La legendaria Sofía Imber era una mujer fascinante, con una vida insólita y novelesca. Así la describe el periodista Diego Arroyo Gil, autor del libro La señora Ímber, genio y figura, publicado en 2016, que plasma en primera persona tres años de conversaciones con la fundadora del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas.
Con esta pasión, el actor, director y dramaturgo Javier Vidal lleva al teatro su vida y trayectoria en La señora Ímber, un homenaje que protagoniza su esposa, la reconocida actriz Julie Restifo. En escena la acompaña Leonardo Aldana, quien encarnará al mismo tiempo a Arroyo y a los dos esposos de Imber, Guillermo Meneses y Carlos Rangel.
Para el director teatral, y sus creadores, la historia de Ímber no deja de tener relevancia. La promotora cultural de origen rumano destacó en el periodismo cultural de Venezuela, pero también al frente del que se convertiría en uno de los museos más importantes de América Latina, que dirigió durante 30 años, hasta ser destituida durante una transmisión del programa de televisión Aló Presidente por el entonces presidente de Venezuela Hugo Chávez, en respuesta a su participación en la firma de una carta que criticaba el antisemitismo del entonces presidente Chávez.
Poco después comenzaron a desaparecer las obras del MACC, que posiblemente estén en poder de figuras del chavismo. Hoy en día, su herencia, la pinacoteca, está en decadencia, y abandonado por la administración pública de los gobiernos de Chávez y Nicolás Maduro.
Llevar su vida a las tablas es una osadía que, quizás, sirve para entender la cultura venezolana y para recordar a una de las figuras más importantes de la historia artística del país.
Sobre esto habló Vidal en entrevista con El-Teatro.
-¿Por qué lleva la historia de Ímber al teatro?
Me atrae mucho la personalidad de Sofía Ímber a quien conocí. Fue mi maestra en periodismo, mientras me graduaba como comunicador social comencé a trabajar en las páginas culturales de El Universal, periódico a cargo de Sofía en ese entonces. Fue mi jefa, mi amiga y mamá de Adriana Meneses que fue mi alumna.
Yo estuve trabajando en El Universal como redactor y luego me ganó en espacio y tiempo la televisión, pero no dejé de escribir mi columna. Hasta que Sofía dejó las páginas culturales en ese periódico y me cambié al diario El Nacional.
Una vez presentado el libro La señora Imber de Diego Arroyo Gil, consideré que había posibilidades de llevarlo al teatro. Junto al productor Samuel Hurtado, asociado a la productora Forma Creativa comenzamos a darle vueltas al asunto. Se lo comentamos primero al mismo Diego Arroyo, aún estaba viva Sofía. Y en un determinado momento cuando ya consideramos que era hora, hice la versión rápido. Se la entregamos también a Diego, le pareció muy bien y se la ofrecimos a Julie.
-¿Cuándo tiempo transcurrió entre el momento que lee el libro y monta la obra?
Estuve montando dos obras mías La íntima del presidente y La catira del general, estaba sumamente ocupado para cuando salió el libro. Pero el año pasado para el mes de septiembre, Samuel dijo, tienes que hacerlo porque va para el año que viene (2019) y lo hicimos, en una semana finalicé la lectura. El libro estaba allí pero yo no tenía posibilidades de trabajarlo porque tenía otras actividades.
¿Qué aspectos de la personalidad de Sofía Ímber se ven en la obra?
Lo que va a aparecer en escena es la Sofía Ímber de Arroyo. El personaje que interpreta Julie va contando su vida. Hay una columna vertebral muy importante que son los amores. Primero los dos grandes amores como fueron Guillermo Meneses y Carlos Rangel y de otro tipo de relaciones que fueron tanto reales como atribuidas, ella también habla.
Y el hecho de que Sofía fuera también una personalidad, lo digo incluso desde el punto de vista psicoanalítico.
Ella sentía que tenía una angustia que luego denominó angustia de nada, y fue atendida por el psicoanalista francés Daniel Lagache, quien la trató desde el año 1953 a 1957. Terminó siendo un caso clínico del doctor y apareció en uno de los libros de él. Eso es algo que no se conoce y creo que es muy importante.
Aparte de lo que significó la personalidad de Sofía Ímber en los medios de comunicación, de la televisión y de la gran estructura artística y cultural que es el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas que fundó.
