El fin de semana pasado, el grupo Dance Now! Miami que dirigen Hannah Baumgarten y Diego Salterini, presentó sus últimas funciones de la temporada 2015-2016 en el pequeño Gleason Room ubicado entre los bastidores del teatro Fillmore Miami Beach.
En esta oportunidad, el grupo ofreció un programa integrado por cuatro obras de danza contemporánea y una de ballet (Lacrymosa, estreno para la compañía). Dos de ellas, Slo Touch y X/Y The Engine of Life, fueron estrenos mundiales.
Entre los patrocinadores de estas funciones estuvo Care Resource, una agencia proveedora de servicios de salud a personas viviendo con VIH y, por ese motivo, se incluyó también un simpático número de tap a cargo de Paul Seligmann que explica la profilaxis de preexposición (o PrEP) como estrategia para prevenir la adquisición del virus utilizando un estribillo pegajoso (“one pill a day, keeps HIV away”).
Por su parte, los bailarines de Dance Now! Miami mostraron sensibilidad a flor de piel en Slo Touch; cualidad estelar en Unburden; magnetismo en X/Y; ductilidad en Drawing Circles y aliento académico en Lacrymosa.
La función abrió con Slo Touch de Baumgarten, un avispado ejercicio para seis bailarines (Isvel Bello, Amy Deer, Allyn Ginns, Benicka J. Grant, Luke Stockton y Anthony Velazquez) con música soul de Ray Charles, los sonidos progresivos de Drehz y la voz de contralto profunda de Nina Simone.
A continuación, la belleza distante de Amy Deer aportó algo de intriga a la búsqueda de alivio que se expone en Unburden (2009), creado igualmente por Baumgarten.
Dos obras de Salterini completaron la primera parte del programa.
En X/Y The Engine of Life, la sugerente música original de Federico Bonacossa, la sencillez del diseño de vestuario de Marilyn Skow, el interesante trabajo de piso y la imaginería de Salterini nos hacen olvidar que esta es la historia de dos cromosomas haciendo su trabajo y el resultado es un encuentro alucinante con dos intérpretes espléndidos: el seductor Isvel Bello y la irresistible Jenny Hegarty.
Salterini es un creador que puede darse el lujo de repetir soluciones (la diagonal al final, por ejemplo) porque sus coreografías son obras “de autor” que se construyen en tiempo presente y nunca tienen dos momentos iguales. El trazo puede resultar parecido, pero cada segundo es un mundo aparte en el universo Salterini.
Drawing Circles es una excursión modernista con música de Philip Glass que avanza de manera resuelta apoyándose en la entrega entusiasta de Allyn Ginns, Benicka J. Grant, Luke Stockton y Anthony Velazquez.
La terrible pandemia del VIH/SIDA fue un tema recurrente en el programa como recordatorio de que la enfermedad sigue extendiéndose sin descanso y la noche concluyó con la presentación de Lacrymosa, de Edward Stierle, que falleció de SIDA en 1991 a los 23 años de edad.
Lacrymosa es un documento histórico en el formato de una elegía coreográfica retrospectiva para nueve bailarines, con música de Mozart y unos 30 minutos de duración, en la que se destacaron el viernes Anthony Velázquez, Allyn Ginns y Diego Salterini en su regreso a escena.
Velázquez es un intérprete sensible y un ejecutante virtuoso que pulveriza la impresión impactante de un físico colosal de apariencia inexpugnable con un solo desgarrador implorando vida (lo mejor de Lacrymosa) en desborde histriónico heredero directo de Marlon Brando. Ginns, en zapatillas de punta, está estupenda como efigie angustiosa y Salterini es convincente en el papel de la Muerte.
La melodramática Lacrymosa fue el primer trabajo importante de Stierle para el Joffrey Ballet y mantiene intacta esa fuerza comunicativa tan especial que viene del entusiasmo arrogante propio del debutante que quiere decirlo todo de una vez, aunque se le atropellen las referencias y no disponga todavía de un lenguaje propio.
Este intento audaz de Dance Now! Miami por hacer algo nuevo y diferente se agradece aunque todavía se sienta como un trabajo en proceso. Una vez perfeccionado el estilo,Lacrymosa debe convertirse en una carta de triunfo para el grupo.
Baumgarten y Salterini logran una vez más armar un buen programa para bailarines contemporáneos de formidable voluntad expresiva y el público los premia con una larga ovación de pie al final.