El éxito arrollador de los musicales Hamilton y On Your Feet en Broadway reafirma la presencia hispana en la meca del teatro mundial.
Aunque en los escenarios de Broadway han dejado huellas un sinnúmero de estrellas latinas, no hay duda de que la historia de Alexander Hamilton, uno de los padres fundadores de Estados Unidos, y la de Gloria y Emilio Estefan, marcan un antes y un después en la exigente plaza teatral.
Hamilton, escrito y dirigido por Lin-Manuel Miranda, se inspira en la biografía de Alexander Hamilton (1755-1804). Ha sido acreedora de 11 premios Tony, un Pulitzer y un Grammy, entre otros reconocimientos.
“Los principales retos para los hispanos en Broadway son la experiencia y el acceso. Si no hay roles que interpretar, no podemos desarrollar la experiencia suficiente para asumir los papeles que tradicionalmente no serían otorgados a actores hispanos”, dijo Miranda.
“Por eso necesitamos que los escritores latinos creen nuevos trabajos y que Broadway siga diversificando sus producciones”.
Resulta curioso que tanto el musical de Miranda como el de los Estefan, cuyos personajes principales son inmigrantes, triunfen en un momento en que el tema de los indocumentados acapara la atención en las campañas presidenciales.
“El espectador se da cuenta de que [la obra de Lin-Manuel] no trata de Hamilton [uno de los próceres de Estados Unidos], sino de los latinos. Y por extensión, de todo inmigrante o extranjero que vive [en este país], con toda su energía y sueños”, escribió la periodista y escritora Gloria Waldman para El Nuevo Herald en 2015
On Your Feet, estrenado en noviembre del 2015, está basada en la vida de los Estefan. Recibió 16 nominaciones para los Tony, el Outer Critics Circle, el Drama League y el Astaire Awards.
Pero la presencia hispana en Broadway no solo se limita a las producciones de los Estefan y de Miranda. Recientemente, el actor mexicano Jaime Camil pasó invicto la prueba de fuego con el personaje Billy Flynn, uno de los protagónicos del musical Chicago.
¿Quiere decir que los hispanos llegaron para quedarse? Amén de cualquier especulación, Emilio Estefan está convencido de que Hamilton y On Your Feet marcan “un buen momento” para los hispanos en la meca del teatro.
“Sin calidad ni honestidad es muy difícil imponerse en un mercado tan exigente”, expresó el empresario desde Miami, que se enorgullece de que Lin-Manuel, como Gloria y él, estén “abriendo puertas, poquito a poquito y enseñando lo mejor que sabemos hacer”.
“Cuando nos propusieron hacer On Your Feet hace 20 años preferimos esperar, con tal de que nuestra historia no fuera tratada como un cuento de Hollywood”, recordó Estefan, quien junto con su esposa, aguardó “el momento preciso para demostrar quiénes somos, de dónde venimos, y para contar los sacrificios de los hispanos en este país y el amor que sentimos por él”.
Estefan destacó que 90% del elenco de On Your Feet es de origen hispano, algo inusual en las producciones de Broadway. En cuanto a las razones del éxito, mencionó, en primer lugar, el argumento.
“La música desempeña un papel importante en el éxito de la obra. Pero la historia de los dos niños que salieron de su tierra buscando libertad, y llegaron a un país que les abrió los brazos, es un elemento que aprecian las comunidades judías, las italianas y otros grupos”, señaló Estefan.
No exagera, el público variopinto repleta la sala, se identifica con el argumento… y baila al ritmo de Conga.
¿Cuál es el mayor reto que enfrentan los hispanos para que sean admitidos en una producción de Broadway? “Pienso que no tiene nada que ver con la nacionalidad. Más bien considero que Broadway es sumamente exigente y que para entrar a una producción, aparte del talento, se necesita mucho trabajo y perseverancia”, aseveró Ricky Martin. El cantante incursionó en la meca del teatro con Les Miserables (1996) y luego repitió la hazaña en Evita (2012).
