Las últimas representaciones de la muestra de creación escénica Surge Madrid en Otoño deparan al espectador un encuentro con la reivindicación de la memoria de las mujeres. La toxicidad de las gentes, la crisis climática o el amor de pareja, entre otras cuestiones que abordan el presente de la sociedad contemporánea, con un marcado acento femenino.
Este encuentro con nuevos y veteranos autores y compañías, que defiende el sustrato escénico de las salas de mediano y pequeño formato de Madrid. A la vez que detecta la incipiente y novedosa creación enfila a partir del miércoles 26, hasta el domingo 30 de octubre su tramo final. Con 19 funciones, diez pertenecientes a lIKLa sección principal y nueve al ciclo Actividades Transversas.
Programación variada de Surge Madrid en Otoño
La quinta semana de Surge organizada por la Comunidad de Madrid comenzará con la apelación a la memoria de las mujeres que realiza Las Inviernas Teatro en La cofradía de las invisibles (Nave 73, 26 y 27 de octubre). Esas invisibles son un grupo de ancianas que quedan bajo el amparo de una cofradía, donde recuperan una memoria oculta.
Esos dos mismos días, pero en el Teatro de las Aguas, Poseidón Teatro presenta Las pistolas no se disparan solas, situada en un imaginario pueblo de España. La obra las consecuencias de la toxicidad en nuestras vidas, y reflexiona, a través del fervor religioso, el humor, la crueldad y la fantasía, acerca de la condición humana y el odio que nos rodea.
La coreógrafa estadounidense Camille Hanson (afincada en Madrid en 2003) firma la danza de Make me wild (Sala Tarambana, 27 y 28). Y Juan Carlos Arévalo la concepción audiovisual de un espectáculo que habla de la crisis climática, de la resiliencia y de lo que significa estar enamorado de la Tierra.
Política y teatro se entrecruzan en Neva, del chileno Guillermo Calderón, que presenta La Cantera en Azarte (27 y 28 de octubre). La obra está situada en 1905 en San Petersburgo, durante un ensayo teatral. Mientras el zarismo reprime sangrientamente a unos manifestantes. Calderón propone una reflexión sobre el sentido del arte en general, y del teatro en particular, en tiempos donde las crisis sociales, las políticas de guerra y las tiranías gubernamentales se han vuelto un presente europeo atroz.
Tras Tana eta Santi, la perra negra y el maricón vasco, de la compañía Rebeldías mínimas (DT Espacio Escénico, 27 y 28). La Sala Bululú programa el 28 La voz de Lola producción de Los sueños de Fausto. Escrita por Paloma Arroyo, que indaga en la situación de las mujeres sin hogar, agredidas física o sexualmente.
Amor y belleza constituyen la esencia de … el continuo interminable amor que tengo por ti, el nuevo espectáculo de la coreógrafa y bailarina Manuela Barrero. Se estrena en La Mirador 28 y 29 de octubre.
En Una boda de cine, de Mar del Castillo (Artespacio Plotpoint, 28 y 29), una pareja de enamorados viaja a las Vegas para casarse. Ella va como una musa del cine, él como el rey del rock. Ambos protagonizan esta dramedia musical que pone sobre la mesa cuestiones relativas al amor en pareja y hacia uno mismo.
Surge se despide con la danza de Al descubierto Physical Theatre, que adapta una obra del escritor francés Pascal Quignard (Sala Exlímite, 28 y 29). Y con la Premio Nacional de Danza de 2007 Carmen Werner, que ha creado con su compañía Provisional Danza Un momento oportuno (Réplika Teatro 29 y 30 de octubre). Basada en textos del escritor italiano Carlos M. Cipolla (1922-2000). Procedente de Leyes fundamentales de la estupidez humana, Werner hace una crítica a la sociedad, reflexiona sobre el presente sin olvidar el pasado e intenta arreglar algo, aunque sea a nosotros mismos.
Investigación y experimentación
Las nueve últimas piezas de Actividades Transversas, que prima géneros poco programados, la investigación y la experimentación, incluye entre este último Audioguías por la memoria. Paseos por lo que pasó o pudo pasar, de Producciones Kepler (AZarte, 27 de octubre y Artespacio Plotpoin, 28 de octubre). Consiste en una serie de piezas sonoras inmersivas que invitan a recorrer Madrid, buceando por los recuerdos que albergan las calles.
Del recorrido sonoro e inmersivo de Kleper el público puede pasar a otro recorrido físico por las calles de Madrid en OB-SKENA. La inversión del paisaje, un paseo performance que Fran Vélez realiza el 29 entre el parque de El Retiro y la Estación de Metro Sierra de Guadalupe.
Un tercer experimento de Transversas es Point para la fantasía (DT Espacio Escénico, 29 de octubre, y Tyl Tyl, 30 de octubre). Dos paseos acompañados por Julián Pacomio y Ángela Millano, que versan sobre la imaginación, la imitación y la memoria.
Otras obras de este ciclo indagan en la realidad actual, como hace Dismorfia, de La Tarara Teatro (Tyl Tyl 30 de octubre). Aborda las alteraciones mentales causadas por la obsesión por la apariencia física. O reivindican a las mujeres creadoras, como en Nosotras, de Narváez Arróspide (Sala Exlímite, 28, y Réplika Teatro, 29). Quienes proponen una acción-happening no escénica para reflexionar sobre esta figura y sus necesidades. La posibilidad de ser artista sin reconocimiento y la necesidad de revisar la historia del arte o dejarla como está.
En El Decálogo de La Ciudad_Sin_Nombre – Capítulo IV -Que no me entierren la voz (Sala Tarambana, 27 y 28). Arturo Belbel ha concebido una creación con voz y música en el que la voz de un poeta, víctima y testigo del transcurso del tiempo y del avance trágico de su ciudad. Lanza una alerta para remediar que nuestra realidad acabe pareciéndose a su distópica ficción.
Y en El tiempo de las cartas, Natalia Fernandes, Clara Pampyn y Jorge Sevillano llevan a la Nave 73 el día 26. Una intervención visual basada en las misivas que ambas creadoras han intercambiado desde el inicio de la pandemia. En ellas reflexionan sobre el hecho de bailar en el presente, sobre el uso del cuerpo y sus poéticas. Así como sobre sus dudas, deseos, placeres e incertidumbres.
Transversas terminará con FotoNovela, de Paz Alberta (La Juan Gallery 29 de octubre), un proyecto de fotografía, a modo de fotonovela, que relata las peripecias que afronta cualquier compañía de teatro para triunfar. Y con Mesa en abismo, de Raúl Marcos (El umbral de primavera, 29 y Teatro Tyl Tyl, 30), donde el dramaturgo aborda la idea de manipulación invitando a dos espectadores a escuchar cara a cara una historia contada en segunda persona, y a activar una instalación de objetos, recibiendo por mensaje en sus móviles instrucciones que pueden interpretar a su manera.
