Las Niñas de Cádiz tienen un humor inteligente y desternillante, a la vez. Su escuela viene del Teatro La Zaranda, con Eusebio Calonge como gran maestro. No podía ser de otra manera, entonces. Así, vuelven a Teatro del Barrio, en Madrid, con una historia de más de 2.500 años de antigüedad, contada, esta vez, desde una Atenas con acento gaditano: Lysístrata. En esta ocasión, el grupo de mujeres asume, con humor y alegría, la dura empresa de acabar con la guerra. Para ello, cuenta con un arma infalible: la huelga de sexo.
La elección del comediógrafo Aristófanes como punto de partida para este trabajo no es casual. Para el colectivo artístico, se trata “del máximo representante de la poca vergüenza clásica”. “Humor, música, irreverencia, carnaval, pasión, libertad… Esta es nuestra propuesta para uno de los grandes clásicos de la escena, que reinterpretamos desde nuestro particular punto de vista, sin prejuicios y llenas de entusiasmo”, añade el grupo.
Vigencia de un clásico
A nadie se le escapa la vigencia que siguen manteniendo las once obras que se han conservado de Aristófanes, a pesar de estar escritas en torno al año 400 a.C. Una vigencia que conmueve y entristece a partes iguales, según señala el grupo en nota de prensa. Las guerras, la decadencia del sistema político, los intentos de relegar siempre a la mujer a un segundo plano, la lucha por imponer los intereses propios al bien común…
La versión de Las Niñas de Cádiz, que cada vez toman más renombre en la escena española, llevan el clásico al extremo en una comedia griega con muchos puntos en común con la realidad actual, a través de la puesta en escena y los contendidos del carnaval gaditano actual.
Tras estudiar con detenimiento los once textos conservados de Aristófanes, han escogido por Lysístrata, justamente por buscar un nuevo enfoque sobre la guerra y la importancia de la mujer para construir un nuevo orden mundial, “optimista, justo y solidario”.
De este modo, han incluido algunos pasajes de otra obra de Aristófanes llamada La Paz, que a su juicio debían estar en la función por su “enorme brillantez y su actualidad”. “Pero, en general, hemos respetado el texto íntegro de Lysístrata. Bueno, hemos respetado… a nuestra manera”, explica la compañía.
Sobre Las Niñas de Cádiz
Su propio nombre, Las Niñas de Cádiz, es una declaración de principios. Una referencia explícita a las Puellae Gaditanae, bailarinas y cantantes celebradísimas del Imperio Romano. Mujeres artistas, populares, irreverentes, provocadoras y libres.
Las Niñas de Cádiz es una compañía de teatro que trabaja desde las raíces, fusionando elementos de la cultura popular y el folklore con otros de la denominada tradición culta. Y siempre desde el humor. Para ellas, el humor es una manera de mirar la vida, de entenderla, de sentirla… Por más que los temas abordados en sus funciones sean universales, trágicos o profundos, no pueden abandonar nunca la risa. Es la herencia recibida de Cádiz, esa Tortuga fenicia de Lorca, una tierra milenaria cuya idiosincrasia no deja nunca de inspirar a este colectivo: “Habla al mundo desde tu aldea”, decía Tolstoi.
Con información de prensa
Huelga de sexo: Las Niñas de Cádiz y su versión de Lysístrata