“Hay que tener mucho valor para presentarse en vivo, noche tras noche, ante un público tan exigente como el de Broadway”, agregó Martin, tras reconocer que ambas experiencias lo fortalecieron como artista.
Al referirse a la buena racha que atraviesan los hispanos, el intérprete dijo que ser hispano “no es un obstáculo, sino todo lo contrario”.
“Hay muchos hispanos que han triunfado en Broadway. Un claro ejemplo es Lin-Manuel, que con su trabajo a través de los años, ya ha dejado una gran huella”, destacó Martin.
Desde Los Ángeles, la actriz puertorriqueña Ivonne Coll recordó que no siempre ha sido así; y que en las décadas de 1980 y 1990, los actores “blancos” y afroamericanos tenían más posibilidades de que fueran admitidos en una audición que los hispanos.
El actor Andy Señor Jr., director asociado de On Your Feet, sostiene que el triunfo de la obra “no ha sido un golpe de suerte, sino el resultado de un gran esfuerzo de Gloria y Emilio”.
“Uno de los grandes logros es que tenemos 29 actores hispanos en el elenco que hasta dicen frases en español a lo largo de la obra. Eso no se había visto antes en Broadway”, destacó Señor, que debutó en el circuito hace 20 años en Rent, con el papel de Ángel.
El artista coincidió con Estefan en que los hispanos están viviendo “un buen momento” en Broadway. Pero aclaró que, como cualquiera de sus colegas de otras nacionalidades, nada los exonera de salir a la calle todos los días a buscar oportunidades y poder vivir de su trabajo.
Según Señor, un actor que logre obtener un papel en una producción de Broadway podría ganar, como minímo, $1750 a la semana.
“Cuando estaba haciendo Chronicle of a Death Foretold (1995) todavía el panorama no era muy alentador. Recuerdo que intenté asistir a una audición de Sunset Boulevard, pero mi agente me dijo que no me ilusionara, pues existía la percepción de que los hispanos no estábamos preparados”, apuntó la actriz. “Sin embargo, el éxito de Hamilton y On Your Feetha demostrado todo lo contrario”.
Los que abrieron puertas
José Ferrer (Otelo, 1943, etc), Rita Moreno (Skydrift, 1945, etc) y Chita Rivera (Call Me Madam, 1951, etc) sobresalen entre los primeros actores hispanos que se abrieron paso en Broadway y después desarrollaron una exitosa carrera.
Andando el tiempo, la capital de los teatros tuvo en sus elencos a John Leguizamo (Freak, 1995, etc), María Conchita Alonso (El beso de la mujer araña, 1995), Marc Anthony (The Capeman, 1998), Eugenio Derbez (Latinologues, 2005) y Sofía Vergara (Chicago, 2009), entre otros.
El actor Andy Señor Jr., director asociado de On Your Feet, sostiene que el triunfo de la obra “no ha sido un golpe de suerte, sino el resultado de un gran esfuerzo de Gloria y Emilio”.
“Uno de los grandes logros es que tenemos 29 actores hispanos en el elenco que hasta dicen frases en español a lo largo de la obra. Eso no se había visto antes en Broadway”, destacó Señor, que debutó en el circuito hace 20 años en Rent, con el papel de Ángel.
El artista coincidió con Estefan en que los hispanos están viviendo “un buen momento” en Broadway. Pero aclaró que, como cualquiera de sus colegas de otras nacionalidades, nada los exonera de salir a la calle todos los días a buscar oportunidades y poder vivir de su trabajo.
Según Señor, un actor que logre obtener un papel en una producción de Broadway podría ganar, como mínimo, $1750 a la semana.
“El talento tiene que ver. Pero lo más importante es que los actores respondan a los requerimientos del personaje que los productores andan buscando”, afirmó Señor. “Si queremos ver más historias sobre hispanos en la escena de Broadway, los escritores tienen que ponerse a escribir”.
