El Ballet Nacional de Sodre de Uruguay recorrerá España hasta el 8 de agosto con un espectáculo “arriesgado” que busca unir dos continentes en torno a la Miguel de Cervantes. Se trata de El Quijote del Plata, una especie de “ballet contemporáneo”, como lo ha definidido su director el español Igor Yebra. La coreografías y dramaturgia están a cargo de la coreógrafa granadina Blanca Li.
“Es una aventura, una quijotada, que mezcla el ballet con un toque de contemporaneidad con un trabajo que hemos hecho en una ciudad que, pocos saben, es muy cervantina, como lo es Montevideo, y que hemos querido hacer para unir dos continentes con una historia que honra la lengua castellana”,dice el bilbaíno. En 2018 asumió la dirección del Ballet Nacional de Sodre, tras la salida de Julio Bocca.
El espectáculo que cuenta con 30 bailarines de los 70 que conforman la compañía, se podrá ver en el Festival Castell Peralada, el Festival Almagro, el Festival de Verano Teatro Auditorio San Lorenzo de El Escorial, el Sagunt a Escena y el Festival Internacional de Santander.
El Quijote del Plata está inspirada en la historia del escritor y bibliófilo uruguayo Arturo Xalambri. Tras su muerte, este personaje dejó “la mayor colección de libros de Cervantes en el mundo”.
La obra comienza en el momento en que Xalambri está a punto de morir en su bibilioteca, que alberga miles de ediciones de Don Quijote de la Mancha, con el que se reencuentra y revive las escenas más emblemáticas del libro.
“Xalambri era un quijote, su historia es fantástica. Su padre era zapatero de presidentes y una de sus hijas era monja de clausura en España. Llo vimos como la excusa perfecta para hacer un nuevo ballet de producción propia. Y así utilizar el mejor talento. Al tiempo que en Montevideo se llevaba a cabo el Festival Cervantino”, afirma Yebra.
El director ha estado en contacto permanente con la familia de Xalambri desde el comienzo del proyecto.
Li explica que, como coreógrafa, es un espectáculo que siempre había querido hacer.
“Escogí escenas que me apasionaban coreográficamente de El Quijote y busqué figuras de la música que se inspiraban en la obra de Cervantes. Hasta que salió una partitura que curiosamente funcionaba”, subraya.
En escena se escuchan las partituras de compositores como Georg Philipp Telemann, Charles Koe-chlin, Claude Debussy, Maurice Ravel, Mijaíl Glinka, Camille Saint-Saëns, Em-manuel Chabrier, Nikolái Rimsky-Kórsakov y Alexander Glazunov.
El público podrá ver un set del barroco para después pasar a otros estilos, en un formato “muy colorido y elegante”.
En el espectáculo se incluyen escenas de la obra maestra de Cervantes como la quema de los libros, los molinos de viento, la aventura de la cueva de Montesinos y las bodas de Camacho el rico, que reviven los personajes iconicos de la novela. Con el Qujote, Sancho Panza y Dulcinea como protagonistas.
La iluminación de Sebastián Marrero aporta en la contemporaneidad de la escena, junto con elementos “de sorpresa” como referencias pictóricas de El Greco.
“Es cierto que el ballet clásico necesita una exigencia muy fuerte, o la haces bien o no la hagas. Porque es una gran exigencia tanto por los bailarines por la producción. Y eso es lo que tratamos de hacer aquí”, añadido Li
El montaje que se llevó a cabo en cuatro semanas fue estrenado por el Ballet de Sodre en Montevideo con premuras, en octubre de 2018. Cuenta con la dramaturgia de Santiago Sanguinetti y Blanca Li; y el diseño de escenografía y vestuario de Hugo Millán.