La Asociación Venezolana de Crítica Teatral (AVENCRIT) celebró sus diez años con la premiación a lo mejor del teatro nacional. Una noche donde fueron galardonados actores, productores, directores, escenógrafos, iluminadores que hacen vida en la escena cultural en Caracas.
A continuación parte del discurso de Yoyiana Ahumda, miembro de AVENCRIT:
“Hoy hace diez años un conjunto de hombres amantes y hacedores de teatro venezolano decidieron dar un paso adelante: el escritor, investigador, crítico y profesor Carlos Herrera, el columnista y también crítico Edgar Antonio Moreno Uribe, los dramaturgos, directores y profesores: Luis Alberto Rosas y Bruno Mateo, junto a los críticos Joaquin Lugo y Walter De Andrade. Fundaban una asociación que venía a unirse a la larga tradición de la crítica teatral de Venezuela representada por nombres como los de Leonardo Azparren Jimenez, Helena Sassone, Pablo Garcia Gámez, Juan Martinez de la Vega, Eduardo Robles Piquer (RAS), Rubén Monasterios, Javier Vidal, Andreina Gomez, Cheffi Borzacchini, Ida Gramcko, entre tantos nombres y gremios que vienen asociados a una práctica y ejercicio de la crítica desde los diarios y revistas.
Al día de hoy en AVENCRIT quedan dos miembros del equipo fundador: el actual Presidente Luis Alberto Rosas y nuestro querido Joaquin Lugo, a quienes se han unido el Director del Trasnocho Cultural, el crítico de cine y gestor cultural, Jose Pisano y esta servidora, la escritora y periodista Yoyiana Ahumada.
Muchos de quienes nos acompañan hoy en esta sala y entre los nominados, no tuvieron el chance de vivir la emoción contradictoria – y digo contradictoria porque no nos llamemos a engaño, la relación crítico – artista siempre ha sido de amor -odio- que significa-ba saber si una obra era comentada en la columna del sábado de mengano o sutano de El Nacional “que tiene una lengua” “que no le gusta nada”…
Se extrañan esos tiempos
Simplemente porque El Nacional -hoy despojado hasta de su sede-, desapareció como lo hicieron primero las columnas dedicadas a la crítica, prácticamente en toda la prensa porque no eran rentables. Y en segundo lugar y no por ello menos importante, se acabó la era del periódico impreso en el país -tecnologías aparte – salvo des-honrosas excepciones- y revistas como Imagen, ediciones especiales, publicaciones como las de Fundarte, y hasta cuadernillos en modestas y magnificas ediciones que podían ser impresos hasta en un fondo editorial montado en la oficina de un jefe civil de San Fernando de Atabapo. “Se vende un país…” diría Chocrón. Nada. Desaparecieron.
A la desaparición de la figura del crítico en la prensa, se unió el fin de la era de los subsidios; el desvanecimiento del grupo como célula fundamental de la actividad teatral. La destrucción de la industria de la televisión. Caída y mesa limpia.
Pero como si no fuera suficiente este huracán político – histórico que arrasó hasta con la forma de nombrarnos como nación, en el año 2020, en un remoto mercado de cuyo nombre es importante acordarse… Se anunciaba una nueva peste que provenía de una región desconocida para gran parte de occidente -Wuhan- en la República Popular China. La historia la sabemos, se desataron toda clase de teorías conspiranoicas: desde un virus filtrado desde un laboratorio, ampliamente difundida por los fabricantes de fake news, hasta la famosa sopa de murciélago que traía consigo aquel diminuto y letal enemigo aventado desde el mercado de Huanan hacia el mundo.
La pandemia dividió al mundo de las artes performáticas en un antes y un después. Supimos y vivimos que durante el encierro de casi dos años, las manifestaciones culturales como la música, la danza y el teatro. Se constituyeron en contención y servicio del alma colectiva y fueron determinantes en el intento de hacer menos traumática la situación límite, que atravesaba el planeta. Los artistas se entregaron en cuerpo y alma y emplearon la tecnología para estar presentes y acompañar en el dolor, la angustia, el miedo y el desasosiego a la humanidad entera. Conciertos gratuitos, museos a ser recorridos desde los ordenadores, espectáculos de danza, temporadas de teatro de las grandes compañías, al alcance de un click. Se vaciaron las salas, bajaron los telones y se clausuraron las puertas, se apagaron los aplausos. La peste del insomnio se instaló en el alma de los creadores…
Comenzar de nuevo
El 2021 llegó con su lluvia de vacunas y la inmunidad de rebaño. Paulatina y tibiamente fueron abriéndose las salas y el aplauso regresó. Primero fueron las lecturas dramatizadas -valga aquí mencionar el trabajo hecho desde la Sala Cabrujas en un proyecto de Ivan Oropeza, por la memoria y difusión de la dramaturgia venezolana, que encontró un nido donde prodigarse, además de mostrar textos inéditos de cada dramaturgo. En un proceso que contó con la cálida compañía de un público encantado que se dejó sorprender. Por autores que nos dejaron como Javier Moreno y José Antonio Barrios, y luego Javier Vidal, Lupe Gehrenbeck, Rubén Darío Gil, José Simón Escalona, Carlota Martinez. Entonces vinieron primero de a poco, y luego como una catarata de propuestas y anhelos, los montajes.
Recordamos el clamor de nuestra querida Marisol Martinez: ¡Abran los teatros!
