Hilillos de agua se deslizan por sus cuerpos. Así cita el poema “Hojas de Hierba” de Walt Whitman, que se convierte en canción en el musical Ciutat de Gespa. Esta frase poética describe a la perfección el escenario que engloba esta pieza.
Un tela de tul cae desde el techo separando dos universos: el de Whitman y el de Lorca, el cantado en catalán y el cantado en castellano; una separación tan frágil como velo de novia que es a la vez pared, agua y capullo.
Joan Vázquez encarna a ambos poetas, Federico García Lorca y Walt Whitman, a través de sus versos y en una voz excepcional acompañada por música en vivo. Una obra sobre el encuentro y desencuentro del arte; nos hablan de Buñuel y su perro andaluz y de Salvador como un nombre común aislado del Dalí.
Qué curioso encontrarse con nombres que se nos han hecho tan lejanos y endiosados dentro de historias que podríamos estar encarnando cualquiera de nosotros. De aventuras en Nueva York que se convierten en pequeños dramas, de cómo una máscara que te muestre distinto al mundo puede ser hasta la camisa que llevas puesta.
En este recorrido musical, Joan Vázquez en sus dos personajes es enfrentado por preguntas de voces en off, de niños y mujeres que buscan respuestas en forma de poema. Hilillos de agua se deslizan por sus cuerpos. Las manos tocan agua invisible y sentado en primera fila puedes creer que te mojas. El poeta te mira a los ojos, incluso estando completamente desnudo.
Ciutat de Gespa se presenta en el Teatre Gaudí hasta el 31 de marzo. Un pequeño viaje al Nueva York del jazz, al Nueva York que forjó poetas y escritores y dejó cultura que trascendió al mundo.