sol Bonelli, y directora de la obra Mamífera, que toca el tema de la maternidad manifiesta que “poder sacar todas esas experiencias tapadas bajo la alfombra, en muchas mujeres el silencio se traduce en culpa y depresión”. “En mi caso, al salir de la función muchas mujeres me abrazaban o se ponen a llorar contándome sus propias experiencias. No se trata de demonizar la maternidad, sino de humanizarla”. A continuación 15 obras que hablan de la maternidad desde perspectivas diferentes:
1. Cada vez que digo mamá
Cada vez que digo mamá es una obra basada en una historia real y ha sido el resultado de un largo proceso de investigación, impulsado por un grupo de actores y actrices.
La trama comienza cuando Sara, impulsada por su mejor amiga, insiste en buscar su origen. La protagonista decide emprender un viaje para entender qué ocurrió tantos años atrás y conocer a su madre, cuya imagen solo ha podido construir por medio de cartas.
Según el director de la obra, Jaime Guzmán Brantes, “quisimos generar nuevos cuestionamientos sobre el rol de la maternidad y experimentar escénicamente, para poder reconstruir un hecho que permita reflexionar sobre el deber ser y el rol histórico de las madres”.
2. Mamífera
Mamífera es un montaje que aborda la maternidad desde los miedos, dudas, soledad, deseos, sueños incumplidos. Las sensaciones que experimenta la madre durante el puerperio.
Mamífera -explica Sol Bonelli, directora y creadora del texto junto Alejandra D’Agostino, actriz única de la misma -“es mostrar esa versión menos rosa y menos edulcorada de la maternidad en sus primeros días”.
“¿Estamos ante los momentos más bonitos de la vida de una mujer o ese es el discurso que hemos oído? Un discurso que, en contra de lo que mucha gente piensa, lo único que puede generar en la mujer es mucha más soledad al sentirse culpable por no estar feliz y por no verlo todo tan bonito”, manifiesta Bonelli.
3. SERNOSER
SERNOSER es un montaje teatral que investiga sobre la maternidad, sobre el deseo o no de ser madre y sobre si la decisión de ser madre define la identidad de las mujeres.
Alessia Cartoni, Lola Tinés, Flor Maldjian y Elena Mohedano son las creadoras de SERNOSER. Las cuatro artistas han realizado entrevistas a más de 20 mujeres con diferentes posturas sobre la maternidad, trabajando también sobre el texto “Tres mujeres”, de Sylvia Plath, que presenta a 3 mujeres (madre, mujer que quiere ser madre, pero no puede, y mujer que no quiere ser madre).
Se establece un diálogo entre tres mujeres con planes completamente distintos que, sin embargo, también dudan y se ven reflejadas en las creencias de las otras. De esta manera, surge una ficción universal en la que cualquiera puede hallarse perdido y adentrarse en este debate crítico de ser/no ser.
4. Lengua Madre
Lengua Madre es una obra de teatro documental creada por Lola Arias a través de un proyecto de investigación.
Su puesta en escena se presenta como una performance estructurada en capítulos que abordan diferentes temáticas como: la educación sexual, el parto, el aborto, el deseo o las nuevas técnicas reproductivas, entre otras.
Se ve en escena historias de madres migrantes, padres trans, madres que recurrieron a la reproducción asistida, madres lesbianas, padres gays, madres adolescentes, mujeres que abortaron, madres que adoptaron, mujeres que no quieren tener hijos, o activistas de la lucha feminista.
Arias, directora de teatro y cine y performer argentina califica como “una enciclopedia sobre la reproducción en el siglo XXI”. Bajo la premisa de que “hoy en día el derecho a decidir cuándo y cómo ser madre es un derecho en disputa” y convencida de que “una verdadera batalla política se libra en nuestras sociedades en el terreno de la procreación”.
5. Madres
Madres, es una obra musical de Go Broadway donde un grupo de amigas y madres ponen en tela de juicio, ¿cuál es la forma correcta de llevar adelante esta tarea?
En este musical, se abordan temas relacionados con la maternidad desde varias aristas posibles. Las protagonistas cuentan “desde que se te escapa un chorrito de pis después del parto, la lactancia, como llevas el trabajo y la maternidad, el puerperio, el sexo de la pareja con hijos. La autora eligió un montón de temas para tocar y se tocan con humor”, manifiesta Flor Otero actriz argentina.
