Entrevistamos a la poeta venezolana Ivana Aponte, actualmente radicada en Santiago de Chile. Sus poemas han sido publicados en la revista de literatura y arte LP5, en el compilado Me vibra II: brevísima antología arbitraria Panamá-Venezuela (LP5 Editora, 2020), y en Orquídeas voces: muestra de poesía venezolana contemporánea (Fundación Neruda, 2021) y en la revista Letralia.
Define la poesía como el arte más primario, el modelado de las palabras que nos une con otros y con nosotros mismos. “Es el arte de quienes no quieren sentirse profundamente solos”, enfatiza.
La escritura y la poesía
Manifiesta que para ella escribir es como el clima, a veces experimenta sequías. Otras veces aguaceros, sobre todo si hay algún tema o situación que le inquieta mucho. Esa lluvia genera brotes de poemas nuevos o revisiones. “En este momento tengo algunos textos que todavía no están listos y los corrijo durante el aguacero”, manifiesta.
No tengo una rutina específica para escribir. Mi cabeza no tiene pronóstico del clima
En el último tiempo ha escrito menos sobre ella y más sobre el amor y sus manifestaciones. Tiene un poemario en desarrollo sobre eso. También está trabajando en otro muy político, en el que retrata las facetas de los autoritarismos y los totalitarismos. “Creo que no dejaré de escribir sobre la condición humana, la belleza y la muerte”, recalca.
Comenta que quisiera contar dos anécdotas sobre como llegó a la poesía, dice que tuvo dos primeras veces, muy diferentes, en las que se encontró de manera consciente. Una ocurrió desde el cariño. La otra ocurrió desde el dolor.
Su primer encuentro con la poesía fue cuando su mamá le leyó Margarita, de Rubén Darío. Tendría unos 4 o 5 años. En esa época ella le leía los libros de Ekaré y le mostraba las ilustraciones, que ella veía con fascinación. “Margarita, está linda la mar / y el viento / lleva esencia sutil de azahar / yo siento…”. “Curiosamente tengo problemas para recordar versos, pero esos no se me olvidan. Ese libro sigue en mi casa, en Venezuela”, apunta.
La segunda “primera vez” fue cuando leyó los poemas asignados para el curso de poesía del quinto año de la carrera de Letras, en 2012. Cuenta que tuvo el placer de tener como profesor a Rafael Castillo Zapata quien le dio clases en la UCAB justo ese año. Leía a Rimbaud, Baudelaire, Pound, Celan con este último sintió el hachazo en el mar helado, como dijo Kafka, tras leer Fuga de muerte. “A pesar de que yo ya había leído poesía durante años, esta etapa consolidó mi amor por el género. Debo darle las gracias a Castillo Zapata por sus clases”, puntualiza.
Poesía en introspección
Cuenta que comenzó a escribir de manera esporádica en el 2012 o 2013, lo tomó en serio hace apenas dos años. Al principio escribía para ella. Aquello consistía en pensar y representar sus emociones y recuerdos. Luego incorporó la experimentación formal, el trabajo de la palabra, el sonido, el ritmo y el concepto. “Todo esto fue posible gracias a lecturas profundas de muchos poetas, la conversación con compañeros poetas, y la autocrítica. Sigo creciendo y aprendiendo”, señala.
Con respecto a sus motivaciones para escribir confiesa que han sido sus propias vivencias, en especial durante su primera etapa, tras una crisis emocional.
Relata que al asistir a sesiones de psicoterapia, su psicóloga le preguntó cómo trataba de lidiar con la angustia, y le respondió que lo hacía por medio de la escritura. Ella, entonces, la alentó a escribir sobre aquello que le generaba inquietud, rabia, miedo… Le dijo que le diera forma a todas sus emociones por medio de la palabra escrita para que de ese modo pudiera canalizarlas, al mismo tiempo que cultivara el autoconocimiento.
También le recomendó recrear su infancia, adolescencia y adultez. Gracias a todo eso, pudo unir las piezas que le permitieron identificar claramente lo que le había aquejado por años: la depresión y la ansiedad. “Tener consciencia del desarrollo de las crisis me permitió detectar sus “pródromos”, es decir, sus primeras señales de aparición”, asegura.
A veces piensa en una cita de Tchaikovsky: “en verdad, de no ser por la música, habría más razones para volverse loco”. Su relación con la poesía es un poco similar. Junto con el amor de ella hacia sus seres queridos y la capacidad de encontrar belleza.
la poesía me ha ayudado a seguir encontrándole sentido a la vida.
