La novela 2666 es la más compleja del escritor Roberto Bolaño (1953-2003). Este relato póstumo del chileno, de cerca de mil páginas, comienza con cuatro críticos bohemios que siguen la estela de un venerado escritor, pero a medida que avanza va profundizando en temas como el asesinato masivo de mujeres en una ciudad fronteriza mexicana.
Las adaptaciones escénicas de esta pieza, considerada una de las mejores novelas del comienzo de siglo, normalmente conservan esa gran envergadura del relato original. Por ejemplo, en el Festival Iberoamericano de Teatro de 2010 se presentó una adaptación de la compañía catalana Teatro Lliure que duraba cuatro horas y media y se alzó como una de las más aclamadas de esa edición.
En Estados Unidos, el prestigioso Goodman Theatre de Chicago también se le midió a la tarea de llevar 2666 a las tablas con una versión dirigida por Seth Bockley y Robert Falls.
La producción, que dura cinco horas y media y ha sido calificada de “épica”, arrancó su temporada de estreno el sábado 6 de febrero y es protagonizada por un elenco de quince actores.
“Es un libro inmenso y ambicioso, en el que Bolaño describe los contornos del universo de la experiencia humana. Estamos tratando de traer su singular visión al escenario usando todas las herramientas que tenemos. El espíritu anarquista de Bolaño está vivo en el mundo y queremos honrarlo con una adaptación grande, salvaje, fiel pero libre”, dijo Bockley en un comunicado.
La obra ha sido adaptada y dirigida por Falls y Bockley, y cuenta con las actuaciones de Charín Álvarez, Janet Ulrich Brooks, Yadira Correa, Sandra Delgado, Alejandra Escalante, Sean Fortunato, Henry Godínez, Lawrence Grimm, Eric Lynch, Mark L. Montgomery, Adam Poss, Demetrios Troy, Juan F. Villa, Jonathan Weir y Nicole Wiesner.
Según Roche Schulfer, el director ejecutivo del Goodman Theatre, esta pieza es un reflejo de la devoción del teatro por nuevos trabajos arriesgados y de gran escala, tanto en la narrativa como en la puesta en escena. El montaje costó alrededor de un millón de dólares y utiliza proyecciones para alimentar la densa historia.
Las críticas sobre la pieza han tenido diferentes puntos de vista, aunque varias resaltan el coraje que significó haber llevado al escenario semejante relato.
“La versión teatral de 2666 gana el máximo puntaje por ambición, pero se queda corta como una obra de arte dramático… Sin alegría reporto que, en una macabra coincidencia, una novela permeada por la muerte ha sido mostrada en gran medida sin vida en el escenario”, escribió el crítico Charles Isherwood, de The New York Times.
Por su parte Hedy Weiss, crítica del diario local Chicago Sun-Times, dijo que la producción seguramente se convertirá en uno de los grandes momentos de la historia del teatro de la ciudad.
“2666 resulta ser un viaje totalmente fantasmagórico al corazón de la oscuridad, que vibra con vitalidad en cada vuelta y loco giro”, escribió en su reseña sobre la pieza, que se presentará hasta el 20 de marzo.
Fuente: Letralia