La obra nos propone compartir las historias y experiencias de cuatro amigas, diferentes entre sí, que comparten una intensa tarea en común: la aventura de ser mamá.
6. Liberto
Liberto escrita por Gemma Brió, parte de una madre que relata los quince días de vida de su hijo y cómo pasan, ella y su pareja, desde la explosión de felicidad de la noticia del embarazo, hasta la dolorosa certeza de que lo mejor que le puede pasar a su hijo es que muera.
Vive un zigzag de emociones, que la lleva a replantear sus proyecciones sobre la vida futura, su visión de todo lo que la rodea, la enfermedad, la muerte, las decisiones que debe tomar, las dudas, el dolor, las dificultades y las contradicciones a enfrentarse.
Un relato que mezcla realidad y ficción, que dibuja fugas imaginarias y que toca de pies en el suelo. Una visión muy personal que arrastra como una tromba de agua y deja el poso de unos hechos particulares que tienen valor universal.
7. Maternika
Maternika, escrita y dirigida por Sandra Franzen. La obra habla de los mandatos de ser o no ser madre, de los deseos y las posibilidades que se tienen de desarrollarlos y de las nuevas formas de la maternidad.
Tres mujeres están pescando. Una desea fervorosamente. Otra tiene el mandato. Y la tercera es en todo caso la que desea por otra porque es la que le prestará el vientre a su hija para que ella se convierta en madre.
“La obra surge de esto que está pasando en los últimos años con la mujer. Estamos redescubriendo o descubriendo nuestros roles en la sociedad. Y lo que hace esta obra es romper con los prejuicios que hay sobre los roles. Hoy en día, a pesar de todos los avances, una mujer que decide no tener hijos no es bien mirada. Es juzgada”, reflexiona la actriz española, Susana Cart sobre el montaje.
8. La Maternidad de Elna
La Maternidad de Elna, con dramaturgia de Pablo Ley y bajo la dirección de Josep Galindo. La obra relata la historia de las mujeres refugiadas en los campos del sur de Francia, después de la guerra y que fueron acogidas en la maternidad de Elna para poder dar a luz en buenas condiciones sanitarias.
El espectáculo, , está concebido como un cuento para adultos que relata la historia de las madres de Elna desde la salida de su país hasta la acogida a la maternidad, el parto y los primeros meses de vida de los niños
Incorpora los testimonios recogidos por Assumpta Montellà en su libro y canciones catalanas y francesas de diversos autores y estilos. La puesta en escena la protagonizan una actriz-cantante y un pianista. La actriz afronta la función de narrar la historia, interpretando diferentes personajes, y su monólogo se ve interrumpido por varios impulsos musicales que aportan un amplio abanico de estados de ánimo.
9. La buena madre
La buena madre, cuenta la historia de Mariana Buendía, una mujer que cuenta su experiencia alrededor de la crianza y sobre la violencia ejercida por su hijo cuando es adulto.
¿De dónde viene esa violencia? ¿Quién nos la enseñó? ¿En dónde aprendimos esa violencia que ejercemos hacia el otro y hacia nosotras mismas?”.
En el montaje, la protagonista relata cómo se enfrentó a la maternidad, a cambiarle el pañal al bebé, a preparar la comida y cómo se fue transformando hacia la adolescencia. Se cuestiona de pronto qué fue lo que le enseñó, cómo fue esa transmisión de la enseñanza.
10. Si yo fuera madre
Si yo fuera madre de David montero despliega una “autoficción plural” porque no habla desde el ‘yo’ sino desde el ‘nosotras’. A partir de ella, plantea una indagación artística y vital sobre el amor después del amor, el hecho de ser madre y el lugar que ocupa la crianza en la sociedad.
Es un pasadizo por el que dos actrices con sus bebés escaparán de la disyuntiva a que se las quiere abocar: invisibilidad o desapego. Y la oportunidad para que un dramaturgo que quiso ser padre y no lo ha sido nombre su herida y la conjure.
El montaje trata sobre cómo gestar, parir y criar (o no); sobre el rompecabezas que es todo corazón. Sobre el rompecorazones que es la vida contemporánea; sobre la alegría, la revuelta y las incoherencias.
