Cuando los peces se concentran en una misma dirección, se desplazan tan juntos que re-crean un movimiento masivo que se desplaza a donde quiera. A este manifestación la conocemos como Cardumen, que alegóricamente es el título que lleva la nueva producción de Centralia Teatro, en la ciudad de Córdoba.
La obra de Pablo Martella y María Gisele Robledo se desarrolla en la esperanza de una emprendedora ante un mercado competitivo de aplicaciones digitales. En estos tiempos donde todos podemos idear e ingeniar nuevas plataformas para el confort de la vida cotidiana, esta emprendedora desarrolla una aplicación para el ciudadano de a pie.
Y es que en Argentina, el consumidor hace tiempo dejó de recibir su cambio, ese monto pequeño que sólo puede ser materializado en monedas, tras la compra de productos y servicios porque sencillamente “no hay monedas”; y este sobrante se termina convirtiendo en caramelos, bolsas en el súper o más caramelos.
Deficiencias sociales
Con la astucia de percibir las deficiencias en las sociedades y traspolarlas al terreno escénico, Martella y Robledo, toman este hecho y proponen desde esta ficción, una ciudadana que desarrolla una aplicación para juntar las monedas que en físico no existen al momento del cambio; es decir, monedas virtuales que se van acumulando en monto más grande, una normalidad en tiempos del bitcoin.
Bien sabemos que lo principal de emprender algo es la fe en esa creación y esta participante, cree de tal manera en su desarrollo, que ensaya un discurso optimista y emotivo, como ganadora del Mercado de Aplicaciones de Córdoba 2018. Una manera de reinvindicarse a sí misma, de animarse y seguir creyendo.
Curiosamente lo esencial no es la aplicación, ni su fin, ni su uso.
Lo puntual de esta historia es la perversidad del sistema, ese cardumen de peces en el que debes nadar de cierta manera, pues antes de acceder a la presentación de su aplicación, es interceptada para una breve “charla” donde hacen de esto, un interrogatorio que la lleva al cuestionamiento moral y espiritual.
Una apología a la destrucción de lo ingenuo, desde lo sistemático. Lo que comienza siendo una simpatía avasallante por parte de la creadora, termina dándole paso al pesimismo y al cinismo, que en un astuto monólogo, resuena duramente en el espectador.
Luego de haber compartido la función, estuvimos conversando con el dramaturgo y director de la pieza, Pablo Martella, para acercarnos más a la visión que plantea desde la puesta:
-¿Por qué Cardumen?
– Nos gustó la imagen y mientras más leíamos sobre el cardumen, más nos gustaba el tema de sus ventajas grupales, pero desventajas individuales ante un inminente ataque de un depredador. En ese doble filo transita metafóricamente la obra con la situación de una emprendedora independiente y como nadar con grandes empresas.
– ¿De dónde viene el interés y esa relación entre tecnología y teatro?
– El interés está solo por el tema que tratamos en la obra desde la dramaturgia, que justamente es un mercado de aplicaciones, pero no es algo que me interese vincular demasiado con mi búsqueda teatral en general en las puestas. Me gusta más la búsqueda de efectos prácticos y manuales donde el ingenio se pone en jaque.
– ¿Cómo fue el proceso de generar la dramaturgia a dos manos?
– Nos juntamos a principios del año pasado a charlar y tirar ideas hasta que fue apareciendo el tema y encaminamos la búsqueda. Fue genial el choque de dos escrituras distintas y el ir transformándola en una que contenga la esencia de ambos. Después fue muy importante el proceso de ensayos, donde las actrices le daban forma al texto, fue otra etapa de redescubrimiento y debates.
– Para Centralia, ¿es factible hacer teatro en Córdoba?
– Sí, no solo para nosotros como grupo, sino en toda la actividad teatral cordobesa. Por año hay muchísimos estrenos. A veces es difícil conseguir sala para programar pero justamente porque hay mucha obras todo el tiempo. En cuanto al tema de los costos de producción creo que en la mayoría de los casos no es un impedimento, sino una oportunidad, en la que se estruja la creatividad para lograr el objetivo.
– ¿Cuál será el próximo paso para Centralia?
– Para el año que viene vamos a seguir con Cardumen, seguiremos dando clases de actuación, ojalá repongamos alguna obra y seguramente nos embarcaremos en nuevos proyectos.