“Vernos el Sur” es el anhelo de los organizadores del Festival de Teatro de Caracas este año. Un slogan que refleja la variación de una dialéctica desde aquel “Lo tuyo es puro teatro” del primer encuentro en 2011, hasta el actual que proyecta mucho más a medida lo que sus progenitores, la Alcaldía de Caracas y el Gobierno del Distrito Capital, quieren alcanzar mediante el performance de una ideología política que cobra vida en forma de fiesta.
Freddy Ñáñez, presidente de la organizadora Fundación para la Cultura y las Artes, lo explicaba el pasado 14 de abril: “El teatro y este festival tienen un espíritu de convocar a ese nacionalismo positivo de encontrarnos, identificarnos”. Un discurso centralista que apuesta por lo doméstico, lo patrio, desde una perspectiva bolivariana, y usa las artes escénicas como telón de su propaganda.
En esa tarea tan ardua que puede ser “encontrarse” e “identificarse”, –especialmente para un festival que aún no compite por la escena latinoamericana con otros como el FIT Bogotá, con 15 años, y el FIT Buenos Aires, 20–, Fundarte logró insertar en la fórmula a grupos europeos de Bélgica, España, Francia e Italia, en su cuarta edición titulada “Todo el mundo a escena”.
En 2016, los internacionales no participaron del lánguido “Sube el telón”. “La versión internacional del FTC se realizará cada dos años para profundizar y fomentar el teatro nacional”, razonaban los organizadores, según La Radio del Sur. Aunque fuentes afirmaron entonces que no había presupuesto para importar el material extranjero. Un año después, de los no sureños permanece España, con los madrileños de Yllana y Primital Bros que presentan The primitals, y los vascos de Tanttaka Teatroa con Soka (Cuerda).
Pero, además, entre los que también se verán el sur están el francés Antoine de Saint-Exupéry, cuyo Principito es llevado a escena por Producciones Jael; la inglesa Sarah Kane con Ansias (Crave), montada por el grupo Escénicas; y el checo Eugène Ionesco, cuya pieza La lección se verá en una versión denominada Red de Teatro Tempestad. Se leen otras firmas nórdicas en la programación como Milan Kundera, Slawomir Mrozek, William Shakespeare y Peter Quilter, escenificados por lo que Fundarte llamaría “la franja criolla”.
El mismo Ñáñez decía: “El teatro es una gran terapéutica, una gran propedéutica para afrontar que vamos a ser diferentes, diversos, que vamos a pensar contradictoriamente a lo largo de nuestra historia”.
El sur de afuera y el sur de adentro
En medio de esta paradoja, Ñáñez afirmó que “25 programadores de los festivales más importantes de Latinoamérica y de Europa” serán observadores de esta iniciativa del Estado, para hacer rondas de negocios con el fin de exportar el teatro nacional. Un teatro hoy inmerso en la serie de protestas civiles en contra del gobierno de Nicolás Maduro, que estallaron –nuevamente– en abril a partir de las convocatorias de la oposición venezolana.
De esto el arte no escapa. Y ante una posible ojeada internacional, y entre el “encontrarse” e “identificarse”, nueve agrupaciones caraqueñas se retiraron del festival debido a que este se perfila como una gran “fiesta de celebración que pareciera querer ignorar y desconocer todos los problemas” que actualmente afectan al país, según un comunicado hecho público el lunes 17 de abril.
Entre otras cosas, también rechazaron “la gran inversión económica que se está haciendo en la producción, pago, traslado y manutención de grupos extranjeros”.
El presidente de Fundarte explicó que 14 escenografías de las 25 compañías extranjeras se están realizando en el país, para “aminorar costos del traslado de la carga”, las otras agrupaciones tienen un equipo ligero. El pago a la producción por logística, pasajes o manutención “no se hace en divisas, sino en bolívares, que cambian a precios en la frontera” con Colombia.
Lo que supondría el traslado de las compañías de Brasil, Colombia, Argentina, Chile, Uruguay, Ecuador y España hasta alguna de las 20 casas de cambio que el gobierno abrió en enero de 2017 en Táchira y Zulia, para hacer la conversión de bolívares a sus divisas a la tasa Dicom. En estas entidades solo se puede cambiar diariamente 200 dólares en efectivo, y 300 en transferencias.
Sin embargo, Ricardo Gómez Garzón aclaró el panorama. En el segundo taller “Mercado de Artes Escénicas” del FTC, un encuentro con programadores foráneos, el colombiano afirmó que la cotización para compañías extranjeras responde a un promedio de pago en festivales internacionales según el costo de cada producción. El caché oscila entre los 2500 y los 5000 dólares.
Los que se deben ver el sur en Venezuela, en cambio, recibirán por dos funciones 500.000 bolívares, lo que supone unos 700,64 dólares según la tasa oficial Dicom, que es la utilizada en las casas de cambio en la frontera y que al momento de publicar esta nota cerraba en 713,63 dólares. Según la tasa no oficial, los nacionales estarían percibiendo unos 113 dólares.
Las protestas no detienen el festival
A pesar del panorama, el presidente de Fundarte dejó muy claro que el festival no se cancelará.
“En los últimos cuatro años hemos vivido distintos escenarios de tensión social pero el festival termina siendo el espacio donde esa tensión se flexibiliza”.
Afirmaba, casi naif, que el festival pretende “dar una lección a quienes buscan la violencia, la ruptura de la paz; de que es posible pensar diferente y estar en el mismo lugar para convivir”.
Ñáñez no recordará quizás cuando en 2013, el 5 de marzo, a las 5:00 pm, todas las salas del Circuito Nacional de Teatro suspendían sus funciones del festival tras conocerse la muerte del fallecido presidente Hugo Chávez. Quedaron en stand by los espectadores, con entrada en mano, y los artistas, que fueron expulsados de los complejos culturales sin derecho a réplica.
Ahora, y luego de seis cambios de lema en busca del ideal máximo de reconocerse e identificarse, desde lo doméstico y lo patrio, se produce una regla de tres muy propia del texto antropofágico En alta mar de Slawomir Mrozek, en la que una disidencia artística joven, los visitantes internacionales y el gobierno nacional se debaten sobre una balsa si se comen el sur, o no.
Excelente análisis Patty…. Gracias…
¡Gracias por comentar Basilio! Abrazos.
[…] pieza estrenó en el marco del XI Festival de Teatro de Caracas, que organiza Fundarte, y cuya eventualidad ha sido muy criticada por generarse en medio de una serie de protestas de la oposi… contra el gobierno de Maduro; así como la crisis política y socioeconómica que atraviesa el […]
[…] El Festival de Teatro de Caracas, en su anunciada sexta edición, dibuja una comedia en medio de una tragedia, y los cómicos, asumen las posturas que su contexto les habilita. […]