[ESPECIAL DANTE] La barca de Dante

La Divina Comedia, también conocido como Comedia, es un poema escrito por Dante Alighieri a inicios del siglo XIV que forma parte de las obras fundamentales de la literatura universal. En esta obra, su autor reflexiona sobre los ideales cristianos a la vez que incluye los elementos más importantes de la cultura occidental, como son la antigua cultura greco-romana y personajes o situaciones importantes de su época, en un total de 100 cantos llenos de simbolismos y alegorías que unifican el pensamiento occidental bajo una misma visión.

La barca de Dante

Dante comienza el poema reconociendo que ha perdido el rumbo, lo que le lleva —sin que él sepa muy bien cómo— a las puertas del Infierno en donde dará inicio el trayecto en el que también recorrerá el Purgatorio y que culminará en el Paraíso. Durante todo el poema conocemos junto a Dante los diversos estados del alma manifestados en cada uno de los lugares que le son asignados a cada persona que ha fallecido y que son determinados por el libre albedrío de sus acciones en vida. Debido a que Dante se encuentra en el inframundo siendo mortal requiere de alguien que facilite su tránsito, por lo que en la primera parte de este viaje le servirá de guía el poeta romano Virgilio, quien le ayudará a superar los diversos obstáculos que encuentra.

Dante incorpora en el infierno parte de la geografía asociada al inframundo presente en la mitología griega. De acuerdo a Robin Hard —autor de El gran libro de la mitología griega— en la Antigua Grecia se creía que las almas que se dirigían al inframundo, o Hades, debían atravesar un río a bordo de una barca. Los ríos que marcaban el fin del mundo de los vivos —el Estigia, el Aqueronte, el Cocito, el Piriflegetonte y el Leteo— eran controlados por barqueros como Caronte, el barquero de los muertos, también conocido como Carón. Así, encontramos que el primero de los obstáculos que consigue Dante es atravesar el río Aqueronte cuyo barquero, Caronte, le dice a Dante que no puede llevarlo ya que es un mortal. Una vez que Virgilio intercede ante Carón a favor de Dante, los poetas logran cruzar en la barca.

Una escena similar inspiró al joven pintor francés Eugene Delacroix a realizar en 1822 —a la edad de 24 años— su obra Dante y Virgilio en los infiernos, también conocida como La barca de Dante, y que actualmente se encuentra en el Museo del Louvre de París. La obra representa claramente el infierno, hecho que se ve reflejado en el uso de tonalidades oscuras empleadas en el fondo, la furia de las olas, las expresiones de los rostros de todos los personajes y sus retorcidas poses. En la parte inferior del cuadro vemos varios personajes que luchan entre sí, se muerden e intentan entrar a la barca mientras que otros simplemente se encuentran inertes en medio del caos. La presencia de estos personajes y las acciones que desarrollan, indican que la escena representada hace alusión al paso de Dante por la laguna Estigia en la barca de Flegias, escena que se encuentra en los cantos séptimo y octavo de la Comedia.

Robin Hard afirma que en la Eneida el propio poeta Virgilio menciona la Estigia como el punto limítrofe entre la tierra y el Hades, mientras que en el séptimo canto de la Divina Comedia se describe este lugar como un fétido pantano en el que encontraban castigo los iracundos y los melancólicos; unos siempre luchando entre sí y otros, inertes, ahogándose en el pantano, con Flegias como barquero por la asociación con la belicosidad que se hace de él en la mitología. Al fondo se puede apreciar la ciudad de Dite, que constantemente se encuentra en llamas.

De acuerdo con la web Impressionisme en su artículo dedicado a Eugène Delacroix, se aprecia la influencia de Miguel Ángel en la musculatura de los cuerpos desnudos y en especial en la espalda de Flegias, lo que demuestra el esfuerzo que debe hacer para remar. También se puede ver la presencia de pequeñas gotas de agua en los cuerpos de los condenados que buscan añadir un toque de sutileza en medio de la caótica escena.

Es innegable el conocimiento y el deseo de apego de Delacroix a la obra de Dante. Se destaca la presencia de la ira en el personaje que se encuentra en la parte inferior izquierda —que, incluso, intenta morder la barca— y los dos que luchan en la parte inferior derecha.

Dante y Virgilio están vestidos con los característicos atuendos con que han sido representados a lo largo de toda la iconografía relacionada a la Comedia, sin embargo, la esencia de la relación entre ambos fue captada magistralmente por Delacroix al representar a Virgilio tomando de la mano a Dante, en un característico gesto que aparece en varios momentos de la Comedia, y con el que Dante muestra el sentimiento paternal con que su maestro cuida de él en medio del más absoluto caos. El primero de estos momentos se produce en el Canto tercero, frente a las puertas del infierno, donde están escritas las palabras: «¡Oh, vosotros, los que entráis, abandonad toda esperanza!».

Al ver el miedo en el rostro de Dante, Virgilio lo invita a abandonar la cobardía y lo toma de la mano, infundiéndole la confianza necesaria para poder traspasar las puertas del infierno.

Otro de los momentos en que Virgilio defiende a su protegido ocurre cuando Dante reconoce a una de las almas penitentes de la laguna Estigia, escena que es narrada en el canto octavo de la Comedia en la que el iracundo Felipe Argenti intenta entrar a la barca, sin éxito, ya que es repelido por Virgilio. Muy probablemente la escena pintada por Delacroix ocurre instantes antes de este hecho y, posiblemente, Felipe Argenti sea el personaje ubicado frente a Flegias, que intenta entrar a la barca y mira de frente al espectador con ojos enrojecidos.

En toda la Comedia se emplea la división tripartita y los múltiplos del número tres se repiten por toda la obra: los cien cantos que conforman la obra están separados en tres partes, a saber, infierno, purgatorio y paraíso, cada uno de los cuales está dividido en nueve círculos y ha sido narrado en 33 cantos, a los que se le suma un canto que sirve de introducción o prólogo, sumando un total de 100 cantos —símbolo de perfección—. El número 3, símbolo de la Trinidad, es el número clave de la Comedia, por lo que no parece casual que la composición de la obra de Delacroix esté concebida de forma triangular, con los rostros de Dante y Virgilio en lo más alto y como punto focal.

El artículo sobre Delacroix antes mencionado, afirma que ésta fue la primera obra que el joven artista propuso para el prestigioso Salón de París en 1822. La barca de Dante, no sólo fue aceptada sino que además fue adquirida por el estado francés, dando así comienzo a su prestigiosa carrera artística en la que destacaría por los temas literarios, poco representados para la época.

Delacroix comenzó su ascendente carrera con La barca mientras que Dante la utilizó como un medio para continuar su ascensión al Empíreo. Fue una barca, símbolo para ambos, inicio de ascenso hacia la eternidad.

Por Isabel Camacho (Estudiante de Artes, Universidad Central de Venezuela.)

Este ensayo fue escrito en el marco de la cátedra “Introducción a la Literatura”, dictada por el profesor Daniel Dannery, en la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela, sobre el estudio de “La Comedia” de Dante Alighieri.