La reconocida actriz venezolana Elluz Peraza posee una amplia trayectoria en la pantalla venezolana y en países como Colombia y EE.UU. Ha participado en más de 40 telenovelas, más de 10 películas y obras de teatro. Sus personajes aún siguen siendo recordados por los venezolanos y, aunque forma parte de esos millones de personas que han salido del país, sigue siendo un referente en la cultura venezolana.
Su carrera en la actuación inicia tras su renuncia a la corona del Miss Venezuela en el año 1976. Su primera participación en la escena artística fue en la película Los Tracaleros, dirigida por Alfredo Lugo. Al poco tiempo incursiona en la televisión a través de Venevisión en la novela Cumbres Borrascosas, original de Emily Brontë y adaptada por la escritora Delia Fiallo. Compartiendo el protagónico con José Bardina, Eduardo Serrano y Mary Soliani.
Actualmente crea contenidos, escribe artículos y realiza traducciones inglés-español y español-inglés en yesHEis ( canal con contenido de videos evangelísticos). Además tiene un programa de radio en CVCLAVOZ y escribe también devocionales y podcasts, que graba con su propia voz. En El- Teatro, la entrevistamos para indagar sobre su vida artística luego de emigrar a Estados Unidos hace 20 años.
Elluz Peraza, actriz internacional
– A principios del 2000 ya te habías ido a realizar telenovelas en el extranjero. ¿Cuándo te fuiste de Venezuela a vivir a Miami ya tenías propuestas artísticas o tuviste que buscar al llegar?
Antes de venirme a Miami, había hecho dos novelas en Colombia. La Mujer del Presidente y El Amor es Más Fuerte. Para esa primera novela de Colombia fue la primera novela para la que tuve que hacer casting. Ya para la segunda no. Luego hice Carita Pintada en Radio Caracas.
Tengo que decir que doy gracias a Dios porque cuando sentí que debía salir del país por la inseguridad que había, estando sola y con dos niñas en edad de fiestas y con mi mamita bastante mayor, me llamaron de Fono Video para hacer una novela acá y fue cuando decidí venirme. En esa oportunidad no tuve que buscar oportunidades. Luego de esa novela, sí, tuve que hacer castings para lograr cada uno de los otros personajes en otras novelas, pero considero que fui muy afortunada porque logré unas cuantas novelas casi seguidas una de la otra con distintas productoras. No estaba acostumbrada a tener que hacer la prueba, pero me adapté.
– ¿ Cómo ha sido la travesía de vivir como extranjera y como actriz a lo largo de estos 20 años?
Al principio fue difícil ese proceso de adaptación, no solo en el trabajo sino en la vida en general. También para mis hijas. Pero poco a poco fuimos aprendiendo a vivir en otras circunstancias. La economía era muy distinta, nos tuvimos que acostumbrar que una señora que limpie la casa, por ejemplo, acá, es un lujo que de vez en cuando puedes decidir darte. Pero no es como allá, que había personas que tenían una persona que limpiaba, una que les cocinaba y otra que les planchaba. Yo tuve la fortuna de una chica, Ana Dominga, que vivía en casa y se encargaba de todo y de cuidarme a las chicas mientras trabajaba.
Aquí, de hecho, tuve que aprender a secarme el cabello, porque no siempre podía ir al salón. Aprendemos incluso a echar gasolina, porque allá, normalmente nos atendían en las estaciones de gasolina. La mano de obra aquí para reparar cosas en casa o del auto es muy costosa. Así que uno aprende a hacer muchas cosas y se ajusta el cinturón.
Diáspora venezolana
– ¿Cómo ves la receptividad con respecto a los venezolanos que se dedican al medio artístico (teatro, tv y cine) tomando en cuenta la diáspora de los últimos años?
Hoy día, hay pocas posibilidades acá en Miami para los actores venezolanos y para todos en general, porque queda una sola productora. No le voy a hacer propaganda gratuita (risas). Al no haber competencia, las posibilidades para los actores son mínimas. Es como que ellos tienen el poder de decisión y no llaman solo a venezolanos a hacer los castings. Hemos tenido que diversificarnos.
Afortunadamente, hay muchas posibilidades acá y ningún tipo de trabajo denigra a nadie. Yo, hace tiempo conseguí un empleo a tiempo completo, relacionado con el medio. Estuve escribiendo, dirigiendo, produciendo y actuando alternativamente en los videos que hicimos para yesHEis y me he quedado en esta empresa, donde ahora, creo contenido, escribo artículos, ayudo con traducciones inglés-español y español-inglés, tengo mi programa de radio en CVCLAVOZ y escribo también devocionales y podcasts, que grabo con mi voz. Los míos y otros de la compañía.
