Juan José Campanella presenta por primera vez en Madrid ‘Parque Lezama, una adaptación “personal” de ‘I’m Not Rappaport’ del estadounidense Herb Gardner. Aquí, “la política es un punto de humor y no de conflicto”. Lo dice el director conocido por ser mordaz y directo cuando de opinión política argentina se trata. Sin embargo, esta obra va más allá de esto.
Para el director, Parque Lezama que se podrá ver en el Teatro Fígaro de Madrid hasta el 11 de enero de 2020, habla del compromiso contra el conformismo: “El gran dilema de las izquierdas es agiornarse al siglo XXI”.
A pesar de que no ha querido profundizar sobre la situación política de Argentina, Campanella ha señalado que “en la actualidad la sociedad y las ideas políticas han avanzado a un punto en que algunas ideas de izquierda en estado puro están ya caducas”. Este es un asunto que el director esgrime sobre el personaje de Luis Brandoni, quien interpreta a un histórico militante del partido comunista.
“Este es un tipo que fue comunista en los años 30 o 40, cuando quizás las cosas eran menos complejas, más claras, y teníamos un par de fracasos menos encima. Hoy en día pienso que esas cosas hay que agiornarlas, porque la misma tecnología las ha hecho caducas”.
Así lo enfatiza el director, que ha apoyado abiertamente al candidato Mauricio Macri, para las elecciones presidenciales argentinas del próximo 27 de octubre.
En este sentido, Campanella ha indicado que su ópera prima como director teatral es un “logro personal”, que le cambió la vida desde que la viera por primera vez en 1984. “La vi antes de mis películas y fue una influencia tremenda en todos mis trabajos, sobre todo en el tono, que usa el humor para hablar de temas serios y reírse de las cosas que uno menos podría reírse y ademas con emoción”, ha dicho sobre la obra que le ha valido múltiples reconocimientos en Argentina desde que se estrenara en 2013.
“El punto aquí es qué vas a ver de la obra en mis películas, claro que hay algo”, ha agregado. “Me gusta cuando el débil se agranda, cuando alguien te sorprende con una buena actitud o hace algo que no habrías pensado de él, esas cosas me emocionan y esta obra esta llena de eso, de humor, ternura y emoción”, ha apostillado en relación al carácter personal del montaje.
En la obra dos ancianos jubilados con personalidades diferentes coinciden en un banco del Parque Lezama de Buenos Aires. Allí establecen una conversación sobre temas de la vida que los confrontan, hasta llegar a un punto de encuentro que se convierte en el comienzo de una amistad. En la versión original los personajes principales son un negro y un blanco que se encuentran en Central Park de Nueva York.
El elenco lo conforman los actores argentinos Luis Brandoni (‘El cuento de la comadreja’) y Eduardo Blanco (‘El mismo amor, la misma lluvia’ o ‘El hijo de la novia’), en los roles protagónicos, a quienes acompañan en escena Ana Belén Beas, Luz Cipriota, José Emilio Vera, Martín Gervasoni y Santiago Linari.
Hago películas para los individuos, no para las naciones
Al ser preguntado por la pertinencia de la obra ante la actual situación política española, el director ha indicado que “la obra tiene sus lecciones”. “Prefiero no decirlo yo, no pretendo conocer la realidad política española para decir qué es pertinente”, ha dicho el ganador del Oscar en 2009 por ‘El secreto de sus ojos’ y doble ganador de los Goya en 2009 y 2014.
“No hago películas ni obras para las naciones, sino para individuos, de modo que creo que es tan pertinente para un individuo español como uno de Kosovo. Tiene que ver con sus creencias, aptitudes, creencias, amigos y maneras de ver la vida, es decir que la obra sí tiene sus lecciones pero es la audiencia la que elige si las saca como lección o no”, ha añadido.
Para Campanella, la manera más fácil de explicar el encuentro de los dos ancianos en el parque es la de la relación entre Don Quijote y Sancho Panza. “Es como si los dos personajes de Cervantes se encontraran en El Retiro y se llevan mal porque tienen diferentes visiones del mundo”, ha dicho sobre la obra que sumó en Argentina 800 funciones.
“Uno es un personaje luchador, que se resiste y que quiere cambiar el mundo, y el otro, que es un portero de un edificio de noche que trata de pasar desapercibido y de aprovecharse del mundo tal cual es, son visiones filosóficas diversas”, ha explicado el director, que buscará que “el publico suelte una carcajada al mismo tiempo que una lágrima de emoción”.
En este asunto han coincidido Brandoni y Blanco, quienes han definido la obra como “un espectáculo con muchos matices”. “No hay un mensaje ideológico aunque la ido logia está muy presente porque se confrontan a esto, pero lo importante es que no tiene un solo color, sino una gama y cada quien se va identificando con los matices”, ha subrayado Blanco.
“Se trata de un espectáculo muy humano y eso es lo que va a ver el espectador de teatro, que siempre es un espectador de buena fe, porque paga antes de saber si le gusta o no y si no le gusta, igual la ve, y cuando le gusta es una fiesta porque encima de haber pagado aplaude y después sale hablando del espectáculo”, ha concluido Brandoni.
La producción no descarta una gira internacional para 2020 de la que aún no han sido confirmadas las fechas.