En Panamá el teatro cuenta con un público que comienza a crecer y el teatro infantil aprovecha el nuevo ambiente para protagonizar el paisaje. Muchos afirman que esto se relaciona con el interés del panameño por la comedia escénica; otros aseguran que se debe a la gran cantidad de extranjeros residentes que buscan actividades recurrentes que puedan realizar con sus hijos. Lo cierto es que la realidad no miente: la cartelera teatral cada vez tiene más propuestas.
La mayor prueba de esto, es la realización del Primer Festival Internacional de Teatro Infantil 2017 (Festin), que se celebra en Panamá de manera gratuita y presenta diversas propuestas escénicas de Perú, Chile, Colombia, Argentina, México, España, Costa Rica y Panamá. Su organización corre por parte la Fundación Educación Escénica de Teatro Infantil, que pretende continuar contribuyendo con el crecimiento cultural del país.
Pero el progreso teatral no solamente está vinculado con el sector infantil, existe también un naciente cambio en el público adulto que se evidencia con el disfrute de un nuevo espacio: El Teatro La Plaza, una sala que ofrece representaciones escénicas para todos los gustos y que ha demostrado que los panameños comienzan a vincularse más de cerca con las propuestas artísticas.
El principal promotor de esta iniciativa fue el director teatral Aaron Zebede, quien cuenta que un día dejó de quejarse por las redes sociales de la falta de espacios teatrales en su país, y decidió hacer algo al respecto. Así, contactó a un amigo inversionista que mostró interés en promover la cultura teatral en Panamá y puso la idea de fundar un teatro propio en marcha:
“Los mismos productores nos peleábamos las mismas cuatro salas privadas, porque los teatros más grandes de la ciudad son muchísimo más difíciles de pautar”.
El director deseaba inaugurar un teatro grande y su deseo se materializó en un escenario amplio con 180 butacas y un café/bar en la entrada, muy cerca de la taquilla, donde los asistentes se detienen a disfrutar de las instalaciones antes de pasar a la sala. Sin embargo, los gastos de mantenimiento le obligaron a mantenerse atento y preocuparse constantemente por la venta de los boletos:
“Solemos vender aproximadamente 40 entradas por función y otros productores me dicen que eso está muy bien para la taquilla de acá, pero yo quiero vender los 180 asientos”.
Afirma que tiene mucha disciplina a la hora de separar sus funciones como director, como productor (líder de su propia productora La plaza productions) y como dueño de un teatro, para lograr desempeñarse correctamente en cada una de sus labores. También suele asociarse con otros productores para proyectos específicos:
“Les propongo que se presenten gratis en el teatro; es decir, no les cobro el alquiler del espacio, pero les pido que a cambio me hagan co-productor de la obra y yo cobro el 50% de la ganancia total de la producción. Eso podría resultar una pérdida para mi, pero me arriesgo”.
Opina que una obra promedio en Panamá necesita de al menos 60 personas en el público por función para cubrir realmente los gastos de producción, pero se muestra optimista con su trabajo. Confía en que está educando a los panameños para que asistan al teatro, aunque su esfuerzo le quite el sueño. Por eso, es muy consiente de su público:
“Los panameños no se identifican con una obra latinoamericana. Estamos más cerca de los Estados Unidos (culturalmente). Panamá se me parece a Nueva York. Yo elijo muchas obras de autores americanos y trato de viajar todos los año a Nueva York para ver nuevas propuestas”.
Zebede es conocido por dirigir grandes musicales y confiesa no estar tan familiarizado con el teatro latinoamericano, aunque ha conseguido varios textos de autores latinos que han despertado su interés Esta opinión, se ve reflejada en toda la cartelera teatral panameña, que tiene una oferta variada de obras infantiles y comedias comerciales de autores estadounidenses, pero muy pocas propuestas regionales. Mientras tanto, el stand up comienza a abrirse un espacio importante:
“Acá hacemos de todo: los lunes stand up, los otros días conciertos y obras teatrales. Ahora estamos presentando Amantes Ardientes y Madagascar, el musical” , dice Zebede sobre este teatro de Panamá.
Las risas del público, sus caras satisfechas y la buena convocatoria durante la función de Amantes Ardientes confirma una opinión que parecen compartir los teatreros panameños: la comedia es el género que mejor logra acercar a los ciudadanos al teatro. Esto podría favorecer el desarrollo del Stand Up en un futuro cercano.
En un país que cuenta con un importante poder adquisitivo, una constante entrada de turistas, y un gran aumento mensual de residentes extranjeros, vale la pena preguntarse cómo estos factores podrían continuar modificando el panorama artístico panameño. Habrá que mantenerse atentos a las propuestas de una ciudad con deseos de seguir creciendo y creando que promete sorprender a sus propios habitantes en los próximos años.