Servir a Dios a través del talento
– Actualmente haces trabajos como productora, directora, escritora y actriz de un proyecto religioso. ¿Me podrías contar sobre este proyecto, cómo surgió, fue algo que lo tenías en mente años atrás?
La verdad es que no fue algo que planifiqué. Sí estuve en oración por cinco años, desde que recibí a Jesús en mi corazón, (me hice cristiana), pidiendo servir a Dios con mis talentos. Creo que muchos de nosotros, vamos por la vida sin saber la razón por la cual estamos aquí y nos pasamos tratando de llenar un vacío que parece no llenarse con nada.
Nos dedicamos a amar a una persona como locos, o nos compramos una casa hermosa o un auto fenomenal, algunos coleccionan obras de arte. Pero es un vacío que solo llena Dios. Yo oro porque muchas personas puedan entender el amor de Dios. Que Él nos ama y nos perdona cualquier cosa que hayamos hecho mal cuando nos arrepentimos. Y nunca es tarde. A quien lea esta entrevista, lo invito a pedirle perdón a Dios y pedirle que entre en tu corazón.
Entre tanto; recién recibida de cristiana, estaba aún trabajando en novelas. Pero envié mi currículum y fotos a todas las productoras cristianas de cine y televisión aquí, porque afortunadamente domino muy bien el inglés. Pero no se dio. Luego de esa larga espera, Fabiola Romero, venezolana amiga, que fue actriz y ahora es locutora de radio, productora y directora de cine, sabía que yo estaba en esa búsqueda, y cuando le dijeron (porque ella trabajaba acá en CVCLAVOZ), que necesitaban a alguien con experiencia en producciones, ella me sugirió, vine, hablé con ellos y comenzó mi carrera aquí.
Me siento muy satisfecha. Siento que finalmente logré algo por lo que estuve luchando, en este caso en oración, y he aprendido a dominar los controles de la radio, las cámaras y todo. Me siento muy feliz aquí.
Más que una actriz
– ¿Además de la actuación has ejercido otras profesiones en EE.UU., si es así, cuáles ?
Mi carrera de actriz no llegó como le llega a la mayoría. No era un sueño mío de niña, ni tuve que hacer primero clases, luego de extra y todo lo demás para llegar a protagonista. Cuando renuncié al Miss Venezuela, se hizo un boom publicitario tan grande en torno mío, que fui un producto comercial apetecible. Y yo llamo a todo lo que ocurrió en mi vida: “Diosidencias”. Siempre creí en Dios y en su protección. La película Los Tracaleros la iba a hacer Chelo Rodríguez, y quedó embarazada de su hijo con Orlando Urdaneta. Decidieron llamarme y hacerme el casting. Nos sorprendimos, el director y yo. Ahí descubrí que tenía talento para actuar y yo puse las condiciones porque me llamaron.
Luego, Venevisión había perdido a Rebeca González, y Lupita Ferrer se había casado e ido a Hollywood y Ada Riera estaba embarazada. Me llamaron. Yo puse las condiciones. Luego decidieron ponerme a protagonizar de una vez. Tuve que estudiar y trabajar al mismo tiempo. Nelson Ortega de la Escuela Luz Columba me dio clases y me montaba las escenas, porque ni el director estaba contento con tener que trabajar con una persona que no sabía de cámaras, de pausas, de luces.
En fin. Lo cierto es que por ese hecho de yo poner las condiciones, muchas veces había tirantéz con ejecutivos, acostumbrados a tratar con personas que soñaban con ser protagonistas, que deseaban estar en pantalla y cuando yo no era tan simpática con ellos, me preguntaban qué haría si decidían que yo no siguiera siendo actriz. Y siempre les respondí que tengo un cerebro y manos y pies y puedo hacer lo que sea que me proponga. Todo esto, porque sí, he probado que puedo hacerlo.
Estuve trabajando una vez en una tienda de ropas acá en los Estados Unidos como vendedora de la tienda. En la ropa de firma. Luego, estuve como secretaria de la Embajada de Venezuela en Washington, y mi jefe era Andrés Eloy Rondón, hermano de César Miguel. En una oportunidad me pusieron incluso a cantar en Venevisión, y he modelado, hice comerciales de imagen y comerciales solo de voz. De paso, yo había sacado mi título de locutora en Venezuela y estuve con un programa de radio en PangeaFM, lamentablemente, circunstancias detuvieron esa productora de radio por un tiempo. Y ahora, tengo el programa de radio acá. Tuve que aprender a usar los controles, porque acá no hay operadores de radio y también uso mis habilidades de mecanografía, mi facilidad de idiomas y mis destrezas creativas en lo que estoy haciendo.
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