Déjame como Susana Duijm es el nombre de la obra de teatro escrita por karin Valecillos y que se presenta en la sala Espacio Plural del Trasnocho Cultural todos los fines de semana del mes de agosto.
Con la dirección de Nakary Bazán y siendo el primer montaje del grupo D’mentes Creativas. Déjame como Susana Duijm es una sátira con tintes de humor negro donde nueves mujeres están unidas por la muerte del “coronel” y el punto de encuentro es “Caracas Beauty Parlor”, el salón de belleza que todas frecuentan.
En la peluquería, único ambiente durante toda la obra y en donde se revelan hechos en torno a la muerte del “coronel”. Confesiones que modifican a cada una a lo largo de la pieza. Ambientada en la Caracas de los años 50.
Contexto histórico
Justo año donde las primeras páginas de los diarios venezolanos abrieron con el triunfo de Susana Dujim como Miss Mundo. Y para aquél entonces presidente de la República, Marcos Pérez Jiménez, que le envió un telegrama de felicitación.
Lo que fue un gran acontecimiento en Venezuela donde miles de mujeres de todos los estratos sociales se veían identificadas con la historia de una auténtica “Cenicienta Venezolana” que vivía un cuento de hadas. Era la primera vez que una venezolana conquistaba un título mundial de belleza.
Sin embargo, la fiesta y la algarabía por la conquista del concurso de belleza era solo una fachada y distracción a lo que realmente estaba pasando en las calles. Una fuerte, brutal represión y persecución contra los que se oponían a la dictadura de Pérez Jiménez.
Esa dualidad social se presenta en Déjame como Susana Duijm que juega a la apariencia y en donde pareciera más importante cómo nos vean los demás, más no lo que sucede realmente. No importa si es verdad o es mentira. Mientras está la otra parte de la sociedad que es invisibilizada y reprimida por la dictadura. Y en medio está la vanidad: “No son todo lo que ves, ni verás todo lo que son”.
Destacados
Un montaje que propone preguntas en torno a la estructuración de la vida cotidiana de la década de los 50 en Venezuela y que aún podemos notar en el presente. Para luego procurar bases a otros temas que debieran quedar a cargo del espectador.
Las actuaciones de esta obra son un gran acierto. Todas ellas están a un buen nivel como mínimo. Marielena González, su personaje se corporaliza muy bien, su trabajo es sólido y bien sostenido, realza a su personaje dotándolo de profundidad y caracterizándola. Verónica León desarrolla un personaje pintoresco, la alegría de la obra.
Verónica Arellano dice sus textos con matices, valorando las palabras y dotándolas de significación. Nerea Fernández dota a su personaje de múltiples claros/oscuros, desarrollando un trabajo concreto en torno al uso del lenguaje y del cuerpo.
Margarita Morales, Sandra Moncada y Anabella Giménez también hacen un trabajo bien compuesto y sostienen emotivamente la puesta en escena. Todas las actuaciones incluyendo a Oriana Santos y Muriel Tremont están en un muy buen nivel.
Una puesta sencilla y acertada en cuanto el uso del espacio, la utilización de los elementos y parte de la escenografía. Con funciones jueves, viernes, sábado y domingo a las 7:00pm del 28 al 31 de marzo.
Las entradas online aquí y en las taquillas del Trasnocho Cultural, a un precio de 10$ o su equivalente en moneda nacional.
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