La Runfla, el emblemático grupo de teatro callejero argentino, está cumpliendo un cuarto de siglo. Parte de los festejos es el estreno de 1816. La pulpería de la independencia, una obra escrita por Héctor Alvarellos, director y fundador del grupo de teatro, y Cristina Escofet. Que se está presentando los sábados a las 21h, en el Parque Avellaneda de Buenos Aires, lugar de pertenencia desde 1993.
Entre el comic, el sainete, el grotesco y el melodrama; el espectáculo refleja las posibles discusiones en torno a los orígenes diversas perspectivas ideológicas.
“Estamos en tiempos de un teatro urgente. Tenemos que recuperar el deseo, transformar la dificultad en energía, hacer de la lucha una compañera, ejercitar la memoria, la escucha y el silencio. Y defender el derecho de hacer arte en cada esquina”, sostiene Alvarellos.
Cuando el movimiento del Teatro popular se disolvió, los grupos de teatro que lo integraban tomaron distintos rumbos; dos de ellos se juntaron: La Obra y El Encuentro. De esa unión, en 1991, surgió La Runfla que significa en lufardo, jerga que se desarrolló en Buenos Aires: “gente de una misma especie unida por un objetivo común”.
“En los noventa se metieron todos adentro. Empezó la reja, el neoliberalismo. Durante todo ese momento fue una resistencia permanecer en espacios abiertos; nos sentíamos bastante solos. Entramos en el Parque Avellaneda y establecimos un nexo con organizaciones vecinales y actores culturales que ya estaban. Hoy esta región tiene una gran red social”, declara Alvarellos, quien describe la trayectoria del grupo.
La Runfla, la fundación La Casita de la Selva, su espacio cultural y la creación de cursos de Formación del Actor para la Actuación de Espacios Abiertos actualmente dependen de la Escuela Metropolitana de Arte Dramático.
“Quiero destacar la grupalidad, es una satisfacción. El recorrido por diferentes estéticas, la territorialidad, el eje en nuestra actividad teatral. El teatro callejero como lenguaje”
Alvarellos también resalta, a modo de balance, la edición de un libro sobre la temática, la realización de un documental (Arte sin techo) y la continuidad de otros tres miembros que están desde el comienzo: Gabriela Alonso, Estela Rocha y Javier Giménez.
La Runfla, en el marco de su aniversario, también estará presentando en el Parque Avellaneda: De Chacra, Tambo y Glorietas. Una historia que se presenta los sábados a las 15h. Es un espectáculo creado a partir de la recopilación histórica, el anecdotario popular y mitos “para mantener la vida en el parque”.
“Es un espectáculo del 2000, que ahora hacen actores nuevos que abrazan es lenguaje”, explica Alvarellos.
Este noviembre comenzará el Encuentro Nacional de Teatro Callejero de Grupos, creado por La Runfla, que es realizado cada dos años.
“En estos años hemos crecido artísticamente y biológicamente, pero sentimos que todavía falta para instalar este lenguaje en un lugar de mayor visibilidad. Es este nuestro permanente desafío”, indica Alvarellos
“Siempre estamos en el margen. Sabemos que haciendo teatro en la calle no vamos a estar dentro del status quo. Nuestras obras no están en el edificio, no encajan con el concepto burgués de edifico teatral; luchamos con la temperatura, los traslados, los permisos… para los medios de comunicación, la sala es un templo. Pero nosotros creemos que los creyentes están tanto adentro como afuera del templo”.