En estos tiempos de pandemia la escritura ha sido su vía de escape para la la incertidumbre y el malestar del encierro. Pese a sus efectos terribles, paradójicamente ha sido un evento que hizo florecer la experimentación y reflexión. “Todo parece indicar que hay mayor productividad durante las crisis porque hay una gran necesidad de apoyo y comunicación. El confinamiento nos ha privado de los abrazos”, afirma.
La palabra se ha vuelto aquel abrazo que tanto necesitamos. Escribirnos, leernos y escucharnos recitar ha ayudado a sentirnos menos solos.
Poesía venezolana y latinoamericana
Con respecto al movimiento poético le gustan muchos poetas, que lee según su estado de ánimo y sus búsquedas. Nombra a Alejandra Pizarnik, Paul Celan, Arthur Rimbaud, José Antonio Ramos Sucre, Rafael Cadenas, Armando Rojas Guardia, Rafael Castillo Zapata, Alfonsina Storni, Hanni Ossott, Wisława Szymborska, Federico García Lorca, Miguel Hernández, César Cabello, Tomás Harris, Oscar Hahn, Oliverio Girondo, Miyo Vestrini, Ósip Mandelshtam, Anna Ajmátova… Me han gustado también los poemas de Raquel Abend van Dalen, Arístides Rivodó, Marta Sojo, Sara Emmanuel Viloria, Gladys Mendía, Elizaria Flores, Eva Tizzani.
Reflexiona que se siente muy feliz por la riqueza de la poesía venezolana y latinoamericana que ha habido en los últimos años. El internet y las redes sociales, al igual que la ruptura de los cánones tradicionales de la crítica literaria, han abonado las traducciones, las múltiples editoriales independientes y los espacios de difusión y reflexión poética (talleres, revistas, concursos). Todo ello ha contribuido con esa explosión de diversidad.
El caso de Venezuela ha sido muy especial, pues cree que nunca se había difundido tanta poesía venezolana como ahora, sea canónica o contemporánea, sea de poetas con trayectoria o nóveles. Es un efecto de, por un lado, la migración y, por otro, de la resistencia frente al horror que hemos vivido los venezolanos por más de veinte años, concluye.
Las crisis son el espacio donde urgen la expresión, la creatividad y la resistencia.
Publicaciones
Manifiesta que al principio pensaba que sus poemas eran demasiado personales y viscerales para ser publicados. Solo se los leía a su psicóloga para un fin terapéutico. Sin embargo, en 2019, en un café, se los mostró a quien ahora es su pareja, David. Él se interesó mucho en ellos y quiso incluirlos en su proyecto de poesía de venezolanos en Chile. “Él me ha apoyado muchísimo en todo sentido y también me ha ayudado a nutrir mi poesía”.
Tras esa tarde en el café, en 2020 se animó a enseñar sus poemas a otras personas, incluyendo a Gladys Mendía, editora de la revista LP5. Se los envió por correo y, tiempo después, ella le respondió con una serie de recomendaciones. “Me dijo que revisara mis poemas según mi ritmo, que los dejara reposar y los leyera en voz alta. Eso hice y, en efecto, empecé a corregir durante meses. Luego le envié las nuevas versiones y decidió publicar una selección en mayo de 2020 en su revista”, comenta.
Más adelante fue invitada a ser parte de la antología Me vibra II: brevísima antología arbitraria Panamá-Venezuela, la cual fue publicada en julio del mismo año. “Yo estaba muy emocionada y agradecida. Aprecio mucho a Gladys por haber creído en mi escritura”.
Todavía Ivana Aponte no ha publicado poemarios, aunque tiene en construcción tres, que espera publicar en un futuro cercano. Por ahora he sido publicada en las siguientes antologías y revistas digitales:
- Muestra poética desde la revista LP5 (2020)
- Participación en la antología Me vibra II: Brevísima antología arbitraria Panamá-Venezuela, publicada por LP5 Editora (2020)
- Participación en la antología Orquídeas voces: Muestra de poesía venezolana contemporánea (Fundación Pablo Neruda, 2021)
- Muestra poética desde la revista Letralia (2021)
También he sido grabada para los siguientes eventos:
- Participación en el III Coloquio de Poesía Chilena en Dictadura y Postdictadura (organizado por la Universidad de Chile, 2020). Lectura del poema político “T”.
Lectura de “Lazos” para un videopoema de la revista LP5 (2021)
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