Autor de libros como Ficciones, El hacedor o Historia Universal de la Infamia, el escritor, poeta y ensayista Jorge Luis Borges, uno de los pilares de la literatura mundial y digno representante de las letras de su país, nació en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, el 24 de agosto de 1899.
Pluma de fama universal, Borges es considerado como el maestro de la ficción contemporánea, en cuya obra se centra en temas recurrentes como el tiempo (circular, ilusorio o inconcebible), los espejos, los libros imaginarios, los laberintos o la búsqueda del nombre de los nombres.
De acuerdo con sus biógrafos, desde pequeño mostró singular talento lingüístico, pues cuentan que a los cuatro años ya sabía leer y escribir, y antes de los 10 años ya había escrito su primer relato y traducido al castellano El príncipe feliz, de Oscar Wilde.
La familia Borges se mudó en 1914 a Europa para radicar en Ginebra, Suiza, aunque Jorge Luis después se establecería en España, donde participó en el movimiento literario ultraísta, que después dirigiría en Argentina.
Además, comenzó a colaborar en distintas revistas literarias con poemas y críticas, antes de su regreso a Buenos Aires, donde se dedicó de lleno a la escritura, la traducción y la docencia universitaria. Iniciador del movimiento vanguardista ultraísmo, fundó junto con otros escritores la revista “Prisma” y años después, en 1922, la segunda época de “Proa”, con Macedonio Fernández y sus otros amigos, por esta misma época también editó su primer libro, “Fervor de Buenos Aires”.
De acuerdo con el portal “biografiasyvidas.com”, su consagración como escritor reconocido internacionalmente vino después de la publicación de sus célebres relatos recopilados en Ficciones (1944), obra con que se inicia su madurez literaria.
Borges se distinguió por utilizar un singular estilo literario, basado en la interpretación de conceptos como los de tiempo, espacio, destino o realidad, muchos de éstos abordados en formato de cuento fantástico, destaca por ejemplo la Biblioteca Cervantes.
En medio de una ajetreada época política y social en Argentina, Borges fue nombrado presidente de la Sociedad Argentina de Escritores en 1950, poco después de publicar su libro más conocido El Aleph (1949), hecho que desató una serie de reconocimientos añadidos a su prestigio nacional.
Entre ellos recibió el Premio Nacional de Literatura, fue condecorado con la Medalla de las Artes y las Letras de Francia, reconocido como el director de la Biblioteca Nacional de Argentina y destacado miembro de la Academia Argentina de las Letras.
Aunque algunas publicaciones apuntan a que el Premio Nobel de Literatura le fue vedado por sus implicaciones y comentarios políticos, lo cierto es que no se puede pensar en la literatura en castellano sin la mítica maestría de Borges.
Entre volúmenes y volúmenes de cuentos, ficciones, ensayos y críticas y conferencias se devela el talento de un hombre fantástico que hurgó por las redes metafísicas de la vida en busca de un sentido propio. Jorge Luis Borges murió el 14 de junio de 1986, en Ginebra, Suiza, sus restos residen, a petición propia, en el cementerio de Plain Palais.
“Hay derrotas que tienen más dignidad que la victoria” y “Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mi me enorgullecen las que he leído”, son algunas de sus frases célebres que hablan del espíritu de Borges.
Fuente: 20 Minutos México