Andrea Quintero.- La doctora Edeltraud realiza el primer enigma: “Un hombre camina bajo la lluvia, sin nada que le cubra la cabeza y nunca se moja un solo pelo”. Hay silencio en la sala. Carlos comienza a buscar una respuesta. Un espectador susurra: “¡Es calvo, no se mojo ni un solo pelo porque es calvo”. A medida que Carlos camina de un lado al otro en el proscenio, imitando las posibles maneras en las que el hombre pudo caminar para no mojarse el pelo, el joven del público sigue repitiendo la respuesta como si el actor, diez filas adelante, pudiera escucharlo.
El público ríe. Inevitablemente, la obra se ha convertido en un juego de acertijos que mantiene al espectador atento. En cada nuevo enigma de la doctora Edeltraud se suman nuevas voces que intentan adivinar las respuestas.
Bajo la dirección del cineasta y crítico teatral Daniel Dannery, el Grupo Teatral Skena presenta IDIOTA, del español Jordi Casanovas. Una comedia que entre risas ingenuas e ironías introduce al espectador en un juego de engaños, en el que Carlos Valera debe resolver los enigmas con el único objetivo de ganarse una gran cantidad de dinero.
El protagonista es un hombre divertido, chistoso y distraído que se encuentra en una situación económica difícil. Tras leer un anuncio en la prensa acude a un centro de investigación para someterse a un experimento social a cambio de una considerable suma de dinero. Es un trabajo sencillo, simplemente debe responder cada uno de los acertijos que le coloca la doctora Edeltraud. Pero hay un detalle peligroso. Si se equivoca, lastiman a un miembro de su familia.
Las actuaciones de Basilio Álvarez, como Carlos, y Sonia Villamizar, como Edeltraud lleva de la risa a la incomodidad a los espectadores. Caracajadas que, a medida que transcurre la obra, se transforman en silencios tensos cada vez más prolongados.
La frase promocional de la pieza “¿hasta dónde serías capaz de llegar por mucho dinero?” resuena en la cabeza durante la función. Especialmente en un país como Venezuela en el que se necesitan 17 sueldos mínimos para adquirir la canasta básica, de acuerdo con el Centro de Documentación y Análisis Social (CENDAS, noviembre, 2016).
Una realidad miserable golpea a la cara a ciudadanos carcomidos por sistemas fracasados. El humano, abrumado por una posibilidad económica que se abre delante, podría ser capaz de todo, aunque esto afecte su seguridad y la de su familia. Es una premisa evidente en la trama de la obra, pero palpable en la vida real. Cerca de 2 millones de venezolanos se han aferrado en los últimos años a los Comités Locales de Abastecimientos y Producción (CLAP), y a otras soluciones fáciles brindadas por un Estado que ha sido capaz de corromper los valores de una sociedad a cambio de votos. El humano consigue lo que quiere, tapa su miseria con un paño caliente, por necesidad y miedo, ¿a cambio de qué? Quizás es un ejemplo extremista, pero sin duda IDIOTA deja entrever, desde la ficción, lo macabro que puede llegar a ser el juego entre el dinero, la necesidad y el poder.
Precisamente, Dannery ha expresado sobre la obra que “a pesar de que IDIOTA puede estar disfrazada de un teatro comercial, o un teatro muy superficial, no lo es. Es una obra que invita a la reflexión sobre nuestra propia idiotez. Sobre todo en estos tiempos que estamos viviendo actualmente en Venezuela. Invita a reflexionar sobre nosotros mismos, sobre la dignidad y hasta dónde vamos a ser capaces de llegar con relación a lo que somos como personas, como seres civilizados”.
La obra se estará presentando todos los viernes a las 6:00 de la tarde y sábados y domingos a las 5:00 de la tarde hasta el 1 de marzo, en el Trasnocho Cultural.
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