Por Marisela Montiel. Rizoma: “tallo subterráneo con varias yemas que crecen de forma horizontal emitiendo raíces y brotes herbáceos de sus nudos, los cuales cumplen la función de órgano reservante de nutrientes. Los rizomas crecen indefinidamente”.
En marzo de este año, el actor, director y dramaturgo Luigi Sciamanna nos contactó: deseaba saber si aceptábamos la donación de varias cajas que tenía guardadas en su casa, cajas que resguardan gran parte del archivo teatral del actor venezolano Omar Gonzalo.
Claro que sí.
El archivo teatral de Omar Gonzalo
Recibí a Luigi en el Centro TET (Caracas), bajamos de su carro las cajas y nos instalamos en uno de los sofás del foyer del teatro a mirar las fotos, afiches, recortes de prensa y programas de mano de muchas obras en las que Omar participó, memorias de un grupo del que no había oído hablar antes: el Grupo Compás. Luigi me contó que fue una importantísima agrupación teatral dirigida por Romeo Costea, un director de teatro rumano que se enamoró de Venezuela, y que tuvo mucho vínculo con Francia a través del Instituto Venezolano Francés. De hecho, la mayoría del repertorio del Grupo Compás fue de dramaturgia francesa.
En paralelo ocurrían las primeras reuniones de preproducción del 2do Festival de Artes Escénicas Franco Venezolano, en el que El recuerdo del futuro volvería a participar con una exposición, esta vez sobre la historia de Molière en Venezuela. Mis compañeros Areani Rondón y Oscar Villanueva serían los encargados de la investigación que los llevó directamente a indagar sobre el repertorio del Grupo Compás, archivo que acabábamos de recibir y de resguardar.
Rizoma.
Existe un motivo de gran peso, doloroso e incómodo, por el que no hicimos la exposición, ese gran por qué nos recordó brutalmente el descuido y la desmemoria con la que, como pueblo, tratamos la historia de nuestro país y que, como grupo, hemos discutido tantísimas veces: la situación de abandono en la que se encuentran los archivos de teatro sobre Molière en Venezuela nos daba muy pocos insumos para hacer la exposición que nos imaginábamos. Pero si algo tenemos como grupo, es persistencia: el proyecto mutó a documental.
Nuestra primera producción audiovisual tiene como nombre Más sincero que correcto. Fragmentos de Molière en Venezuela. Es una osadía que aceptamos hacer y sobre los detalles de la producción hablarán quizás mas adelante otros compañeros. En mi caso, quiero volver sobre Omar Gonzalo.
Omar vive con su esposa Cheryl en EEUU, por lo que tuvimos que hacerle una entrevista a distancia. Para el documental priorizamos las entrevistas presenciales, entonces la entrevista digital que le hice a Omar no pudo entrar dentro del cuerpo del mediometraje. Pero sentí tal fascinación por él que no paraba de pensar en que todo lo que me contó debía publicarse. Así nace este escrito.
Rizoma.
Al principio quise hacer una nota biográfica pero pronto abandoné la idea porque ya sobre su vida se ha hablado y publicado bastante. Quisiera hablar sobre sus ideas sobre el teatro. Omar es un gran orador y además es un sabio, y mientras conversábamos, se me revelaba un maestro. Y es que él dice que antes de ser actor, fue recitador: es decir que no sólo hay discurso, sino que además hay eros en su palabra.
Haciendo uso de la lista de preguntas que le envié con antelación -entrevistarlo es difícil, Omar tiene dificultades para oír- pasó a responderme sobre sus inicios en el teatro, me contó que fue en 1952 en el estado Lara cuando se enamora de las tablas asistiendo como público a una obra dirigida por Luis Peraza. Luego, en 1954, estaba trabajando en una librería de Caracas regida por un rumano y un día fue visitada por Romeo Costea -quien aún no hablaba español-, quien al conocer su trabajo como recitador, lo invitó a participar como intérprete en el Instituto Venezolano Francés. La profesión teatral era un segundo trabajo, casi siempre nocturno, pues los hacedores de teatro tenían casi siempre un trabajo diurno principal.
Elocuente, lúcido y cautivador, con su voz grave va narrando su vida y obra, y en 40 minutos me parece haber oído algo más parecido a una conferencia que a una entrevista sencilla, entre historias y anécdotas, suelta frases dignas de un tratado:
“Hacer teatro, pareciera, ser inevitable. El mundo siempre ha sido ceremonial y representativo. Para hacer teatro solo se necesitan cuatro tablas, dos actores y una pasión, y esto se hace en cualquier lado y bajo cualquier condición”.
“El teatro es el barómetro que mide la grandeza o la debacle de un país. Un país sin memoria no tiene alma, es un deber hacerlo en cualquier circunstancia”.
“El escenario es el lugar más libre del mundo, ahí no se aplican las leyes”.
“Es fundamental no solo hacer teatro, sino recordarlo. Se dice que en Venezuela no tenemos memoria, y eso es muy grave porque el pasado es alimento del presente y pie para el futuro. El teatro es la síntesis y el espejo de la naturaleza, y es por esto es que es imprescindible hacerlo y mantenerlo para tener consciencia”.
Rizoma.
Primer actor, laureado y homenajeado, Omar es un octogenario que ha vivido la historia contemporánea del teatro en Venezuela, una voz entre tantas que nos recuerda que vale la pena vivir para lo que amamos hacer y que, en definitiva, no estamos solos, ni lo estaremos nunca, pues nuestro oficio y sus conflictos fueron también las de nuestros ancestros, y solo aprendiendo de su camino recorrido, podremos construir un presente más lúcido y en consonancia con los deseos de nuestra alma.
PD: Cheryl Champeau de López (porque Omar Gonzalo son dos nombres, el apellido es López, sin embargo, nunca lo usó en el teatro) es la esposa de Omar, nacida en Estados Unidos, pero de ascendencia francesa. Tiene 45 años con Omar y ha sido junto a él codirectora de varias de sus obras, y hoy en día lo asiste en la comunicación… Lo que hay detrás de esta captura de pantalla, es enorme.
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Esta nota se publica en alianza entre El-Teatro.com y el proyecto El recuerdo del futuro, con el fin de promover el archivo y la memoria cultural de Venezuela.
Foto principal: Registro Nacional Voz de los Creadores
Qué hermoso. Me preguntaba qué sería la vida de este gran actor, y ustedes me han respondido. Gracias.
Gracias por leernos y comentar 🙂
Me conmueve leer estas notas de Omar. Conozco a Omar y Cheryl desde hace muchos años y ambos son ejemplo nato de amor y respeto. Los admiro.