El Teatro de la Abadía presenta, del 3 al 27 de octubre, ‘Mercaderes de Babel’, un texto de Carlos Aladro y José Padilla a partir de ‘El mercader de Venecia’ de William Shakespeare, que pone de relieve la “imposibilidad de escucharse y la necesidad de un juicio” que tienen sociedades actuales como la española y la inglesa, según ha señalado el director del teatro, Carlos Aladro.
“Hemos querido hacer una reflexión sobre la incapacidad de escuchar al otro para lograr acuerdos y proyectos comunes, que es algo que está pasando en nuestra realidad política, así como con temas como Cataluña o el Brexit. Parece que toda nuestra convivencia está judicializada”, ha indicado.
En este sentido, Aladro ha explicado que ‘Mercaderes de Babel’, un proyecto original de la Compañía de Babel, toma como tema principal el juicio del cuarto acto de la obra de Shakespeare, para hablar de “la confrontación de las tradiciones y la propia praxis escénica”.
“Ya nos nos entendemos en otras instancias, sino que nuestros conflictos, ya sean afectivos, personales, políticos o religiosos no los podemos arreglar si no es delante de un juez, parece que tiene que venir una instancia legal o normativa a poner orden en los afectos”, ha dicho sobre la obra que contará con la interpretación de Greg Hicks, actor asociado a la Royal Shakespeare Company desde 1976.
De este modo, ha destacado que no se trata de una adaptación sino de una “propuesta experimental”, surgida como un “laboratorio”, que usa el juicio como núcleo por ser “el mecanismo teatral más potente para explicar las realidades políticas de Europa”. “Esta justicia móvil explica al teatro como tal pero a la vez es ciencia ficción, la representación de una comunidad que se pone de acuerdo en torno a relatos que se llaman leyes”, ha dicho.
“Vivimos en tiempos de conflicto”
Hicks ha coincidido con Aladro en que la obra pone sobre la palestra “la incomprensión de los demás y la imposibilidad de llegar a acuerdos”. “Es profundamente terrible como la gente negocia vivir en este tipo de sociedades, llenas de miedo, de no comprender al otro y de terribles inseguridades”, ha agregado.
Preguntado por el estancamiento del acuerdo del Brexit, el inglés ha subrayado que “el principal desafío o problema es mirarse a sí mismos como invasores y como extranjeros”. “Los ingleses van hacia el Brexit pero no de manera abierta porque quieren separarse, sino que miran el separarse de un proyecto común con respecto al pasado, con respecto a tradiciones con las que ya no pueden lidiar, aún sin comprender lo que viene”, ha asegurado.
“Vivimos en tiempos de conflicto, tanto internos como externos, y Shakespeare nos permite entender estas interacciones de las personas, frente a las tragedias y conflictos”, ha destacado Hicks para quien la colaboración entre la Royal Shakespeare Company y el Teatro de la Abadia es importante porque “es un acercamiento de dos diferentes culturas y sus conflictos”. El actor que interpreta al usurero judío Shylock se ha emocionado al hablar del personaje, el primer rol que hizo cuando tenía 11 años y comenzaba su carrera teatral.
A Hicks lo acompañan en escena Javier Lara, Natalia Huarte, Ramón Pujol, Alba Enríquez y Juan Blanco, quienes abordarán un juicio en escena para entender las realidades y al propio teatro clásico.
Por su parte, el actor catalán Ramón Pujol ha apostillado que “las nuevas generaciones están pidiendo algo, un cambio frente a esas generaciones que siguen gestionando el poder a su modo, de una forma que no cambia y en la que ya es difícil manejarse”.
Abordar un clásico inglés
Aladro ha asegurado que, en esta ocasión, la compañía conformada por él mismo, por el actor Javier Lara y por el dramaturgo Jose Padilla, ha querido abordar el clásico de Shakespeare “desde un lugar distinto”. “Hemos querido crear un espacio de controversia al preguntarnos cómo se hace Shakespeare hoy, así lo vemos siempre entrando y saliendo de escena”, ha dicho.
Al respecto, Padilla ha señalado que la estructura está en “la nuez de Shakespeare” y que la obra está representada como “un crisol de voces confrontadas y enfrentadas, en una especie de thriller muy atractivo, en el que las capas de juicio sobre juicio permite que cada persona sea juzgada desde múltiples puntos de vista”.
En esta línea, ha explicado que la obra “sigue en constante investigación” al plantear la dualidad entre dos culturas y dos tradiciones teatrales, como son la inglesa y la española; pero también la confrontación de dos autores, Padilla y Shakespeare; dos tiempos, Siglo XVI y XXI; y dos ciudades como representación del comercio y el amor: Venecia y Belmont.