Entre botellas de plástico, latas de refresco, restos de cotufas y un leve olor a cloro que emerge de un trapeador, el espectador se va adentrando desde que toma asiento en la sala. Es la decadencia que la dramaturga estadounidense Annie Baker quiso transmitir con su obra ganadora del premio Pulitzer en 2014 como Mejor Drama, El cine. Ahora, en 2016, la veterana Diana Volpe dirige con valentía esta pieza para demostrar que en Venezuela aún se hace “buen teatro”.
Una verdadera lección de vida. Así se puede describir el montaje en el que los personajes de Sam, Avery y Rose, tres trabajadores de un cine en decadencia, conversan durante dos horas sobre diferentes anécdotas de las vidas de cada uno. Sin embargo, lo que parece que fueran líneas de un diálogo adolescente que se mezcla con las continuas limpiezas del lugar, se va convirtiendo minuto a minuto en en una experiencia de maduración por la que cada uno de ellos pasa a través de pequeñas tragedias -y grandes también- y que los lleva a darse cuenta de cuál es la falla que cometen como personas.
Reír para no llorar
Las risas están aseguradas en esta obra. La tensión también. Y es que su directora ha sabido respetar inteligentemente la esencia del texto original para darle vida a las líneas que, aunque cambien de idioma, conservan el humor negro como la emoción más importante y las ganas de reflexionar que Baker le ha transmitido a más de uno desde su primera presentación Off-Broadway, en 2013.
Así, entre astutas preguntas que los actores en la piel de sus interpretados se formulan como “¿Cuál fue la película que protagonizó Michael J. Fox con Britney Spears?” o referencias al cine de autor como la cinta Blue Velvet o incluso los acordes de “Love Theme from Chinatown” de Jerry Goldsmith y “Un hombre y una mujer” de Fausto Papetti, el público no solamente viaja por la mente de los chicos que limpian el espacio, sino que también se monta en una especie de máquina del tiempo para recordar lo que, según la hiperactiva de Rose, el soñador de Avery y el preparadísimo Sam, es el buen cine que no volverá.
El montaje
Este no es un montaje para todos los públicos. Sus constantes referencias a la cultura cinematográfica invitan a tener un bagaje cultural lo suficientemente amplio para entender de lo que se está hablando. Pero a Volpe nada la detiene.
“Estamos muy contentos de traerle una vez más al público que ya nos conoce piezas teatrales diferentes a las demás que se presentan en el país. Con esto no quiero decir que aquellas no sean buenas. Simplemente es una oferta que no tiene muchos años y que aborda otras temáticas para reflexionar temas como lo que somos como seres humanos y como sociedad”, afirmó en una entrevista para El-Teatro.
Ahora la pregunta a formularse al culminar el espectáculo es: ¿Estancarse en el pasado o aceptar el desarrollo?
El cine (The Flick) forma parte de la segunda edición del Festival de Teatro Contemporáneo Estadounidense y se presenta en
La Caja de Fósforos de la Concha Acústica de Bello Monte los días viernes a las 8:00 pm y los sábados y domingos a las 7:00 pm. La entrada tiene un costo de 450 bolívares.
Fotos: Photo Manifiesto
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