Undine: ¿víctima de un hombre calculador o victimaria por denigrar sus raíces? La historia de superación personal de una mujer afroamericana revela que su ascenso en el estatus social se alimentó de una determinación inquebrantable de convertir en cenizas su pasado humilde: Undine incluso asevera que su familia murió en un incendio y se niega a aceptar que la llamen por su nombre real, Sharona. Al mismo tiempo, el público se encuentra con una mujer confundida, con una triunfante ejecutiva desfalcada por quien tomaba como su hombre perfecto: un argentino galante que en cuanto vio la oportunidad, y sin decir palabra, se marchó con todo su dinero.
Fabulación de la dramaturga estadounidense Lynn Nottage, llega a las tablas de la sala El Dedal en La Caja de Fósforos, bajo la dirección de Alexander Malinowski, para cerrar la segunda edición del Festival de Teatro Contemporáneo Estadounidense; con un discurso sobre la aceptación personal y las diferencias sociales.
“El problema de Undine es que se superó pero olvidó de dónde venía”, declara el director de Fabulación.
Sin embargo, sería poco decir que la historia de Undine (interpretada por Layla Vargas) es únicamente una alerta sobre las apariencias. Siendo Lynn Nottage una dramaturga sensible a las diferencias sociales y económicas de Estados Unidos, cuyos trabajos se enfocan en las mujeres de ascendencia africana, Fabulación es una forma de mostrar la cara del ascenso social de la que pocos hablan.
Por cada dólar que gana un hogar blanco se ganan 61 centavos en un hogar afroamericano, y mientras los ahorros y propiedades de hogares blancos suman 113.822 dólares, el patrimonio medio en los hogares negros es de 8.650 dólares, cifras del censo de 2009 en Estados Unidos. Undine tiene razones para querer olvidar su infancia en Brooklyn y ocultarla de los ojos perspicaces de la clase pudiente a la que ha logrado acceder. Sin embargo, eso no quita del panorama los juicios racistas. La misma Undine, en el momento del colapso, revelándose ante el público de la pequeña sala como una mujer vulnerable, despojándose de todo poder que pudo haber tenido como exitosa relacionista pública, se burla de la burguesía blanca y se imagina que esta le dice: “Disculpe, ya alcanzamos nuestra cuota de negros en la clase privilegiada”.
“He regresado a mi condición de negra”, exclama Undine, como si aquello representara su fin. Lo cierto es que el regreso a su barrio la reencuentra con un hermano afectado por su participación en el conflicto en Irak, una abuela drogadicta, y una madre y padre apegados a su humilde trabajo de vigilantes. Este retorno la lleva, en una situación hasta risible, a una noche en la cárcel. Viejas amistades que prefiere no saludar la reconocen al pasar, y nuevas aventuras amorosas atraen a su vida a un hombre dispuesto a quererla (interpretado por Ángel Pájaro), aunque ella no esté resuelta a ceder su espacio. Para rematar, su experiencia en el seguro social para lograr obtener una cita con el ginecobstetra ― las sorpresas que dejó el galán argentino van más allá de un robo― es más que frustrante.
Y aunque escuchar a Layla Vargas cantar no sea la mejor experiencia teatral y Malinowski, que apenas cumplirá sus 23 años de edad, sabe que su camino a la dirección no está aún completo y afinado, Fabulación vale la pena por sus líneas contundentes y el realismo de sus personajes, encarnados por Antonieta Colón, José León, Gustavo Rengel, Melisa Inojosa, Mérida Ascanio, Nair Borges y Raúl Simao.
La pieza tendrá funciones los viernes a las 8:00 pm, sábados y domingos a las 7:00 pm hasta el 25 de septiembre, cuando finalice el festival.
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