“Un actor debe trabajar toda su vida, cultivar su mente, desarrollar su talento sistemáticamente, ampliar su personalidad; nunca debe desesperar, ni olvidar este propósito fundamental: amar su arte con todas sus fuerzas y amarlo sin egoísmo”.
Constantin Stanislavski
Citamos a las primeras actrices venezolanas Caridad Canelón (C) y Nattalie Cortez (N) en un café conocido de Caracas para que conversaran sobre el oficio de ser actriz. Con mucha complicidad se tomaron un chocolate caliente, dando rienda suelta a sus experiencias actorales y este fue el resultado:
Liberar lo reprimido
C: En este momento de país para mí ser actriz significa, lo mismo que cuando tomé la decisión a los 8 años. Es ser otro, así como cuando estábamos chiquitas y jugamos a la maestra, a la doctora, a la escuela, policías y ladrones. También recuerdo que cuando estaba chiquita quería ser doctora para cuidar a mi mamá.
N: Para mí es igual, yo comencé actuando pequeñita, siempre en el teatro hasta bastante grande.
C: A mí a los 8 años se me abrió ese mundo, yo entendí que eso era lo quería hacer por el resto de mis días. Prestarle mi piel y mi voz a tantos personajes escritos.
N: A mí la actuación me permite crecer desde cada uno de los personajes que he realizado, se ha ido abriendo una ventana de mi personalidad liberando algo que estaba reprimido por timidez, me ha ayudado a ser valiente porque he interpretado personajes que te exigen el valor de ser frágil y odiado.
C: Mucho más adelante empecé hacer teatro, donde está realmente la esencia de esta profesión. Entendí que el jugar a ser otro, también me permitía y me ayudaba a servir a la sociedad.
N: En este momento de país, he elegido personajes o me han elegido personajes antagónicos, repudiados, eso me parece a mí que es parte de la labor que tenemos, porque el público hace catarsis al odiarme y al ver que se hace justicia. Al verme sufrir sanan un poquito.
C: El hecho de ser actriz es un servicio para la gente que viene a ver una obra de teatro, incluso la que ve televisión o cine. Por eso me preocupo y trato de escoger bien los personajes que voy a interpretar, porque allí es donde encuentro el servicio que voy a prestar, y la reflexión de ese despertar de conciencia en el público, es una bendición, es un regalo.
El lado humano, el lado oscuro
N: Entonces el público se va contento, con esperanza, y a mí me ha permitido también al estar en la posición del malo de buscar ese lado humano del personaje.
C: Empezando por nosotras mismas es una expansión, es una limpieza reconocer que también tenemos una lado oscuro y que ese lo mantenemos a raya, es una limitante.
N: Me ha permitido saber que todos tenemos un lado humano y también no es pensar desde la venganza que vamos a lograr evolucionar y creo que en este momento de país hacemos una labor de sanidad desde la actuación.
C: Todos tenemos un lado oscuro, entonces a partir de esos personajes, que te ha tocado a ti interpretar, has podido desde tu arte y pasión hurgar ese lado oscuro que tienes y poder expresarlo y exorcizarlo, así como también comprender que somos almas teniendo experiencias humanas.
N: Otra de las cosas que me llama la atención de ser actriz es que nos ayuda a eso que decías: “¡Yo tímida!” Hay cosas que yo no hago, yo soy metódica, eso tú se lo dices a una persona que te ha visto en el escenario y es muy común que la gente te diga: “¿Tímida tú?”.
La actuación nos ha permitido ir haciéndonos como capas, nuestra propia armadura. Todos los seres humanos la tienen, pero nosotras la hemos podido elaborar tan bien que probablemente para que alguien nos conozca de verdad tiene que pasar mucho tiempo.
C: Actuando, si me lanzo no me importa nada, por ejemplo yo soy muy acomplejada, en el sentido de que tengo manchas en la cara, pero si me toca hacer un personaje donde tenga que salir sin maquillaje, pues mi amor, me olvido de las manchas. Me encantan esos retos, porque eso es expansión, para mí es mirada adentro. Es una terapia es hurgar… Salir y volar.
N: Ser actriz nos da la posibilidad de ser infinitas, porque cada personaje va sumando. Nosotras vamos adquiriendo de cada personaje, tenemos la suerte de hacer travesuras en escena que no haríamos en nuestra vida, sacar cosas oscuras, decir cosas horrendas o maravillosas, ser tan frágiles como nunca nos hubiéramos atrevido en la vida diaria, y ser tan villanas como nunca nos atreveríamos a serlo.
C: Yo siento que hay que lanzarse al vació siempre, en todas las obras, en las oportunidades para interpretar un personaje, ejercer nuestra profesión es un salto al vacío.
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