Son las 7:40 pm de un jueves. Para el público que llega a The color purple la persona más importante que espera detrás de los bastidores es alguna de las que se lee en las marquesinas (como Cynthia Erivo, Jennifer Holliday o Danielle Brooks). Pero quienes conocen la industria saben que, en este momento en particular, la persona más importante es una mujer sentada en frente de tres monitores. Esa mujer, con un auricular y una carpeta delante, es la stage manager o directora de escena Sharika Niles. Ella es quien pronto dará la orden para comenzar el show. Es quien esta noche está a cargo del llamado del show y quien dictará el curso del espectáculo que el público ve tan solo dando una orden al proyector, al sonidista o sobre el movimiento establecido en escena.
“Es como volar un avión, hay un montón de interruptores y luces delante y es tu trabajo conseguir que todos, desde el punto A al punto B, estén seguros en la escena”, explicó el director de la etapa de producción de la ópera Greg Livoti.
“Para llamar a un cue primero llamas al operador de iluminación y luego lanzas un ‘ahora’ cuando sea el momento indicado”, dijo el director de escena de Hamilton, Scott Rowen, que se unió al espectáculo después de su carrera fuera de Broadway.
“Frente a la consola tienes los cue (señal) de luces. En el escritorio se pueden ver las distintas luces -rojo, azul, amarillo-. Cuando enciendo estas luces en mi escritorio les advierto a ellos que tomen el cue y cuando la apago ellos toman el cue. Cuando mi boca dice ‘ahora’ a un grupo de personas en escena, mis manos están diciendo ‘ahora’ a otro grupo de personas por otro lado”.
Los famosos platillos giratorios de Hamilton, por ejemplo, son disparados por las luces indicadoras de la consola. Mientras que un efecto de luz puede hacer que aparezca simultáneamente el movimiento de los platillos, pero las dos acciones no pueden ser llamadas verbalmente al mismo tiempo porque todo lo que sucede en la automatización tiene al menos un segundo de retraso.
Por lo tanto las señales deben ser escalonadas, el cambio en interruptor pasa primero por los labios de Rowen. Los shows más antiguos, que usaban una tecnología menos avanzada, tenían incluso un retraso más largo en su automatización. La persona que hace el llamado tiene que prestar mucha atención. La seguridad es un elemento clave en la ecuación, tal vez incluso más que el talento.
Mientras algunos stage managers hacen los llamados del show desde el frente (como El rey León) o están ubicados en el backstage, la mayoría hace el llamado con apoyo de dos monitores, uno infrarrojo (para ver que está pasando cuando está todo oscuro) o otro a color. La mayoría de los shows tienen cientos de cues, anotados en un guion o en la partitura musical. Para prever confusiones está todo escrito.
Hacer el llamado del show es una responsabilidad muy grande, por eso ni siquiera toca por encima lo que se debe hacer en un escenario el stage manager. Cada espectáculo de Broadway tiene por lo menos dos stage managers: uno de producción y uno de escena. Algunos grandes musicales de Broadway tienen más en el equipo, como Aladino y El rey León, que tienen cinco cada uno (uno de producción, uno de escena y tres asistentes). Los shows con múltiples productores frecuentemente tienen un supervisor de producción que se convierte en una gran director de escena para asegurar la continuidad de las producciones. Mientras que el House Manager es una posición totalmente distinta, es aquel que trabaja generalmente para el lugar.
En el equipo todos se dividen las responsabilidades, incluyendo los llamados del show, pero el stage manager de producción está a cargo. Él es el enlace entre el personal del sitio con los creativos, productores y el propietario. De modo que ellos son generalmente los únicos que indican al director original si la puesta en escena debe ser cambiada y son los que comunican al propietario si se necesita más papel higiénico en los baños, por ejemplo.
Con algunas variaciones, si hay un supervisor de producción, un director residente o solo un director creativo práctico, es usualmente el stage manager de producción o director de escena el que se pone en los zapatos del director una vez que inicia el show: reemplazos, realización de ensayos para suplentes y el mantenimiento de la integridad artística general de la muestra.
Si hay ensayos, el día del stage manager de producción empieza entre 12:00 pm y 1:00 pm. Otros miembros del equipo de stage managers podrían llegar a esa hora también.
En los días que no hay ensayo, el equipo de producción llega hora y media o dos horas antes del show. El líder, toma notas de su equipo, revisa mensajes y se mantiene atento a las ausencias del show.
Tomamos nota de las ausencias, y circulamos una lista con esto, intercambiamos los micrófonos, los vestuarios, etc, para el actor al que le toque esa noche”, explicó el director de escena, de El rey León. Agregó que nadie tiene la garantía de que las cosas que se han ensayado cientos de veces salgan correctamente en un show determinado.
“Hacemos un pre-check. Sacamos todas las piezas y las volvemos a ubicar en su sitio, revisamos toda la parte automatizada y las luces, chequeamos cada altavoz, los micrófonos y la música. Si nada va mal, podemos empezar a hacer todo lo que debemos hacer administartivamente”.
