La madrugada de este lunes 20 de febrero falleció Sofía Ímber, periodista y promotora cultural venezolana, a sus 92 años de edad.
La noticia la confirmó el periodista venezolano Diego Arroyo Gil, autor del libro La Señora Ímber.
“Con el alma hecha pedazos comunico esta noticia. Sofía Ímber acaba de morir”, escribió el comunicador a través de su cuenta @diegoarroyogil en la red social Twitter.
Con el alma hecha pedazos comunico esta noticia. Sofía Ímber acaba de morir.
— Diego Arroyo Gil (@diegoarroyogil) February 20, 2017
Ímber nació en 1924 en Soroca, una localidad de Moldavia. En 1930 llegó a Venezuela, país donde se estableció con su familia.
En agosto de 1973 el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas y fue quien hizo las gestiones para lograr la colección de obras de arte que hoy ostenta la Universidad Central de Venezuela (UCV).
De su trabajo en televisión decía que al entrar a un estudio se “derretía” (José G. Márquez, 26 de junio de 2016. El Universal).
“Es que me encanta. Hacer televisión me encanta. Cuando salía la musiquita de introducción de Buenos días –programa que condujo Ímber y que fue transmitido desde 1968 hasta 1992- yo era como esos caballos que van a correr una carrera que necesitan un estímulo para salir. Pues ese era el mío. Era, al mismo tiempo, una inyección de adrenalina y de angustia, por la responsabilidad de entrevistar a alguien en televisión, en vivo”, dijo a El Universal.
Realizó el programa de televisión Buenos días, luego produjo y condujo el programa Solo con Sofía y en radio La Venezuela Posible.
“Dijo Sofía Ímber alguna vez ‘Denme un garaje y yo hago un museo’, y lo sostuvo luego de ver los planos del Complejo Urbanístico Parque Central. Fue así como en pocos metros cuadrados reunió, debido a su astucia y gracia, obras de varios los artistas más importantes del mundo. El Museo de Arte Contemporáneo de Caracas se inauguró en febrero de 1974. Hay allí piezas de Marc Chagall, Georges Braque, Fernand Léger, Alexander Calder, Victor Vasarely, entre muchos otros, como de Pablo Picasso, de quien se puede apreciar en pleno centro de Caracas su Suite Vollard, su Busto de mujer, su Desnudo y hombre sentado o su Cabeza de mujer con sombrero. Está también allí la Odalisca con pantalón rojo de Henri Matisse, robada en algún momento aún desconocido y recuperada hace un par de años por el FBI”, escribió Márquez.