Ya están agotadas las entradas para ver el más reciente espectáculo de quien nunca se deja de hablar. Angélica Liddell, artista imprescindible del teatro europeo de vanguardia, presenta una nueva puesta en escena transgresora y visceral con Trilogía del infinito.
Con este montaje, compuesto por las piezas Esta breve tragedia de la carne, ¿Qué haré yo con esta espada? y Génesis 6, 6-7, la directora, dramaturga y actriz (Premio Ojo Crítico, Premio Valle-Inclán, Premio Nacional de Literatura Dramática, León de Plata en la Bienal de Venecia, Chevalier de las Artes y las Letras de Francia) propone un canto a lo irracional en el que expresar la nostalgia de la belleza perdida, de acuerdo con una nota publicada por ArtezBlai.
En palabras de Liddell: “La Trilogía del infinito no es nada más que la nostalgia de la belleza perdida, y como Hiperión, la belleza no se alcanza sin hacer la guerra, sin un acto violento que nos devuelva al origen, al silencio, a la oscuridad, cuando solo existía Dios y el verbo era canto, sin nombre para las cosas, una inversión del Génesis hasta llegar a las tinieblas, antes de la creación de la materia. La Trilogía del infinito es un canto a lo absoluto, a lo irracional, que solo se encuentra en el triángulo belleza-erotismo-muerte, como la máxima violencia que nos devuelve a la energía originaria, tinieblas, seno materno, o el instante anterior al Big Bang”. Un tríptico para el que Liddell se pregunta: “¿Qué somos sobre una mesa de disección? ¿Qué somos entre los dientes de un caníbal?”.
“Nos queremos enfrentar a autopsias y a caníbales, y a la asombrosa audacia y la espantosa profundidad de los mitos trágicos. El estudio de la descomposición humana es el primer paso para la revelación del espíritu. Todos deberíamos tener granjas de cadáveres”.
La primera pieza, Esta breve tragedia de la carne, estrenada en 2015 en el Festival La Bâtie de Ginebra, se inspira en la poeta estadounidense Emily Dickinson.
Según Liddell, “Emily no es un hombre ni una mujer sino una tierra de indios, de raptos, asesinatos y canibalismo, donde cada persona es un fusil cargado, donde el Dios de la ira alimenta la ira de los hijos de Dios. Emily desafía al mundo racional con su inteligencia y su encierro, con el enigma, rompiendo la ley de la comunicación, indiferente a la cronología mundana. A más encierro más contacto con el infinito. No fue amada porque nadie acepta ser amado por un fusil”. Esta breve tragedia de la carne podrá verse el 23 y 24 de mayo en la Sala Verde.
El segundo título de la trilogía, ¿Qué haré yo con esta espada? se estrenó en 2016 en el Festival d’Avignon. Se articula a partir de dos hechos violentos sucedidos en París: el crimen caníbal cometido por el escritor Issei Sagawa contra una estudiante holandesa y la masacre en la sala Bataclan. Para su autora, este trabajo es “una rebelión contra el racionalismo y nace del enfrentamiento entre la ley del Estado y la ley de la Poesía, entre la prosa del Estado y el arrebato del Espíritu”. El 26 y 27 de mayo en la Sala Roja.
Génesis 6, 6-7 cierra Trilogía del infinito. La pieza se estrenó en 2017 en Napoli Teatro Festival y parte del universo poético del Antiguo Testamento y de la energía mítica de Medea. “Este Génesis se pone de acuerdo con la ira de Dios para devolver al mundo a las tinieblas. Un mundo agotado de soportar su miseria. Un mundo que no puede resolverse desde el materialismo ni el mecanismo horizontal sino mediante lo sagrado vertical”, explica la directora española. El 29 y 30 de mayo en la Sala Roja.