Bailarines venezolanos hablaron de cómo se han adaptado al contexto actual que se vive en el mundo, debido a la pandemia del COVID‑19 para seguir ejerciendo su profesión.
Experiencias de los bailarines
El –Teatro conversó con las bailarinas venezolanas Karla Medina, Carolina Wolf y el bailarín Nelson Pietro.
Karla Medina
Karla Medina, bailarina de ballet y de danza contemporánea nos cuenta que el primer mes del decreto de la pandemia no realizó nada en concreto. Manifiesta que fue de mucho analizar y tratar de entender lo que nos estaba pasando, además de mucha ansiedad.
Posteriormente La Compañía donde baila comenzó a programar algunas clases vía zoom con maestros y bailarines en el extranjero. A partir de allí comenzó a tomar una o dos clases a la semana.
“Fue difícil la transformación de la rutina de entrenamiento ahora hacia una computadora y una red de internet intermitente”
Enfatiza que a medida que se fue dando cuenta que esta situación no sería por corto tiempo se preocupó de verdad. Por ello comenzó a trabajar en un proyecto que venía trabajando desde el 2014, pensando que era el momento ideal para ejecutarlo.
Me propuse montar una coreografía vía online con bailarines venezolanos que se encontraban en Venezuela y en el extranjero, una “videodanza”. Grabó sesiones de coreografías en casa y se las pasaba por WhatsApp y por su canal de Youtube para que ellos la aprendieran. Dando como resultado un vídeo de danza con contenidos grabados desde celulares.
“Sin ensayos previos , cada bailarín grabó con su vídeo y yo realicé la edición. Finalmente salió un trabajo plástico sobre nosotros en aislamiento llamado “Los Otros”, manifestó.
Igualmente el Centro Cultural BOD la llamó para participar en un formato de espectáculo grabados sin público para presentar en sus redes y canal de Youtube. Se emocionó, y se puso más disciplinada sobre el entrenamiento y propuso bailar algunas piezas hechas en años anteriores con sus compañeros de trabajo. Siendo un proceso bastante regulado con paramentos de seguridad, conservando el distanciamiento social.
También dirige un festival venezolano de vídeo de danza y fotografía y afirma que la receptividad ha sido positiva. Recalca que ha aprendido a editar y manejar un poco la cámara y así también poder compartir su trabajo coreográfico a través de la imagen.
Nelsón Prieto
El bailarín manifiesta que se ha adaptado a la situación actual tomando clases, vídeos danza, retos de baile y tertulias a través de las redes, con ello ha conseguido seguir bailando.
Asimismo comenta que a través de la redes sociales Facebook, Instagram y WhatsApp ha tenido la oportunidad de dar clases, conversatorios vía zoom de la danza en general, y publicidad de repostería.
“Ser parte de una plataforma de un Movimiento Artístico de Danza Nacionalista “SomosDanza” Como lo es @masomdavzla es una proyección de la escénica de la danza Nacional de Venezuela”, expresa.
En cuanto a su formación apunta que ha recibido clases vía online con diferentes maestros nacionales e internacionales de diferentes países y localidades.
“En la actualidad estudio es la ciudad de la Habana Cuba en la Academia Internacional Acosta Danza terminando mi Formación profesional”
Espera poder regresar a Venezuela y seguir bailando. Finaliza diciendo que muy pronto tiene competencias vía YouTube de Danza, además de tener la mejor disposición para dar lo mejor de sí.
Carolina Wolf
La bailarina Carolina Wolf asegura que cuando se enteró que no tendría funciones hasta nuevo aviso y que tampoco podría ir al teatro a entrenar ni ensayar quedó paralizada, sin entender bien la situación. Narra que un día después se mentalizó de que tenía que seguir entrenando.
“Comencé a buscar clases en youtube y también de maestros que estaban impartiéndolas por Zoom, Instagram y Facebook en vivo, tanto de ballet como de yoga. También tratando de subir las escaleras de mi edificio con frecuencia para mantener el cardio”, enfatizó.
Igualmente al comenzar la cuarentena dos compañeras la invitaron a sus proyectos de danza en video. “Consistían en grabar en áreas de la casa materiales coreográficos para ellas editarlos. Esto me animó a realizar mis propios trabajos también en vídeo. Es una forma de mantenerme activa y creativa, aunque no cambio el estar danzando en vivo para el público”, comentó.
Hasta el momento ha realizado dos proyectos de videodanza: Fotosíntesis y Danzas para Tanno Tey. Y ya está iniciando su próximo proceso creativo. Presentándolo en las plataformas youtube, Instagram e igtv y Facebook.
En estos momentos está impartiendo clases para niños y adultos vía online. “Ha sido todo un proceso de adaptación a esta nueva forma, pero si se puede. Me hace sentir bien el poder ayudar a los niños que estaban tomando clases de danza y tuvieron que dejar de ir a sus escuelas”, apunta.
“Lo que está ocurriendo es simplemente transformación, y eso siempre es positivo en los bailarines”.
Termina contando que tiene dos proyectos de danza en video. Uno se llamará ¿Qué hora quieres que sea? Con el otro aún está en el proceso creativo. Pero no quiero detenerse, concluye.