-¿Cómo ve a Julie Restifo en la interpretación de este personaje, qué destaca de su rol?
Es un gran reto. Yo que convivo con ella, sé lo obsesionada que se ha puesto con este personaje, sé que no la deja. Es un gran reto porque a pesar de que tendrá el apoyo de una presencia masculina que interpreta Leonardo Aldana, que es Diego Arroyo, su biógrafo, Guillermo Meneses y Carlos Rangel, ella es quien está todo el tiempo en escena hablando. Es un gran reto para cualquier actriz y su carrera.
-Una vez más lo vemos en distintos roles, aquí escribiendo y dirigiendo…
Me basé en la versión que yo hice de la señora Ímber, mi trabajo fue una adaptación. Hay un cuadro que se llama Esto no es una pipa (porque el cuadro no es una pipa sino una imagen de ella), pues para mí el teatro es eso.
Con la obra dije: esto no es la casa de Sofía Ímber. No es un museo. Esto es un escenario y como tal, yo voy semantizando los espacios, la mesa, la mesa de Guillermo que es la de Sofía y la de Rangel. Los roles de actor y de director son cambiantes y uno tiene que saber cómo interpretarlos, es como para una persona normal el rol de padre o de empresario, cuando estás interpretando uno de ellos, no los puedes mezclar y valorar cada uno.
-En esta etapa de su carrera, ¿le gusta más la dirección?
Desde el punto de vista de la adrenalina, me gusta más la actuación. Mientras que como director me siento con cierta comodidad, es como mi zona de confort. Luego el trabajo de dramaturgo es completamente solitario.
-¿Qué es lo más difícil de dirigir a su esposa?
Eeeeh (risas) es un secreto guardado. Creo que ha sido todo lo contrario a un paseo, conozco a Julie desde hace muchos años, sé lo que da, hasta dónde, es actriz y directora, su propuesta como actriz incluye también una dirección y siempre hay un diálogo.
-¿Y lo más difícil de hacer teatro en Venezuela actualmente?
Lo más difícil de hacer teatro en Venezuela es vivir en ella.
Esto es un acto de resistencia, tozudez, terquedad, para dejar a un lado, destruir esta gran máquina de animales en la que han convertido Venezuela, porque nos han llevado a un estado de sobrevivencia.
Cuando hacemos teatro, cuando los artistas hacen lo que deben hacer le estamos dando la posibilidad a nuestro público que de supere la difícil situación, hacer teatro es vencer a la barbarie que nos ha impuesto este régimen completamente fascista que quiere acabar con la forma y esencia de lo que es el ser humano, para convertirnos en verdaderos animales que sólo nos levantamos en la mañana para buscar comida.
Es la cultura la que nos diferencia de los animales. Ahora estamos contra viento y marea, contra todo, cuesta mucho hacerlo y por eso espero que el público asista y la disfrute, que vaya al teatro.-
-¿Qué opinión tiene de los nuevos talentos que no ven un futuro en el país y piensan en emigrar?
Esta nueva generación carece de nostalgia. No tiene la preferencia que tuve yo de joven, que hacía otro tipo de teatro, las nuevas generaciones sólo han visto lo que hace el Teatro Trasnocho, el microteatro. Y creen que es el único teatro que se puede hacer o el único teatro posible.
Lo que digo es que también tengan un acto de resistencia y las fuerzas para cambiar las cosas. Pero si el país no les produce ningún tipo de anhelo no tienen por qué quedarse.
Yo no critico a los jóvenes colegas que comienzan la carrera y se quieren ir, no saben que hacer, porque el país no les está dando oportunidades. Es un caso muy diferente a la generación a la que yo represento que sí me quiero quedar porque sé que quiero hacer todos los esfuerzos de ver cambiado el país que han destruido de forma sistemática todos los días.
Coordenadas, Sofía Ímber
Las funciones de La señora Ímber serán los días jueves 23 de mayo a las 7:00 pm, viernes 24, a las 6:00 pm, sábado 25 a las 5:00 pm y domingo 26 de mayo a las 11:00 am, con probable función a las 4:00 pm.
Vidal acotó que el 10 de julio la pieza se trasladará a Miami con 10 funciones en dos semanas.