Con expresiones como “fantabuloso”, “¿No ves que nos estamos jamoneando?”, “¿Me das el empate?”, que se van mezclando con los mejores éxitos de Karina, Ilan Chester, Las Chicas del Can, Wilfrido Vargas y Amanda Miguel ¿a quién no se le va a escapar una lágrima de nostalgia mientras se transporta en el tiempo?
Precisamente es en el Centro Cultural Chacao donde se puede dar cita el público venezolano para admirar desde el recuerdo a una Venezuela que todo lo pudo y a la que nadie le decía que no, a través de la propuesta de teatro musical de la actriz Elaiza Gil, que se estrena como directora en A todo volumen.
Gil sabe lo que la música es capaz de hacer, pues la pasión por los musicales que la embarga desde niña la ha llevado a transportarse imaginariamente a un mundo cargado de sonrisas y lágrimas. Movida por este sentimiento y después de haber participado en el montaje de Anita la huerfanita, la artista se embarcó en un proceso de escritura sin parar, mientras que buscaba patrocinantes y empezaba a construir los personajes. Muchas puertas le fueron cerradas. Lo cierto es que muy poca gente se atrevía a creer en su trabajo como directora, pero esto no la detuvo y siguió con su meta de materializar el sueño de llevar un musical a las tablas criollas.
De esta manera nació cuatro años después A todo volumen, en la que los actores Sujeid Mijares, Thalía Samarjian, Henrys Silva, Leonardo Giménez, Marilyn Chirinos, Julián Izquierdo Ayala, Taba Luis Ramírez y Stefany Frade se reúnen en la extinta pero característica tienda Don Disco, en Chacaíto, para recordar la edad dorada de su juventud y la de muchos venezolanos, los ya lejanos años ochenta.
Es así como a través de un viaje temporal que los nueve personajes que representan los estereotipos de la época (la rebelde, la enamoradiza, el alcohólico, el rockero, el nerd, entre otros) narran una historia que, si bien está llena de lugares comunes, tiene como meta recordarle al público que aún en medio de las vicisitudes del país, hay una luz de esperanza.
En este sentido, amores, secretos y verdades que van saliendo a la superficie a lo largo de la pieza se convierten en la excusa perfecta para entonar más de 60 canciones mezcladas en popurrís que invitan a los asistentes a bailar, reír e incluso llorar al ritmo de las notas más pegajosas que fueron capaces de mover hasta la fibra más dura de toda una generación que, después de todo, parece seguir latente en el corazón del público.
A todo volumen estará hasta el 4 de septiembre en el Centro Cultural Chacao, con funciones los jueves y viernes a las 7:00 pm, los sábados a las 5:00 pm y los domingos en doble función a las 11:00 am y a las 5:00 pm.
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