Ya no hay que ir a Nueva York o a Londres para ver Chicago. El musical que se mantiene en cartelera desde 1975, rompiendo todos los récords, y que en su versión fílmica (2002) obtuvo numerosos premios, entre ellos, seis Oscars.
En la serie Broadway in Miami, Chicago, de John Kander, Fred Ebb y Bob Fosse, llega al Arsht Center con un elenco de lujo, encabezado por Jaime Camil, el popular cantante y actor mexicano de la serie de TV Jane the Virgin, conocido también por sus trabajos en el cine, el teatro musical, las telenovelas y por sus discos, entre los que se encuentran cuatro que han obtenido el galardón de platino.
Basada en una obra de Maurine Dallas Watkins, Chicago se desenvuelve en los años de la Ley Seca en Estados Unidos, la década de los 1920, famosa por las pandillas gansteriles y por ser el momento “clásico” de expansión del jazz, los blues y otras manifestaciones de la música de este país. Con una trama que conjuga lo policiaco con lo romántico en una atmósfera turbulenta, pero cuajada de hermosa música y espectaculares danzas, Chicago es sin duda una de las cimas del teatro musical de todos los tiempos.
Junto al galardonado Camil brillan otras estrellas del firmamento musical. Bianca Marroquín, también nacida en México, será la trágica y tremenda Roxie Hart. Con numerosos premios en su haber, Marroquín triunfó con este personaje durante un año en Broadway, antes de asumirlo en esta puesta itinerante.
Terra McLeod será Velma Kelly, personaje que interpretara también en Broadway y en la puesta francesa de Montreal/París. Jennifer Fouché encarnará el carismático personaje de Mama Morton y Paul Vogt será Amos Hart. El elenco se completa con avezados profesionales del canto, la actuación y la danza que en ocasiones interpretan dos personajes.
Dirigida por David Hyslop, con escenografía de John Lee Beatty, trajes de William Ivey Long, luces de Ken Willington (ganador de un Tony), y sobre todo, coreografía de David Bushman,Chicago entra en Miami por todo lo alto para cerrar la temporada con broche de oro.
Fuente: El Nuevo Herald