Cada vez estamos más ávidos de teatro y espectáculos sobre el escenario. La escena viva nos llama. Pero, mientras eso ocurre -que esperamos sea pronto- se mantienen numerosas iniciativas de grandes compañías y coliseos que nos ofrecen retransmisiones en streaming de sus producciones. Tal es el caso del Teatro Real de Madrid que retransmitirá en directo la ópera Rusalka, de Antonin Dvořák.
La transmisión se podrá ver el miércoles, 25 de noviembre, a las 19.30 horas, las cadenas de televisión MEZZO y MEDICI TV.
Se trata de la nueva producción del Teatro Real, coproducida con la Säschsische Staatsoper de Dresde, el Teatro Comunale de Bolonia, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona y el Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia, en los que se presentará después de su estreno en Madrid.
La ópera será grabada en una coproducción audiovisual con Jake Febus, Televisión Española, Mezzo, Unitel y Medici. Posteriormente será retransmitida en La 2 de Televisión Española y pasará a integrar el catálogo de MyOperaPlayer antes de su edición en DVD con distribución internacional.
La grabación audiovisual y las retransmisiones de Rusalka han ganado un especial protagonismo internacional por ser el Teatro Real el único gran teatro lírico europeo que está en estos momentos presentando óperas escenificadas.
Sobre Rusalka
Rusalka, estrenada en Praga en 1901, fue la penúltima de las once óperas de Antonín Dvořák (1841-1904) y, sin duda, la más célebre de todas las que compuso.
El libreto, del poeta y dramaturgo Jaroslav Kvapil, está basado en la leyenda centroeuropea que inspiró el libro Undine (1811) de Friedrich de la Motte Fouqué y en el cuento La sirenita (1837) de Hans Christian Andersen. En este, una ninfa de las aguas decide abandonar su mundo acuático a cualquier precio para perseguir al príncipe al que ama.
La partitura, en la que laten sutilmente el influjo de Wagner y de las corrientes del nacionalismo musical centroeuropeo, entrelaza diferentes leitmotiv y temas del folclore bohemio. Todo esto con una distinta orquestación para representar el mundo de la naturaleza y los espíritus -con mayor riqueza armónica y una paleta tímbrica diáfana y delicada- y el mundo de los hombres, con una instrumentación más convencional y oscura.
El director de escena Christof Loy tiende un puente entre estos dos universos aparentemente irreconciliables. Ahonda en los sentimientos, pasiones, anhelos y contradicciones de los personajes, que, en una atmósfera fantasmal, transitan de la vida al escenario. Así, Rusalka se convierte en un profundo homenaje al teatro como territorio de catarsis y sublimación de las emociones.
El reino de las aguas -con Rusalka, su autoritario padre Vodník, la avezada hechicera Ježibaba (convertida en su madre) y las ninfas, sus hermanas- esconde complejas y conflictivas relaciones entre los personajes que, en la concepción de Loy, se transforman en una extraña y olvidada familia de teatro. Todos ellos con un pasado glorioso, cuyos miembros, como espectros, viven de recuerdos nostálgicos, pero también de ilusiones.
Y en ese espacio cerrado, decadente y evocador concebido por el escenógrafo Johannes Leiacker, con iluminación de Bernd Purkrabek y vestuario de Ursula Renzenbrink, todo se mueve con el sueño de una bailarina coja enamorada. Una dama que aspira a llegar al cielo con sus zapatillas de punta y el poder transformador del amor.
Óperas del Teatro Real en América Latina con acceso gratuito