Todo ya ha sido escrito. Lo que cambia es la forma en que es presentado.
Bajo esta premisa, podemos decir que Lucy Jones se ha quedado sin su madre. A esto le agregamos, como si de un condimento se tratara, que su padre no la escucha. Por si fuera poco, sus compañeros de clase la toman por “loca” y su mejor amiga, Prudence, se ha ido muy lejos. Su vecino, el insoportable Junior, la hace sentir muy mal mientras que su fría madrastra le hace continuos desaires. Ante este clima, Lucy sube las escaleras que están junto a su cama para refugiarse en un pequeño ático y aislarse del mundo real y concentrarse en terminar su libro. Una historia a la que ella misma deberá ponerle un imaginario fin durante el musical de Lucy en el cielo con diamantes.
Original del uruguayo Avo Pérez y bajo la producción de la animadora Viviana Gibelli y con la dirección del músico Armando Álvarez, llega esta propuesta al Centro Cultural BOD con la premisa de despertar la legendaria música de los Beatles del inconsciente de las nuevas generaciones y, por qué no, hacerla inmortal.
De esta manera, en este tierno homenaje a la banda británica veremos a una enamoradiza mucama llamada Jude, una inocente Lucy, e incluso el club de los corazones solitarios que hacen nombre a una de las canciones. Sin embargo, en ningún momento se hace referencia a ninguno de los miembros de la agrupación, aunque el vestuario de los músicos que tocan en vivo, los Beat3, les rinda culto a través de unas piezas diseñadas por Raquel Ríos.
Con todo, el culto no se queda allí. Mediante la proyección de recordadas imágenes de cintas románticas, que van acompañadas de las letras en español de cada canción, transcurre el montaje teatral en el que la pequeña protagonista busca devolverle color a la mágica ciudad de Pepperland con el apoyo de su amigo imaginario.
En cuanto al escenario, como una metáfora de la realidad el mundo de la protagonista es una caja que tiene la capacidad de descomponerse y adaptarse a cada situación por la que Lucy debe pasar. De esta forma, su agitado hogar es capaz de convertirse en el reino dominado por los grandes campos de fresas y que la malvada reina quiere destruir.
Los actores
Es gracias al carisma que transmite Claudia Rojas en lo que parece una reivindicación tras su desnudo en Despertar de Primavera y el dulcificado personaje de Tita en Como agua para chocolate, el público queda prendido de su voz de principio a fin, aún sin importar las dos horas continuas de espectáculo sin intermedio, como si del encanto de una sirena se tratara. Ella misma sabe cómo sobreponer su melodioso hechizo por encima de los rangos de quienes la acompañan y no en balde, pues cada interpretación merece una lluvia de aplausos.
La conexión que la actriz logra con cada uno de los actores en escena consigue que la carga entre ellos sea menor y, en ocasiones, alcanza a llevar el peso del montaje sobre sus hombros. Entonces, a través de rítmicas canciones que ya forman parte de la memoria colectiva, el elenco se pasea de la mano de la joven estrella por coreografías que fácilmente deleitan a los asistentes, que no tardarían en agradecer con un clap clap para seguir las melodías.
La propuesta
Si bien es cierto que nada de lo que se ve en escena son propuestas revolucionarias y que más bien se basan en comedias recicladas de aquellas que ya usaría Roberto Gómez Bolaños para su icónico Chavo; otras fórmulas ya planteadas por Frank Baum para la creación de su recordada Dorothy en El Mago de Oz (y que mucho más atrás implantara Freud o Jung al analizar los sueños), la diversión y simpatía es un hecho seguro que está sellado en las risas sin parar por parte de cada uno de los integrantes del público.
- También puedes LEER >> “Lucy en el cielo con diamantes” lleva al espectador a Pepperland en medio de la crisis
Con todo, el elenco de 16 artistas también demuestra diversión absoluta durante cada segundo de la pieza. Y es que cada letra interpretada es acompañada es los acordes por los Beat3, una recordada banda nacional con 18 años de trayectoria devolviéndoles la vida a canciones como Hey Jude, All you need is love, Yellow submarine, Strawberry Fields Forever, e incluso el tema no tan conocido de Blackbird.
Un consejo: un intermedio a esta pieza de dos horas no caería mal.
[…] escenario, como una metáfora de la realidad el mundo de la protagonista es una caja que tiene la capacidad de …y adaptarse a cada situación por la que Lucy debe pasar. De esta forma, su agitado hogar es capaz […]