La poeta venezolana Belkys Arredondo Olivo, desde que tiene uso de razón tiene contacto con la poesía, debido a la influencia de sus padres que siempre la amaron, incluso recitaban, eran unos fieles lectores.
“Mis padres me contaminaron. Mis primeros poemas fueron para los cumpleaños. Me sirvieron para dar disculpas. Siempre recuerdo la biblioteca de casa, me gustaba mucho”.
La poesía es algo cotidiano para ella cuenta que siempre fue una insaciable de amor y que le encantaba ver los ojos sorprendidos y las sonrisas de asombro de su familia.
“La poesía es una entrega. Es querer y dar a la existencia lo tridimensional, la completud. Lo palpable y lo impalpable. Cuando no eres entendida, la poesía es una forma de afirmar lo que crees”.
Manifiesta que además la poesía es sostenerte allí con sus pertenencias de vida, las conclusiones de las vivencias. Le pasa que cuando quiere leer un poema que no encuentra, dice que mejor lo escribe.
Belkys ha publicado 6 poemarios, Sagita (1998), Abecedario roto (1999), De un grano de arena saldrá un pájaro (2001), Cóncavo (2005), A ras del vidrio ( 2006) y El llamado de los grillos (2011).
Su más reciente poemario CAYENAS (2016) nos dice que con sus versos declara su propósito testimonial de denuncia. Además de que en el hecho estético atrapa el alma de la ciudad en circunstancias límites.
“Los poemas nacen adheridos a lo que acontece, con el alma de la ciudad, en donde se transforman en construcción de la memoria. La realidad traumática como inductora de la necesidad de dejar la vivencia escrita. Ellos, los poemas, son efectos desencadenantes con los que expreso mi fe, mi compromiso”.
A continuación dos poemas de CAYENAS
al acercarme en son de cobijo a mis poemas
ellos se golpean en la jaula
¿aprenderán la atención
de estos cuerpos que somos?
pequeños aletean perseguidos
por lo que vivieron una vez
he pensado en soltarlos
me detiene el que en la urbe
en libre albedrío mueran
…
Mi corazón está cortado
Tiene un lápiz atado a una cadena.
Los ojos lo avivan y lanzan anclas diminutas
fáciles de romper
Imágenes me enamoran
Imantan
Hincan sus luces y aparece
lo que hay de mi verde y callado.
al acercarme en son de cobijo a mis poemas
ellos se golpean en la jaula
¿aprenderán la atención
de estos cuerpos que somos?
pequeños aletean perseguidos
por lo que vivieron una vez
he pensado en soltarlos
me detiene el que en la urbe
en libre albedrio mueran
….
Mi corazón está cortado
Tiene un lápiz atado a una cadena.
Los ojos lo avivan y lanzan anclas diminutas
fáciles de romper
Imágenes me enamoran
Imantan
Hincan sus luces y aparece
lo que hay de mi verde y callado.