Las situaciones que Claudia Salazar ha tenido que atravesar para producir teatro musical en Venezuela, hacen de su trabajo auténticos actos de rebeldía. Con la compañía CLAS Producciones, esta productora venezolana ha llevado a cabo proyectos como La Novicia Rebelde, Godspell y Los Miserables, en un país que arrastra años de crisis política y económica.
Invitada al último episodio del podcast de El Teatro, Los ingleses dicen Calm, Claudia Salazar conversó con la gestora cultural Patrizia Aymerich y el director Daniel Dannery. La entrevista giró en torno a su trabajo como productora, su experiencia como formadora y su apuesta por el futuro de la cultura venezolana.
“Producción y artistas necesitan generar conexión”
“Hacer teatro y espectáculos es una locura y aquí lo es más”, admite de entrada Claudia Salazar, al hablar de su trabajo como productora en Venezuela. La serie de experiencias que ha tenido que superar, sin embargo, terminan por enseñarle cómo enfrentarse a las adversidades. Según relata, la producción de Los Miserables destaca en ese sentido.
“Nuestro director y el supervisor musical a nivel mundial de los miserables, asistieron a su primer ensayo el 29 de Abril del 2019”, narra. Producir esta obra en Caracas, pese a que parecía una locura ante la situación del país, se estaba tornando una realidad. Después de celebrar “un día maravilloso de ensayo”, una nueva ola de crisis e inestabilidad política obligó a los supervisores a salir del país y suspender los meses de ensayos previstos.
La productora cuenta cómo lidiaba con los meses de incertidumbre y cómo se resistía a suspender. Al trabajo corporal del elenco, se sumó todo el equipo de producción. “Las sesiones de ejercicios corporales pasaron a ser sesiones de terapia”.
Mantiene que esa fue la forma de “mantenernos conectados y motivados entre nosotros”, porque todo parecía perdido. Entiende que hay una necesidad de que “nos acompañemos de esa manera”, porque en su trabajo “la materia prima es el ser humano” y en su situación tiene que acompañar “con la serenidad que sólo puede brindar un tercero”.
La producción de Los Miserables
El esfuerzo por mantener el proyecto rindió frutos, Los Miserables se estrenó en el Teatro Teresa Carreño de Caracas en Noviembre de ese mismo año. La pieza fue espejo para un país aún doliente por las víctimas de la represión y el desconcierto de la dictadura. “Nuestra situación no era una excusa para hacer menos”. De hecho, ocurrió lo contrario, “nos dió más herramientas para darle fortaleza al mensaje”, comenta.
¿Por qué insistir en el teatro?
“Todos los que hacemos teatros, lo hacemos porque hay algo más”, expone Claudia Salazar. Comprende su trabajo como liderazgo activo, “la energía tras el proyecto se ve, es por eso que lo hacemos, no es sólo por el dinero o como forma de ganarse la vida”. Producción y artistas necesitan generar conexión.
Claudia Salazar explica que la producción teatral “no es sólo tener la escenografía en su lugar”, también se precisa ofrecer respaldo y familiaridad a todo el equipo. “Creo en la calma del líder del proyecto, que la gente pueda confiar en ti y puedan hacer lo que te corresponda”, cubrir “las dificultades me corresponde a mí”.
La producción teatral no es sólo método
“Se aprende mucho al estructurar lo que haces para formar a los demás”. Su experiencia como formadora le permitió redescubrir estos aspectos que superan la metodología en el trabajo de la producción teatral. Enseñar a otros es algo que invita a hacer con generosidad por el “sueño de algún día decir que tenemos turismo cultural de nuevo”. Para Salazar, ” nuestra generación es responsable de regenerar la industria”.
La entrevista a Claudia Salazar, en Los ingleses dicen Calm! ya está disponible en Anchor, YouTube y Spotify. También puedes mirar todo el Episodio 11 aquí: