Acerca de la antología del periodismo cubano en el exilio, que será presentada hoy a las 7:00 pm en el Centro Cultural Español de Miami, Fabio Murrieta, director de la Editorial Aduana Vieja, escribió La crónica más larga. Periodismo cubano en el exilio.
La Editorial Aduana Vieja acaba de publicar en España la antología La crónica más larga. Periodismo cubano en el exilio, con una amplia selección de textos de autores cubanos aparecidos en prensa en las últimas décadas.
Editada y prologada por Fabio Murrieta, que define el periodismo cubano en el exilio como un fenómeno social e histórico, por su amplia relevancia cultural y su dimensión ideológica, la obra reúne crónicas y artículos de Gastón Baquero, Zoé Valdés, Jesús Díaz, Carlos Alberto Montaner, Alejandro Ríos, Olga Connor, Juan Manuel Cao y muchos más.
Hemos querido recuperar para el lector contemporáneo una serie de textos que le van a permitir, en algunos casos conocer por primera vez, o en otros casos reencontrarse, con historias, recuerdos, sucesos y personajes desde la perspectiva que aporta el exilio, que no necesariamente tiene que ser triste y nostálgica, sino que la mayoría de las veces es un punto de vista privilegiado, por la libertad, la riqueza de matices y de fuentes, la claridad, el temple y la serenidad que aporta la distancia, sea forzosa o voluntaria, añade Murrieta en el prólogo a esta edición.
Este libro —precisa el también director de la editorial— no es en modo alguno una historia del periodismo cubano en el exilio, sino que su intención es la de rendir tributo a un género, el periodístico, y por lo tanto a todos aquellos periodistas cubanos que lo han desempeñado lejos de su patria.
El oficio del periodista es de los más inciertos, azarosos y también de los más comprometidos y de los que más riesgos asumen. En esa humildad y vigilia perenne por compartir algo con los demás, en esa entrega y en esa dedicación en pos de la verdad, es que radica gran parte de su nobleza, de su épica y de su grandeza, concluye Fabio Murrieta.
Sobre los distintos temas que aborda la antología, reconoce que para él hay un gran y único tema en este libro, que es Cuba vivida y contada en los medios desde la perspectiva del exilio. No hay un orden ni una secuencia predeterminada, por lo que el libro se ha construido un poco como si fuera un periódico: se puede leer de principio a fin, o comenzar por el final y llegar a las primeras páginas, ya que un tema conduce al otro:
Los puentes de Miami a mí me llevan hasta La Habana. Conversando con Carlos Victoria se puede escuchar a Celia o a Beny Moré. La tardé que visité a Gastón en Madrid, apenas una semana antes de morir, estuvimos hablando sobre Dulce María, por lo tanto nunca más he podido dejar de evocar a uno sin pensar en el otro. Hablar de familia en el exilio no solo es pensar en la madre y en el padre, sino muchas veces y de manera entrañable de los primos, esa figura idolatrada y que forma parte del imaginario adorable de nuestra infancia. Hablar de salir, o escapar de Cuba es hablar de la obra de Tomás Sánchez, o del Ballet Nacional.
Decir Lydia Cabrera es comenzar hablando de tradiciones y costumbres, y terminar en la ermita de la Caridad. Así, de esta manera, todos y cada uno de los textos que forman parte de la antología los he leído y los he disfrutado. Así me han transportado y así mismo los propongo al lector.