“Hoy en mi país
—construido a la fuerza
por nuevos himnos y banderas—
sentiré el horror de presenciar
a más de algún conocido
recitando coplas
y versos patrios
Avergonzada desapareceré
Con las pocas páginas que he escrito”.
Con este poema de Christiane Dimitriades damos comienzo a la entrevista a la poeta venezolana, nacida en El Cairo y residente en Venezuela desde los tres años de edad. Ha publicado poesía y ensayos sobre arte en revistas especializadas en el país.
Encuentro con la escritura
Relata que comenzó a escribir a partir de los catorce o quince años de manera espontánea. Cree que inconscientemente intentaba comunicarse con su padre. “Nos separamos cuando yo tenía tres años, a raíz de la guerra que se desarrolló en el medio oriente. A esa edad llegué a Venezuela y su borrosa figura en se fue convirtiendo en la destinataria de mis palabras”, manifiesta.
Publicó por primera vez en la Revista Imagen, a los diecisiete años. Recuerda que se presentó sin cita convenida en las oficinas de la revista. En ese momento el edificio pertenecía al Inciba, cuya sede se encontraba en Las Mercedes. “Allí estaban reunidos el poeta Baica Dávalos y el escultor Angel Ramos Giuni. Toqué la puerta y, con ingenuidad y timidez, les entregué mis poemas. Perplejos ante el gesto de aquella desconocida jovencita, me entrevistaron con cierta condescendencia y, más tarde, publicarían mis primeros escritos”, recalca.
Fue a partir de aquel momento que cobraría forma la idea de la escritura como compañera inseparable
Temas recurrentes en la poesía
Cuenta que que siempre hay algo de nuestras vivencias, y también de nuestras lecturas, que se expresan al escribir. En su caso, es como si una voz le dictara las palabras y al ponerlas en el papel, descubre cosas que no estaban tan claras en la conciencia. “Creo que este es uno de los aspectos que seduce al escritor”.
Piensa que no cabe la palabra límite para quien, con la regularidad y la constancia debida, hace del proceso de la escritura una parte sustancial de su vida. Además opina con respecto al agotamiento o no de los temas que éstos ya no existen en el sentido estricto, sino que ahora se trataría de otro camino que toma la escritura, replegándose algunas veces sobre sí misma.
muchas de las motivaciones que nos inquietan, involuntariamente se pueden volver recurrentes y reaparecer en los textos.
Dice que quizás a la pandemia le debemos la cantidad de nuevos libros de poesía. “El escritor, que es un ser recluido en sí mismo, a raíz del confinamiento obligatorio, ha estado expuesto a una doble reclusión que le ha permitido un tiempo suplementario y necesario para su escritura”, resalta.
¿Qué es poesía ?
La palabra poesía se remonta a la poesis, en el sentido aristotélico del término, en tanto creación y construcción de imágenes mediante la utilización del lenguaje. Infinitas definiciones se han dado de ella en el transcurso de la historia de la literatura y de los diferentes movimientos literarios. A veces, cada autor nos ofrece su propia definición. Prefiero evitar pensar en una única conceptualización.
Me quedaría, más bien, con lo que tan bien expresa Cesare Pavese a propósito de la poesía en El oficio de vivir: No nos asombramos por la elegancia de la composición, por la justeza del ingenio, por la habilidad técnica del poeta… nos maravillamos por la nueva realidad que ha sido iluminada.
creo que la poesía aspiraría a tener esa capacidad de iluminar la nueva realidad que nos presenta.
La poesía venezolana y Latinoamericana
Considera que En Latinoamérica y en Venezuela se tiene una maravillosa poesía. En el contexto latinoamericano, ha sido Jorge Luis Borges, fue quien dejó profundas huellas durante su juventud. ” Tal vez porque mi formación provenía de la filosofía y los poemas borgianos indagan con frecuencia en su interior”, enfatiza.
En Venezuela asegura que bastaría nombrar a las grandes figuras de la poesía contemporánea: Rafael Cadenas, Hanni Ossott, Guillermo Sucre, Yolanda Pantin o Armando Rojas Guardia, entre tantos otros que también han obtenido reconocimiento más allá de nuestras fronteras. Ha leído y apreciado a los poetas pertenecientes a las nuevas generaciones del país que exploran en las formas del lenguaje con voluntad renovadora.
es considerable el gran número de buena poesía publicada en estos últimos años, en parte por el surgimiento de editoriales independientes.
La docencia y las publicaciones
Reflexiona diciendo que su experiencia como docente ha girado en torno a la estética, que es una de las ramas de la filosofía. “Afortunadamente la estética es una disciplina que necesariamente hace referencia a temas del arte y la literatura. No he dictado ningún taller de poesía, aunque sin duda, los talleres han contribuido positivamente en fomentar el interés de la juventud, y de algunos neófitos, hacia el género y su lectura. Además, excelentes voces se han formado allí”, puntualiza.
La poeta Christiane Dimitriades ha publicado Del eterno retorno, Encuentros del poeta con el psicoanalista, y una suerte de novela Sabath. Todo ello mientras impartía clases de Estética en la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela, las cuales consumían buena parte de su tiempo libre para escribir acerca de otros intereses que no fueran los propiamente académicos. Hace poco ha podido organizar sus textos y presentarlos a los editores .De esta manera surgió la posibilidad de publicar dos nuevos libros: Voz de fondo y El cuarto jugador.
De sus primeros poemarios Del eterno retorno (La draga y el dragón, Caracas 1987) y Encuentros del poeta con el psicoanalista (Fundarte, Caracas, 1991). Recientemente se publican los poemarios Voz de fondo, (Oscar Todtmann Editores, Caracas, 2019), el cual reúne tres libros escritos entre 2003 y 2019, y El cuarto jugador (Dcir ediciones, en Caracas, 2020). Casi todos se encuentran en las librerías de Caracas. Varios poemas se han incluido en la nueva antología Hacedoras. Otros han sido publicados en El papel literario, y otras revistas literarias, solamente los más recientes permiten el acceso digital.
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[…] Christiane Dimitriades: «La poesía aspiraría a tener esa capacidad de iluminar la nueva realidad … […]
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