Durante el show, mientras alguien está haciendo el llamado, casi siempre hay por lo menos un director de escena “corriendo en la cubierta”. Esa es la frase que se dice en la industria para indicar que una persona está en los bastidores communicándose directamente con los actores y miembros de la “tripulación” mientras van y salen del escenario o ejecutan alguna señal manual. Esta persona también tiene un guion particular para ejecutar en “la cubierta”.
“Estamos en el escenario a la derecha o a la izquierda, nos pueden ver en el sótano para algunas cosas, o hasta 30 pies en el aire para otras acciones”, dijo Livoti. “Es físico”.
Algunos miembros de este equipo que no se necesitan en la cubierta, se pueden encontrar en la oficina del teatro haciendo el papeleo, o entre el público tomando notas sobre los acontecimientos del escenario. Esta persona también es libre para hacer frente a cualquier emergencia, ya que la persona que llama el espectáculo sigue pegado a su consola. Así que cuando el Majestic Theatre se llena, lo que hace Livoti es a menudo coordinar que los trajes estén secos.
Con libertad de acción o sin ella, el equipo de gestión debe lidiar también con lesiones y contratiempos en el espectáculo. Por uno de estos acontecimientos es posible incluso que se pare el show, pero no es lo habitual. Rowen recordó a la actriz Tracy Jai Edwards cuando se dislocó el hombro ante un número en Legaly blonde, cuando tuvo que hacer de asistente de stage manager y correr a ayudar.
Al tiempo que el show transcurría con un solo miembro del reparto (en los subtítulos se indicaban las líneas relevantes), el equipo cuidaba del brazo de Edwards, mientras intentaban sacarle el vestuario y la peluca, y la llevaban hacia la ambulancia (en ropa interior, medias, sujetador y una gorra de peluca), y se aseguraban de que un doble estuviera vistiéndose para salir al escenario.
En definitiva los stage manager deben ser los solucionadores de problemas. Fuera del caos del showtime, se ocupan no sólo de los problemas que obviamente impactan el espectáculo (una luz apagada, un ascensor roto), sino también de los problemas que sutilmente podrían impactar en la resolución del espectáculo. Algunas veces los actores incluso van hacia ellos en busca de ayuda en su vida personal.
“Gran parte de mi trabajo está en la administración del personal”, dijo Vodicka, quien también tiene experiencia en diseño de iluminación.
“Estás trabajando con artistas, hay artistas en todo el edificio, tienen la sensibilidad de los artistas, tienes que animarlos de manera que saquen lo mejor de ellos”.
Otros elementos que el equipo de stage manager debe manejar son la programación a largo plazo (incluyendo ensayos, llamados de trabajo y vacaciones), nómina, problemas de cansancio, problemas técnicos y envío de un informe al final de cada actuación. El informe a menudo incluye hechos divertidos como la temperatura del teatro, pues de esto se desprende la comodidad en el vestuario y otros temas.
Uno de los trabajos de Niles en The color purple es el mantenimiento de las sillas. Ella se asegura de que los actores las pongan en el lugar adecuado de los sets y, si se rompen, se asegura de que sean arreglados.
Y esto es tan solo lo que sucede una vez que el show comienza. Los stage manager están involucrados desde las primeras etapas de creación. Están a cargo de la programación y la coordinación entre los diferentes departamentos.
Además son miembros del Actors’ Equity Association, la misma organización para los actores, y se aseguran de que todos cumplan las reglas de esta.
Pero si algo es cierto es que el trabajo puede ser tan inconsistente para un director de escena o stage manager como lo puede ser para un actor.
Debido a su papel activo en los ensayos, los directores de escena son fundamentales para dar forma a un espectáculo. Aunque realmente ellos no reciben puntos ni regalías por su trabajo. Las contribuciones en la dirección de escena no son ni siquiera elegibles para un Tony, pero ahora, luego de Hamilton, un Tony especial para ellos se vislumbra como una posibilidad (como la que otorgaron al veterano director de escena Peter Lawrence en 2013).
Mientras que los musicales cada vez tienden a ser más grandes y complejos técnicamente, el trabajo es esencialmente el mismo. Cada vez hay menos personal y el tiempo de ensayo es más corto, pero Niles se hizo eco de un sentimiento frecuente ene el gremio cuando señaló que “un espectáculo es un espectáculo es un espectáculo” (a show is a show is a show).
No importa donde estén trabajando, los directores de escena son los pilotos del avión en el día a día. Al igual que los diferentes elementos de su posición -Niles fue llamada la “reina del backstage” en el Public Theater, donde ha trabaja por su amor por este oficio.
“Tengo temores menores e irracionales. Cuando voy camino a casa, pienso: ‘¿Qué pasa si X, Y y Z suce todo al mismo tiempo en la escena”, señaló Livoti.
“Las posibilidades de que X, Y y Z pasen al mismo tiempo no tienen nada que ver con X y Y, pero Z es una plaga de langostas que descienden al teatro. Pero hablaremos de esto otro día. Es increíble ser parte de un espectáculo que se ha estado realizando todos estos años, y los directores de escena somos los encargados de asegurarnos de que el brillo nunca se pierda”.