El Dylan es una de las obras que participa en el 8.º Festival de Jóvenes Directores, pieza del autor chileno Bosco Cayo con la dirección de Yohn Terán y la producción de Jayler Romero. Las funciones serán del 27 de enero hasta el 05 de febrero en el Trasnocho Cultural.
Una historia que vuelve armar momentos claves de la vida El Dylan sin él, siendo a través de otros intérpretes la recreación de quién era él, sus familiares, amigos, vecinos, medios de comunicación e incluso, sus asesinos.
Un joven fue asesinado a unos pasos de su casa. Las razones no estuvieron claras y se presumió que su muerte era un caso de transfobia. Una noticia que ocurrió en una comunidad chilena y que sirvió de fuente de inspiración para el dramaturgo Cayo: “Vi la noticia, creo en un matinal. Aparecía Elvira Parra, la madre de Dylan Vera pidiendo justicia. Ese fue el motor principal para escribir esta obra. Su relato lleno de sombras y dudas se volvía un discurso triste, pero necesario para todos nosotros, algo nos estaba recordando de algo de lo que somos todos culpables. La dramaturgia se volvió un espejismo, era contar la historia de uno para contar la historia de otros (nosotros), era hablar del Dylan, pero hablar de todos”, explica en una entrevista.
“Es una obra de teatro que busca incorporarnos en la culpa. Todos somos un poco culpables de la discriminación”, agrega el dramaturgo.
El Dylan es una obra creada a partir de testimonios, son varias las voces que se hacen presente es esta historia. Es una reconstrucción en conjunto de un asesinato en la comuna de La Ligua, en Chile. Es una dramaturgia muy bien estructurada que pone en manifiesto y evoca una poesía cruda junto a imágenes donde no existe la compasión ni la piedad contra lo diferente, lo desconocido.
La propuesta de Yohn Terán
En la propuesta de Bosco todos interpretan al Dylan; sin embargo, la puesta de Terán aparece El Dylan, a lo largo del montaje, interpreta la conciencia de la historia. La escenografía presentada de una manera sencilla, el director apostó más por el movimiento corporal y las interpretaciones, elementos muy bien logrados artísticamente. La introducción de canciones como “Todos me miran” de Gloria Trevi y “A quién le importa” interpretada por Thalia crearon una atmosfera propia de la historia junto con un vestuario vistoso a cargo de Marisol Martínez.
Actualmente, no solo en Chile, sino en el mundo, las estadísticas sobre crímenes contra homosexuales y transgéneros van en aumento. Historias como las de El Dylan están más vigentes que nunca y las podemos ver en el cine, teatro, internet; sin embargo, lo que resalta de esta obra es como se aborda la estructura dramática, lo que la convierten en una obra interesante en el escenario, con actuaciones destacadas de: Salomón Adames, Verónica Arrellano, Gladys Seco, Jeizer Ruiz, Zair Mora y Marcello Saltrón con la interacción de la música a cargo de Mario Becerra, y el baile con las coreografías de Luis Ledric.