“Se supone que el niño no solo aprendió a hablar para expresar sentimientos y sobre todo necesidades, sino que también aprendió a hablar por hablar, por enamorarse muy temprano del simple sonido de las palabras y de sus posibilidades de juego”, María Elena Walsh.
Esta frase de la escritora argentina es perfecta para citar la obra El niño descalzo, obra llena de magia y de aventura, pieza de teatro de títeres con versión y dirección de Edward Parúh. Se presenta en el Trasnocho Cultural, en la sala Espacio Plural hasta el 18 de diciembre.
La historia se ubica en la Francia de 1794, posterior a la Revolución francesa. Donde conocemos a Pierre y a Louis, dos huérfanos producto del “Reinado del terror”, juntos viven una escalofriante aventura que los lleva a resolver los fantasmales misterios que ensombrecen al rencoroso pueblo que los vio nacer. Pasaran una gran aventura donde la amistad prevalecerá a pesar de los engaños y secretos familiares.
La obra va dirigida a toda la familia, en ella se habla sobre la amistad y el arte como “semillas del cambio”. Se mezclan distintas técnicas del teatro de títeres para recrear esta divertida historia.
Jesús Colina, Gryselt Parra, Douglas Suniaga y Poleo Aloisi son los encargados de darle vida a los títeres, con la producción de Anthony Castillo, Maida Obregón en la asistencia de dirección, los títeres fueron una realización colectiva y la escenografía realizada por Escenografía Ya. Adicionalmente, cuentan con la asesoría especial de Sonia González, fundadora de Teatro Naku.
El niño descalzo se presenta en el Trasnocho Cultural, en la sala Espacio Plural hasta el 18 de diciembre. Viernes, sábados y domingos a las 04:00 pm. Entradas a la venta en las taquillas del teatro y en Ticketmundo.
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