[ESPECIAL DANTE] Salve.
Un ensayo sobre La divina comedia de Dante Alighieri.
Después de correr durante un largo tiempo a ciegas, teniendo como única guía a nuestras bestias, nos separamos de la jauría y volvemos a caer -una vez más- en esta selva oscura. Y es entonces, cuando empezamos a ver, que nos damos cuenta que somos presas de nuestras bestias, siguiéndolas como quien sigue su libre albedrío sin esperanza; uno de nuestros dones se ha convertido en una tortura.
Dante | Dios te salve
Aún con nuestro corazón latiendo y nuestros sentimientos a flor de piel, volvemos a empezar la búsqueda de la esperanza devorada, de la fe abandonada, de la caridad anulada. Dejamos que nuestro espíritu hable al guiarnos con nuestras virtudes cardinales -justicia, prudencia, fortaleza, templanza- y confiamos que las estrellas nos lleven de nuevo al empíreo. En el fondo del triste abismo, el espíritu ya sin esperanza y los oídos dispuestos a escuchar, nuestros labios ahora rezan:
<<Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida y dulzura y esperanza nuestras…
>>Dios te salve a ti, quien no olvida el bien que trae consigo la luz eterna.
>>Guía nuestra, permítenos recorrer con prudencia el camino tortuoso en el que hemos caído para purificar nuestros pecados sin condenarnos al castigo eterno. Abrázanos e ilumínanos con tu sabiduría divina para poder alejar toda palabra y obra que pueda herir nuestras almas y así hacernos dignos de sentir el cielo amoroso que hay en el reino de Dios Padre.
>>A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas…
>>…para guiarnos y acompañarnos en el juicio que anhela nuestra alma para limpiar su inmundicia, que aun creyendo en la Divina Trinidad, ha caído en el pecado.
>>Así pues, pido por nosotros, siervos indignos, que dejamos corromper nuestras almas con pensamientos egoístas que llenan a la humanidad de malos deseos y depravaciones, dejando en evidencia la dualidad imperfecta del espíritu; como nuestra voluntad convive con el mal y la luz eterna dentro de nosotros.
>>Ea, pues, Señora abogada nuestra,- y guía hacia la luz eterna, – vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y, después de…
>>…que la soberbia, la gula, la avaricia, la ira, la lujuria, la pereza y la envidia queden desterrados de nuestros espíritus, glorifica nuestra fortaleza y templanza para cuando seamos dignos de ver a -Jesús, fruto bendito de tu vientre…
>>…¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María! –
>>Ruega por nosotros santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro (espíritu).
<<Amén.-
…
Al finalizar, nos permitimos estar en el presente, y por un instante, nuestra alma y cuerpo, llegan a estar en una sintonía casi perfecta. Pero nuestro viaje comienza una y otra vez. Cada vez que nuestra obsesión por poseer trata de cambiar el amor y lo bello de la vida, atraemos presagios y melancolías.
La humanidad en la Divina Comedia es definida por Dante Alighieri (1265-1321) como seres de luz que generan sombras, y a pesar de nuestro arte y sabiduría, seguimos repletos de misterios. Así pues, todos los días nos revelamos como seres llenos de magia salvaje. Con la virtud de crecer junto al amplio universo cada vez que vivimos.
El mundo planteado en su obra nos invita a hacer una conexión con nuestra interioridad para buscar esos lugares donde nuestra esperanza pueda descansar. Aún si no creemos en el mismo reino divino que Dante nos plantea, o incluso si no creemos en la existencia de uno.
Los elementos de la vida humana como la soledad, la compañía, el peligro, el miedo, la tristeza, la sabiduría, la paz, el amor, la felicidad están dentro de sus aventuras en ese mundo imaginario. Podemos llamarlos como esas particularidades dantescas. Estos conceptos presentes en nuestro día a día pueden variar sus realidades en cada individuo. Pero gracias a la narrativa universal, Dante se permite esas particularidades dentro de él, dando un esquema base de la caótica vida humana. Permitiendo al lector personalizar los personajes de Virgilio y Beatriz dentro de su propio concepto e idea sobre el Infierno, Purgatorio y Paraíso.
Por Eliana Delgado (Estudiante de Artes, Universidad Central de Venezuela.)
Este ensayo fue escrito en el marco de la cátedra “Introducción a la Literatura”, dictada por el profesor Daniel Dannery, en la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela, sobre el estudio de “La Comedia” de Dante Alighieri.
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