El 2022 trajo consigo el estallido, a tal punto que a lo largo del año se hizo prácticamente imposible cubrir todo el espectro de la oferta. Se hace teatro en el Trasnocho, el TET – Luis Peraza, en BOD, en Sala Humboldt, en La Caja de Fósforos, en La Sala Cabrujas, en La Viga, en la Sala Rios Reyna, en Unearte, en la Sala Rajatabla, en La Concha Acústica de Bello Monte, en el Alberto de Paz y Mateos, en el Teatro Municipal, en el Teatro Rio Caribe, en el Laboratorio Teatral Ana Julia Rojas, en la azotea de un edificio, en el patio de La Moreda….
El presente
Sabemos que dentro del panorama gremial el diagnóstico no es mucho mejor: estando a punto de finalizar el año 2022, en Venezuela prácticamente no existen salvo AVENCRIT y seguramente alguna otra asociación que no incluimos en este balance, gremios que agrupen no sólo la crítica organizada. Justo es decir que tampoco tienen un espacio que los agrupe, los creadores: directores, actores, dramaturgos, iluminadores, músicos, escenógrafos, productores etc.
De manera que desde este espacio de pensamiento sobre el hecho teatral, hacemos un llamado de atención y una invitación a buscar esos espacios que unan, reconozcan y repotencien el trabajo de todos. Todos que no somos solo los de la región capital. Estamos en deuda en una inmensa deuda con el teatro hecho en el interior del país.
Hoy más que nunca hemos aprendido a conjugar el verbo reinventar en todos los tiempos y modos posibles: reinventar, transformar, resurgir… repensar, pero nunca rendir. Nadie se ha quedado de brazos cruzados. Hacemos un paréntesis para reconocer el compromiso actual de comunicadores que sin haberse formado necesariamente en el rol de críticos, se esfuerzan por hacer un registro crítico-histórico: Simón Villamizar, Juan Antonio González, Zara Fermín Rapisarda, Sergio Monsalve, Catherine Medina, Humberto Sanchez Amaya, entre otros que se escapan de la memoria, pero que se empeñan en hacer camino.
Propongámonos ver el vaso medio lleno y miremos como el teatro ha recuperado espacios para renacer y mostrarse. También ha copado nuevos escenarios para seducir nuevos espectadores, en la busca de captar nuevas audiencias. Aplaudamos la fuerza que ha alcanzado un Premio como el que otorga la Fundación Isaac Chocrón, que este año sumó ocho ediciones. El Premio Marco Antonio Ettedgui que sigue en pie desde la cincuentenaria Fundación Rajatabla; reconozcamos espacios como el Festival de Jóvenes Directores de Trasnocho Cultural…
Creación-Crítica, encuentros y desencuentros:
Hasta que la muerte nos separe.
¡Que suba el telón!
Ganadores Premios AVENCRIT 2021-2022
TEATRO PARA ADULTOS
MEJOR DIRECCIÓN (Ex aequo)
- Marisol Martínez – Ubú a las puertas del cielo / A Mamá – Rajatabla / Zanvaj Producciones
- Jericó Montilla – Turba – Teatro Ceres
MEJOR PRODUCCIÓN – PREMIO “CARLOS HERRERA”
- Williams Blanco y William López – Ubú a las puertas del cielo – Rajatabla
MEJOR ACTRIZ PRINCIPAL
- Daniela Alvarado – Hamlet – Clas Producciones
MEJOR ACTOR PRINCIPAL
- Rafael Monsalve – Penitentes
MEJOR ACTRIZ DE REPARTO
- María Alejandra Tellis – Ubú a las puertas del cielo / Turba – Rajatabla / Teatro Ceres
MEJOR ACTOR DE REPARTO
- Djamil Jassir – El bramido de Düsseldorf -Deus Ex Machina
MEJOR DRAMATURGIA
- Jeizer Ruiz – Contusión / Bravo
MEJOR ESCENOGRAFÍA – PREMIO “RAFAEL SEQUERA”
- Miguel Marsán – Ubú a las puertas del cielo / Paradis – Rajatabla / Jota Producciones
MEJOR ILUMINACIÓN
- Miosothis Pineda – Pedro y el Capitán – JACCS Producciones
MEJOR VESTUARIO
- Marisol Martínez – Ubú a las puertas del cielo / Las criadas + – Rajatabla
TEATRO INFANTIL Y JUVENIL
Actor de teatro Infantil y Juvenil
- Nell Scott – Muñeco Mounstruo – La esquina cultural
Actriz de Teatro Infantil y Juvenil
- Diana Rami – Muñeco Moustruo – La esquina cultural
Dramaturgia Infantil y Juvenil
Edward Paruh – El niño descalzo – Coech Producciones
Dirección de teatro Infantil y Juvenil
- Sara Valero Zelwer – Futuro, una Nebulosa – Escuela de Teatro Musical de Petare
Producción de Teatro Infantil y Juvenil
- Anthony Castillo – El niño descalzo – Coech Producciones
Menciones especiales:
- Premio “Aquiles Baez” por música original: Daniel Jiménez y Miguel Ángel Treccia
- Reconocimiento al Grupo Apoye por la obra de teatro Down: Bendito celular.
[…] Los Premios AVENCRIT reconocieron a los creadores escénicos (Ganadores 2021-2022) […]