Hubo un derrame en mi boca
cuando tus dedos descubrieron
el momento.
Jennifer Ávila
“La poesía es el instinto de belleza en todo aquello que hace resonancia conmigo”, así define la poesía la poeta venezolana Jennifer Ávila. El-Teatro la entrevistó sobre su proceso creativo y su pasión por la escritura. Sus poemas han sido publicados en los portales Web: Poetas Hispanos, Team Poetero y Guayoyo en letras.
Jennifer Ávila cuenta que fue una niña, siempre grandilocuente, imaginando historias fantásticas. Amaba con fervor la rutina de su padre leyéndole cuentos infantiles a cualquier hora del día, mientras interpretaba a cada personaje sin perder el mínimo detalle. Lo escuchaba expectante.
Comenta que le fascinaba dirigir, además de ser líder, empezó a escribir historias que luego sus primas menores actuaban frente a los demás familiares. “En la adolescencia me apliqué más a la lectura, mis padres me regalaron un diario chiquito, morado, con candado y llave, muchas de las reflexiones alcanzadas en mis lecturas las descargaba en ese diario, poco a poco me encontré naturalmente haciendo versos”, enfatiza.
¿Cuándo empezaste a escribir poemas lo hiciste de manera consciente en el sentido de los parámetros poéticos o simplemente eran cosas que te pasaban y las escribías para ti?
Lo hice de manera consciente porque siempre pensaba en el hecho artístico, buscando la cadencia poética, el verso libre.
Poetas que son inspiración y referente en tus poemas
Existen dos nombres fundamentales, el primero, Leonardo Padrón. Es un poeta amoroso, indeclinable y predicador de la ciudad. Reconozco en mi poesía aproximación a sus versos y tono. Me embelesa su tratamiento con lo femenino. La segunda, Gabriela Rosas. Con ella encontré un camino para siempre, indeterminable como la poesía misma, su formación y acompañamiento han forjado parte de mi carácter como poeta.
También soy seguidora de Cadenas, Montejo, Rojas Guardia, Cortázar, Pizarnik, Eleonora Requena, Edda Armas, Cecilia Ortiz, Valeria Pariso, Elvira Sastre, Julia Santibánez, Ana Jimena Sánchez, entre otros.
En el contexto que estamos viviendo por la pandemia ¿cómo ha sido tu conexión con la escritura?
Santa Teresa decía: “Toda alma necesita un desaguadero”. Y eso ha significado la poesía en este tiempo tortuoso e incierto, un gran desahogo y remanente de paz, en ella consigo todo lo que busco. Todos los días escribo. Todos los días leo poesía.
¿Te interesó alguna vez publicar o solo escribías para ti o estás en el proceso de hacerlo?
Me interesa publicar y estoy abocada a terminar mi primer poemario. Es un sueño por cumplir. Y los sueños se cumplen.
- A continuación un poema:
La separación
Esto no es un poema, es el monólogo de las paredes
Oficia el desahucio
una ciruela abandonada en la nevera.
Sola.
Solisima en el percance de pudrirse.
Esto no es un poema.
es el inventario olvidado de los abogados
Nuestra casa:
Una sofá mustio donde reposan pezones de hollín
Saliva espesa, sexo seco.
Una lengua retorcida hurgando los rincones más íntimos
buscándote,
buscándome
¿Habrá una boca de turno donde pueda mojarla?
Esto no es un poema,
es la austeridad de nuestras sombras.