“Le exigimos a la vida cosas que no tiene por qué darnos y, a nosotros mismos, una felicidad a la que no tenemos por qué estar abocados”, esta frase de la autora Mariela Michelena nos resume el mensaje de El amante, dirigida por Jesús Colina y una de las obras que participa en el 7mo Festival de Jóvenes Directores que organiza el Trasnocho Cultural en Caracas.
Esta pieza del dramaturgo Harold Pinter te sumerge en una relación que huye de la monotonía a través del juego del deseo. Y donde se recrea la rutina de un matrimonio que puede ser abrumadora y que solo a través de la fantasía sigue en pie.
Esta adaptación de Colina incorpora el lenguaje de señas y parte de un matrimonio sordo-oyente que lleva 10 años juntos. El oyente se siente envuelto en un inmenso silencio comunicativo, casi intuitivo, porque se ve forzado a tratar de entender algo que no había considerado necesario hasta ese momento. El gran desafío de esta puesta es que sea entendida tanto por el público oyente como el que tenga discapacidad auditiva.
Cabe destacar que la obra se entiende en su mayoría, sin embargo hay señas que no se aprecian y se dificulta el entendimiento, sobre todo para el público oyente, lo que entorpece algunos de los diálogos. No obstante se reconoce el esfuerzo y el gran trabajo de los actores Margarita Morales y Theylor Plaza en el desenvolvimiento gestual y el uso de las señas en la puesta.
Es una experiencia nueva para el público en Venezuela presenciar una obra donde se incluye el lenguaje de señas.
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 23 de septiembre de 2018 como el primer Día Internacional de las Lenguas de Señas, para aumentar la conciencia pública sobre las lenguas de señas y su importancia vital para los derechos fundamentales.
En palabras del director Jesús Colina:
“La obra inicia como un proyecto de tesis donde surgió la premisa ¿Qué tiene que hacer el actor para llegar el púbico sordo sin depender de interpretes, ni de subtítulos? ¿Cómo se tiene que transformar el actor para poder llegar a las personas sordas? Realizamos la investigación de cómo es el trabajo con la lengua de señas, qué pasa con la cultura sorda. Descubrimos que tienen su propia cultura, no basta con meter señas a la obra. Por ello trabajamos con parejas sordas-oyentes e incluimos en nuestra adaptación que el personaje de Sarah fuera sorda, sumándole a la historia original la incomunicación.
“El público oyente no va a entender el 100%, pero siempre va a poder hilar con ciertos códigos la historia”.
“Hay muy pocas propuestas para que las personas con discapacidades sensoriales tengan el interés de acudir al teatro, pero esto no es un obstáculo. Más bien es una oportunidad, un campo muy amplio para trabajar. Por eso mi llamado es a que se haga más teatro accesible para las personas con discapacidades, tanto espectadores como equipo teatral”, concluyó Colina.
“El amante”
Richard trabaja y Sarah es ama de casa. Sin embargo, este matrimonio no es monótono, al contrario se le suma la aventura de involucrar a alguien más. Sarah recibe a un amante tres tardes a la semana en su propia casa, con el consentimiento de Richard.
Surgen las interrogantes ¿Qué le puede llevar a Richard a aceptar esta relación adúltera? ¿Tal vez es una pareja abierta o, más bien, una pareja aburrida que quiere encender la llama del deseo a través de terceros ? Solo sabemos que él quiere saber a qué hora llega el amante de su mujer a su casa, para el regresar más tarde del trabajo, pues nos los quiere conseguir de sorpresa.
Pero Richard oculta algo, situación que se devela más adelante y es que le confiesa a Sarah que no tiene amante, sino que frecuenta a una prostituta con la que se acuesta mientras espera el cambio de tren. Lo que trae como consecuencia las inseguridades, los celos y los problemas de comunicación trastocando la estabilidad de la relación.
¿Hasta qué punto son necesarias las fantasías para hacer llevadera la realidad? ¿Cuánto tiene que mentir una pareja para mantenerse unida? El amante es un juego inteligente, sobre la capacidad del ser humano de adaptarse para conseguir la felicidad y cuestiona la decadencia y los estereotipos que abundan en las sociedad.
Margarita Morales, Theylor Plaza y Poleo Aloisi son el elenco de este montaje teatral, bajo la producción de Isaia Herrera y Verónica Parra. El equipo técnico está conformado por María Alejandra Jiménez, Edward Parúh, Rosángel Márquez, Iván Maldonado, José Manuel Rueda y de los especialistas en LSV Ángeles Soto y Oswaldo Peña.
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Para más información sobre el resto del festival visitar la página del Trasnocho Cultural.