La temática hispana no ha estado ausente de los escenarios de Broadway. En la lista aparecen West Side Story (1957), El beso de la mujer araña (1993), The Capeman (1998), Latinologues (2005) e In the Heights (2008), que dio a conocer a Lin-Manuel Martínez.
El elemento comercial es clave
Pero no se trata de “coser y cantar”. Para complacer a los productores neoyorquinos no basta el atractivo de la trama, ni mucho menos, el origen de su creadores. Así lo sostiene el dramaturgo Nilo Cruz, Premio Pulitzer 2003 por Ana en el trópico.
“Para que una obra sea admitida en Broadway tiene que ser comercial”, dijo Nilo. “Los premios influyen. Sin embargo, cuando los productores reciben un proyecto lo que más les importa es el ‘gancho’ de la historia y si incluye a actores conocidos del cine o la televisión”.
El dramaturgo recordó que Ana en el trópico tuvo luz verde en el famoso circuito tras probar fuerza en Off- Broadway –“donde los trámites no son tan rigurosos”– y por contar en el reparto con Jimmy Smits y Priscilla López, “que había ganado un Tony”.
“Las críticas favorables pueden atraer la atención de los productores, pero el nombre de la estrella pesa mucho”, precisó Nilo.
Al cantante Jon Secada le favoreció considerablemente su éxito en el mundo de la música. De ahí que no tuviera que pasar por angustiosas audiciones para que los productores le asignaran el papel de Danny Zuko, el protagonista de Grease (1995).
“El hecho de ser latino no tiene que ver con que te acepten en una producción de Broadway. Lo importante es el talento y la trayectoria de cada cual”, afirmó Secada, quien recuerda su debut con “gran alegría, porque ocurrió en un momento en que no era tan común ver a un latino protagonizando una obra de Broadway”.
El cantante se aprendió el papel en pocos días y no le importó hacer las ocho funciones semanales que exigen las temporadas, “cantando en vivo”, con tal de pasar la experiencia. Y tan bien se sintió que no dudó en regresar a Broadway para interpretar al maestro de ceremonias de Cabaret (2003).
Carlos Manuel Rivera, profesor de literatura española de City University of New Yor (CUNY), no canta victoria. Pese a reconocer que Hamilton y On Your Feet están “latinizando” a Broadway, piensa que a los hispanos les queda un buen trecho por recorrer.
“Los hispanos todavía tienen que luchar contra los estereotipos, ya que históricamente han sido menospreciados por su raza, su lengua y su cultura”, afirmó Rivera, que sostiene que “la hegemonía cultural americana no entiende nuestra cultura ni profundiza en ella”.
Tal parece que así ocurrió cuando se estrenó The Capeman (1998), el musical de Paul Simon basado en la vida de Salvador Agrón, un inmigrante puertorriqueño sentenciado a muerte por ultimar a dos jóvenes blancos”.
El reparto estaba encabezado por Marc Anthony, Rubén Blandes y Ednita Nazario.
“La mayoría del elenco y del equipo era hispana, algo que no se había visto antes en Broadway”, apuntó Ednita, vía telefónica, quien recuerda que aunque la temporada terminó “a teatro lleno”, levantó “mucho polvo”.
“Mientras que los hispanos se identificaban con The Capeman, quienes la atacaban no concebían que la problemática del inmigrante se abordara desde un punto de vista neutral, lo que me hace pensar que existía un racismo solapado”, agregó la cantante.
The Capeman solo hizo 68 funciones, una cifra exigua para los estándares de Broadway.
“Pese a los ataques que recibimos, la experiencia me hizo crecer como artista y como persona”, reconoció Ednita, quien se enorgullece de haber “picado las piedras” que allanaron el camino para que en el futuro se presentaran “obras tan exitosas como In the Heights,Hamilton y On Your Feet”.