11. He nacido para verte sonreír
He nacido para verte sonreír, una madre y su hijo con una discapacidad mental se encuentran solos en una cocina rodeada por un nido. Ella sufre una enfermedad terminal y lo prepara para su futuro de internación, la opción que queda para cuando ella no esté. En ese desgarrador duelo de separación transcurre en la pieza teatral.
La obra escrita por el argentino Santiago Loza es considerado un monólogo porque el hijo no tiene parlamentos. El texto está completamente en boca de la madre.
El argumento transcurre durante la hora en la que madre e hijo esperan a que llegue el padre ausente, para ejecutar la decisión que a ella le parte el corazón.
Clásicos sobre la maternidad
12. Las Euménides, de Esquilo
Las Euménides, Orestes intenta huir de la furia de las Erinias que buscan castigarlo por haber matado a su madre, Clitemnestra. Orestes mata a su madre para vengar la muerte de su padre, Agamenón, a quien este había asesinado.
La cuestión clave de esta obra queda expresada en los versos en los que Orestes, intentando justificarse ante el tribunal que lo juzga, el lazo que une a marido y mujer es un lazo institucional, no de consanguinidad. Lo que sí sorprende es que Orestes, proclame la no consanguinidad del vínculo entre madre e hijo: “¿Y soy yo de la misma sangre que mi madre?”.
Apolo justifica el matricidio cometido por Orestes arguyendo que este mató justamente, dado que defendía el honor del padre. El honor del padre, según Apolo, está por encima del de la madre, porque el padre es un varón y el vínculo familiar es del padre con el hijo:
“No es la que llaman “madre” la que engendra al hijo,
sino que es sólo la nodriza del embrión recién sembrado.
Engendra el que fecunda, mientras que ella sólo conserva
[el brote” (Esquilo, Euménides 657-660).
13. Medea
Medea, clásico de la mitología griega escrita por Eurípides, basada en el mito de Jason y Medea producida por primera vez en 431 DC. Es considerada una de las grandes obras del canon occidental.
Es el arquetipo de bruja o hechicera, su condición de mujer autónoma e inusual, contraria al prototipo ideal de la época. Por ser abandonada, medita en la venganza. Medea es muy decidida, es una mujer que sabe lo que quiere y lucha por conseguirlo. Sin embargo, su ira y su sed de venganza revelan su fragilidad.
La obra rompe paradigmas arraigados como su pasado, su tradición . Además del carácter femenino habitual de la sociedad, porque ella toma la postura del hombre. Al sentirse traicionada y engañada ella rompe con el valor de la sociedad occidental sobre la mujer, la maternidad. Por venganza, por una traición que no puede soportar y que ha destrozado su vida, ella mata a sus propios hijos, que es el gran mito de la maternidad.
14. Macbeth
Macbeth, de William Shakespeare, la historia de un usurpador del trono y las consecuencias de su crimen, cuenta con diversas manifestaciones de una maternidad destructora que sirven de leit motiv a lo largo de la obra.
Lady Macbeth, sin embargo, no cuenta con la maternidad tradicionalmente glorificada, la suya es una maternidad oscura y destructiva.
El personaje de Lady Macbeth presenta a una mujer que contradice su naturaleza, constituida por la educación (y por lo que corresponde hacer de cara a la humanidad): madre desnaturalizada que mata a sus hijos, y posee una ambición de poder y se niega al cuidado de la vida.
15. La Casa de Bernarda Alba
La Casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, quien terminó de escribir la historia en 1936, año de su muerte, basada en la historia de una mujer que enviuda por segunda vez a la edad de 60 años.
El personaje vive en la España de principios del siglo XX con sus cinco hijas, su madre y dos criadas. Bernarda acaba de enviudar por segunda vez y decide entrar en un luto riguroso que también impone a las demás mujeres de la casa.
Es controladora de forma excesiva y es opresora, sobre todo con sus hijas, hasta el punto de encerrar a alguna en su habitación y no dejarlas salir de casa. Este carácter autoritario y dictatorial que tiene lo refleja en todas las acciones que lleva a cabo a lo largo de la historia, pensadas para dar una buena imagen y reforzar el aspecto externo de su familia.
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