Apoyado por el Miami Dade County Cultural Affairs, la Universidad de Miami, el Centro Cultural Español y diversos patrocinadores privados, inició el pasado 24 de febreeo el Festival Internacional de Teatro. Este año dedicado a las teatristas y en homenaje a dos relevantes actrices: la cubana Flora Lauten y la británica Julia Varley. Será en la habitual sede de la Compañía El Ingenio Teatro: la amplia sala del Centro Cultural Koubek Center.
Guiado por la loable propuesta de crear un espacio de intercambio entre mujeres de la escena propiciará un proceso creativo.
Los invitados de honor es el teórico y director teatral italiano Eugenio Barba y el pintor cubano Armando Tejuca, pintor y autor de la obra (afiche) que identifica el evento.
Otro aspecto de interés es la presencia de importantes representantes escénicos de trece países: Argentina, Bélgica, Bolivia, Colombia, Cuba, Dinamarca, Ecuador, El Salvador, España, EUA, Francia, México y Portugal.
Como advierte el ciberlector, por la calidad del programa de esta primera edición, apunta a constituir un acontecimiento singular e imperdible. Promete a los fans de la escena en Miami una opción de alto rigor artístico. Pues la mayoría de las obras anunciadas han merecido el reconocimiento de la crítica y el público. Incluso internacionales, como la puesta que inauguró el Festival, una de cuyas intérpretes, la actriz y comunicadora española Rocío Carmona, merecería el Premio de Actuación en el X Festival Iberoamericano de Teatro de Mar del Plata, Argentina.
Cartas cruzadas 8
Como se leyera en el programa del estreno del hoy desaparecido TEMFest, en cuya y última edición de 2014, esta lúcida versión libre de Cartas cruzadas de María Estuardo, del dramaturgo alemán Friedrich Schiller, a cargo de la también profesora universitaria Raquel Carrió y dirigida por la propia Lilliam Vega, fue concebida como un montaje para dos actrices. Centrada en el diálogo imaginario de María, reina de Escocia, e Isabel, reina de Inglaterra. Estas contemporáneas, nunca se conocieron.
En consonancia con ello, la pieza Cartas cruzadas se basa en los hechos históricos que, supuestamente, enfrentaron a la reina de Inglaterra Isabel I, hija de Enrique VIII, con su hermana María, casada con el monarca, acusado de asesinar a Enrique VIII. Isabel acusa a su propia hermana de traición, por lo que María es condenada a muerte.
Tal también se apuntaba en el programa del estreno de la obra. La historia y los personajes de Cartas cruzadas es sólo una vía para reflexionar. Desde nuestro tiempo, sobre temas que mantienen una extraña vigencia. El poder, amor, vínculos de sangre, estado y fronteras separan personas y naciones.
A ello, añade el crítico, que tales hechos mantienen una lamentable actualidad que orienta y dirige.
Escrita como una analogía o una metáfora sobre las acciones del poder y la libertad individual, la acción transcurre en una noche única, en vísperas de la ejecución de María en el Castillo de Fotheringhay.
La visita de Isabel, pocas horas antes de la ejecución, desata el fluir de los recuerdos, imágenes y evocaciones de los dos personajes hasta el momento de la muerte de María. Esta última, narrada desde la visión o la imagen de Isabel.
Asimismo, en las notas del programa, se formulaba en 2014 la inquisitorial pregunta: ¿Encuentro real o imaginario? Y se respondía: La historiografía tradicional niega la posibilidad de este encuentro.
Pero la invención poética, desde Schiller hasta nuestros días —en novelas, filmes, adaptaciones y versiones teatrales—, insiste en la ideación de ese espacio mítico, hechizado, donde las miradas se cruzan y la metáfora histórica opera contra las divisiones y la guerra. A favor de la unidad y la paz entre naciones. De cierta forma, la acción funciona como un exorcismo que pregunta. ¿Quiénes son esos rostros, más allá de las máscaras, el vestuario, y las convenciones de época? En otra dimensión, el juego teatral descubre, desde el lenguaje de la imagen, las razones más íntimas y secretas de los personajes. Como su infancia, juventud y rebeldía. Son acciones que van trazando un destino. Al final de la representación, se revelan sus claves: el hilo invisible que recorre la historia.
Los personajes son interpretados con oficio, dominio y tonalidades, por la cubana Susana Pérez y la española Rocío Carmona. Como pausas, cadena de acciones y sentido de la verdad.
Para apoyar este atractivo juego de identidades la puesta de Lilliam Vega se vale de recursos escénicos aprendidos como actriz y realizadora. Estas profesiones le vienen de su progenitora: la mítica actriz, reconocida directora escénica y Premio Nacional de Teatro Flora Lauten. Utiliza títeres, pantomima y cierto tono entre trágico y farsesco.
Asimismo los decisivos diseños de luces (Richard Rodríguez), música y sonido (Héctor Agüero), la coreografía (Rubén Romeu), como la cuidada asistencia de dirección (Loipa Alonso).
La puesta se enriquece aún más por no pocas ganancias, como: la belleza de la sencillez (ganada por los ya mencionados diseños de luces, música y coreográficos), la economía de medios (el escenario desnudo: solo las actrices, apoyadas por sus méritos arriba enunciados, como por los aciertos plásticos, musicales y coreográficos) y un acertado ritmo que nunca decae. Sino, al contrario, va in crescendo para finalmente conjuntar decisivas características acordes con el teatro contemporáneo.
En este sentido logra los óptimos resultados visionados que agradeciera, con los espectadores de pie. pero hay que recordar una de las verdades de perogrullo: el teatro es, también y sobre todo, recreación de una suprarrealidad, en no pocas ocasiones más rica que la vivida en la cotidiana existencia.
Mas es beneficiada por otras manifestaciones artísticas, mostradas, a través de la cuarta pared. Una decisiva ventana que permite convencer y vencer a los deslumbrados espectadores en este acierto poco común, casi nunca disfrutado en las obras y puestas estrenadas en nuestra ciudad, referidas, por lo general, a la cotidiana vida, en las que apenas suele mostrarse el más elemental humor, harto directo, poco imaginativo.
Con los anteriores apuntes a su favor —elementos esenciales y generadores del mágico miniuniverso que, como distintiva rara avis, la tiñen de invaluable poética, dimensionándola aún más—, la hermosa propuesta del talentoso equipo de El Ingenio Teatro: Cartas cruzadas, por sus loables características, quedará en este 2017, tal cuando se estrenara, tres años atrás, como uno de los títulos esenciales de la escena miamense.
Y, finalmente, otro decisivo aspecto: la puesta de Cartas cruzadas abrió con el mayor lucimiento y calidad este importante evento que, desde ya, promete ofrecer el requerido aliento al teatro de ideas y reflexión, como de la necesaria calidad a los fans de las tablas.
