El distanciamiento social forzado por la pandemia mundial ha provocado la reinvención de la cultura, incluido el teatro. ¿El teatro streaming es teatro?
El concepto de la obra teatral, entendida como un “producto único”, en directo, ubicado en el mismo tiempo y espacio que el espectador, se reestructura en nuevas formas. Así, han surgido nuevos términos como Teatro Confinado, Teatro Virtual, Teatro Streaming, Teatro en Directo, Teatro Multicámara, entre otros. Desde luego, la plataforma Zoom ha sido una herramienta clave para el desarrollo de este nuevo concepto.
¿Cómo trasladar la experiencia teatral a una pantalla?
El Teatro de la Abadía, el colaboración con el Pavón Teatro Kamikaze, lanzaba al inicio de la cuarentena el ciclo de obras #TeatroConfinado. En este caso, en su mayoría, los proyectos respondían a monólogos interpretados con cámara fija. Esto es agua, por Israel Elejalde, Irene Escolar y su recital Leyendo a Lorca e incluso Informe Lejía, protagonizado por Luis Bermejo, han sido las obras más destacadas del proyecto, de las cuales la última destacaba por un puesta en escena ya más elaborada.
Una vez iniciada la desescalada, ante la imposibilidad de llenar aún las plateas, La Abadía se lanza al teatro streaming, a través de un teatro multicámara con su propuesta Delincuescente Eva.
Esta vez la obra se retransmitía en directo desde las mismas tablas del teatro a las pantallas de los espectadores. Una nueva iniciativa a la que también se ha sumado el Centro Dramático Nacional (trilogía LA PIRA) o los Teatros del Canal con el Festival Madrid en Danza, para el cual se vendieron entradas para el visionado streaming para compensar las pérdidas que suponía la reducción de aforo.
Más teatro virtual
Otro experimento interesante lo presenta la compañía catalana @tranpola_antzerkia. Han querido explorar este formato reinventando para la pantalla su obra No solo Yerma, ya estrenada anteriormente sobre los escenarios tradicionales.
Juegan con lo que la aplicación de videollamadas grupales “Zoom” les brinda: apagado y encendido de cámara, compartir pantalla con vídeos, sonidos envolventes, vista de todos los participantes, vista sólo del hablante, etc.
El público también participa de estos cambios. Interactúa con la obra, obedeciendo a las órdenes de una voz en off. Esta última también es protagonista de la mítica historia de Yerma, que trae consigo reflexiones sobre el la maternidad y la figura de la mujer, tan presente en la sociedad claramente implicada con el feminismo de hoy.
Sin duda, una alternativa divertida que, además de hacer pensar sobre la situación actual y futura de la relación del teatro con los nuevos formatos audiovisuales y su capacidad de transformación, es testigo de la resistencia que opone el teatro a rendirse ante la crisis actual que impide, de momento, llenar los patios de butacas.
¿Ha llegado el teatro streaming o teatro online para quedarse?