Tras desarrollar carreras paralelas en diversos grupos actorales, tres jóvenes decidieron formar su propia fundación cultural sin fines de lucro con la única intención de llevar el teatro a la calle y formar gratuitamente a quienes sienten afinidad por el oficio.
Así surgió Corazón Teatrero, organización que a poco menos de un año de nacida ha logrado hacer una decena de presentaciones en diversas comunidades populares de Los Teques, donde llevan un mensaje a través de piezas que son escritas, dirigidas y protagonizadas por estos jóvenes.
“El teatro es o muy comercial o cae en temas triviales como la droga y la prostitución, por lo que nuestra apuesta es romper esos paradigmas a nivel de contenido y espacios de presentación, pues consideramos que hay que recuperar plazas y redomas para brindar sano entretenimiento”, explicó Yedmely Contreras, quien con tan solo 19 años de edad es parte de la directiva de esta organización.
Este grupo además dicta talleres de oratoria, dicción y forma a niños y adolescentes para ser recreadores.
“El camino no ha sido fácil. Hay mucha competitividad, muchas veces no sana, sin embargo, no venimos para competir sino para servir.Creemos que la cultura es parte de la solución a la crisis del país y en la medida que demos opciones a los chamos para que tengan algo que hacer, se mantendrán alejados del ocio”, afirma.
La opinión es compartida por Lázaro Rodríguez, quien desde niño se refugió en el teatro para no caer en malos pasos.
“Veo algunos primos que se metieron en problemas y me digo a mi mismo que sin esta opción en mi vida tal vez yo hubiera tenido el mismo destino. Es por eso que me gusta socializar esta pasión para sembrar este corazón teatrero que forme las generaciones futuras”.
El triángulo lo cierra Jacson Medina, que afirmó que el punto de encuentro para los ensayos y talleres es la Casa Arturo Michelena de Los Teques, donde cada sábado se ve casi a un veintenar de personas de distintas edades listas para dar lo mejor de sí.
Han logrado alianzas con distintos entes públicos y están haciendo las diligencias para presentarse en los espacios del Hospital Victorino Santaella, regalando así un rato distinto a los pacientes.