La ONG Ópera sin Fronteras en colaboración con la Escuela Municipal de Arte Dramático de Madrid se unen a través de arte y presentan una versión teatral de La Odisea con diez niños y jóvenes ucranianos y una veintena de españoles.
Dicha colaboración que se realiza en Madrid une a los dos países en un taller de teatro y música para los niños a través de la Odisea de Homero.
La ONG Ópera sin Fronteras, fundada por el director de escena Paco Azorín y el director de movimiento escénico Carlos Martos, pretende con esta experiencia ayudar a niñas, niños y jóvenes haciendo cultura de emergencia.
“Queríamos que los niños refugiados hicieran amigos y convivieran con españoles de su misma generación y hacerlo a través de la aventura que nos permiten el teatro y la música, la creatividad y el viaje épico de la Odisea”, explica Paco Azorín, quien coordina los talleres junto a Carlos Martos y la actriz de origen ucraniano Ksenia Guinea.
Con el título El paso a través del mar de las sirenas y dramaturgia y traducción de Pedro Sáinz Almedia, los talleres se han venido desarrollando durante varias jornadas de formación y convivencia que culminan este fin de semana con las últimas clases y una exhibición final el domingo por la mañana.
Los participantes ucranianos forman parte del grupo de refugiados acogidos en el centro de recepción, atención y derivación (CREADE) de Madrid y los españoles son participantes de las escuelas de teatro municipales.
La iniciativa persigue la integración de los refugiados en nuestra sociedad a través de las artes escénicas, dándoles voz y visibilizando sus capacidades artísticas, y poner en valor las diferencias culturales e impulsar el trabajo en equipo y la cooperación.
El viaje de la Odisea
La Odisea es una aventura escrita hace más de 2.500 años, en la que su protagonista, Ulises, vuelve de vencer a Troya y de regreso a su hogar, Ítaca, se pierde en un viaje de más de diez años.
Es un viaje que le llevará a burlar al temible cı́clope Polifemo, a salvar la vida tras naufragar durante una gran tormenta desencadenada por los vientos de Éolo, a escapar de los brazos de la hechicera Circe que lo retuvo durante un año, a descender a los infiernos para consultar al adivino Tiresias, a sortear los cantos embaucadores de las sirenas, a esquivar el rayo del dios Zeus que destruye su nave, para llegar finalmente a Ítaca, su hogar, disfrazado de vagabundo y reconquistar su trono.
Este interminable viaje de Ulises de retorno a su patria, bien podría ser una metáfora de la búsqueda constante de una tierra en la que millones de desplazados puedan tener una vida digna, un hogar.
Esta Odisea está llamada a visibilizar la problemática de las personas en búsqueda de su particular Ítaca: los refugiados, emigrantes, aquellos individuos y sus familias cuyo día a día es una auténtica odisea en la que deben luchar contra no menos adversidades que el mismísimo Ulises.
Ópera sin Fronteras
La ONG Ópera sin Fronteras se fraguó en 2019 tras la experiencia creativa y escénica de la ópera inclusiva Sansón y Dalila para la 65ª edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. Esta ópera, que se puso en escena en colaboración con el colectivo Plena Inclusión Extremadura, contó con la participación de más de 400 personas con capacidades diversas: asperger, down, invidentes, sordos, enfermedades raras, etc.
Esta experiencia llevó a Paco Azorín y a Carlos Martos a fundar Ópera sin Fronteras con el propósito de hacer llegar la ópera a todos los rincones del mundo y, sobre todo, a todos aquellos colectivos que tradicionalmente han sido excluidos de ella. Su fin es convertir la ópera en un instrumento de cooperación y de justicia social, entendiendo esta disciplina artística como un instrumento de transformación social, no como un elemento de entretenimiento sólo al alcance de unos pocos.