La crisis del coronavirus ha planteado nuevas estrategias de logística y comunicación para el ámbito cultural, que se ha unido a las exigencias ya hechas por el sector de la restauración para propiciar una apertura al 100% del aforo. Al contrario de lo que hace unos días indicara el Ejecutivo español, las instituciones de las artes escénicas quieren abrir al 100% pero con “todas las garantías para el público”.
Así lo ha dejado saber a El-Teatro el presidente de la Asociación de Empresarios de Locales de Teatro de Madrid y director del Teatro Marquina, Alejandro Colubi, quien indica que desde la asociación propondrán en los próximos días una apertura “con todas las seguridades técnicas que hay en el mercado”.
“Si no es al 100% nosotros no vamos a abrir, nos parece un verdadero disparate todo. Con 33% o 50% el teatro es insalvable”.
“Si pones a una persona en una butaca, y entre esta y la siguiente persona hay una o dos butacas de diferencias, estamos hablando de que esto no llega a 1 metro. De modo que si quieres hacerlo bien, tendrías que dejar tres a la derecha, tres a la izquierda, otras más atrás y adelante. Estamos hablando de cada personas necesita 35 butacas según las normas de distancia”, cuestiona Colubi. Según esta teoría, el Teatro Marquina, con un aforo total de 500, solo permitiría el acceso a 16 o 17 personas.
“Con esto no estamos supliendo nada de garantía, estamos creando áreas pequeñas en espacios cerrado y eso no es el primer procedimiento”, destaca en entrevista con El-Teatro.
En este sentido, este miércoles, la Asociación de Empresarios de Locales de Teatro de Madrid se reunirá para plantear tres soluciones con el fin de dar seguridad al público abogando por una hipotética apertura al 100% en los próximos meses.
Ozono y ultravioleta en el aire
Tal y como han planteado en los últimos días en el sector de la restauración, la asociación propone que tres horas antes de abrir las puertas del teatro, se lleve a cabo un tratamiento desinfectante que inicia con el ozono.
“Tendremos que aplicar ozono y, en paralelo el ultravioleta, que convierte el ozono en oxígeno. Estamos hablando de dispositivos de instalaciones industriales que tienen autorizaciones del propio gobierno”, afirma Colubi, quien detalla que con estas emisiones en el interior de los locales “el virus queda muerto”.
Dispositivos térmicos
El empresario ha explicado que, la segunda opción, es utilizar dispositivos térmicos que midan la temperatura del público justo en el momento de entrada a la sala. Estos aparatos se instalarían a cinco metros de altura de las puertas del teatro para calcular la temperatura corporal de cada persona.
“Al abrir la puerta, los controles de temperatura se activarán, que son unas máquinas que fotografían 32 personas por segundo. Esta información pasa a las pantallas, que indicará la temperatura de cada persona. Si alguien tiene 37,5 grados centígrados los sacaremos de las filas”, indica Colubi. A estas personas se les devolverá el dinero o se le cambiará el ticket para otro momento pertinente.
Luego de esto, el directivo ha explicado que el guía de sala u otra persona en el lobby del teatro harán una segunda verificación con un dispositivo manual.
Mascarillas, guantes y antibacterial a disposición
Colubi destaca que, en tercer lugar, como medida preventiva, la asociación propone disponer de mascarillas, guantes y gel antibacterial para que el público que no haya llevado estos elementos, pueda hacer uso de estos de forma gratuita. “Entendemos que esto representa un costo mínimo, si se hace a un nivel importante”, agrega a El-Teatro.
El empresario ha señalado que ya se encuentra en conversación con empresas que prestan estos servicios y que en los próximos días tendrán más datos y una documentación completa para enviar la propuesta a las autoridades de la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento y al Ministerio de Cultura.
Así, Colubi expone que lo ideal sería que “las 3 administraciones crearan un consorcio” tal y como se hiciera en los años ochenta, cuando Adolfo Marsillach dirigía el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM).
“En aquel entonces se pusieron a disposición lo que vendrían a ser unos 900.000 euros para renovar los teatros privados de Madrid que eran más de 30. Funcionó maravillosamente, se renovaron todos. Lo ideal sería repetir el modelo”.
-¿Estas medidas no implican un costo muy elevado de afrontar para los pequeños teatros?
-El tema de poner las mascarillas, guantes y gel no es costoso. Una mascarilla puede costar máximo 1 euro o 90 céntimos. Entre eso y el gel o guantes no llega a los 2 euros. Eso se lo podemos quitar a la entrada. Lo importante es que la sala esté llena y la gente vuelva al teatro.
-¿Y los costos de los dispositivos de ozono?
Todos somos pequeña y mediana empresa, excepto los 24 que hay en el sector público. Pero creo que los más pequeños tendrán más sencilla la situación porque sus espacios son más cómodos. Un cañón de ozono tiene una capacidad, de expulsión de 20 mil por segundo. Para un teatro como el Marquina este cañón queda corto, tendríamos que instalar 4. Es brutal. Pero un teatro de 80 personas solo necesitará uno.
-¿Incrementarán los costos de las entradas?
-Incrementar no, el precio del ticket será el mismo o incluso 10% o 15% menos.
-¿Cuán rentable será la aplicación de estas medidas?
-Hemos hablado con diferentes bancos y dicen que si las administraciones aceptan nuestro planteamiento, en el que por supuesto les daremos un listado concreto, local por local, y del coste de la instalación, adelantarán el dinero, que podrán garantizar las administraciones y que se diluyan en unos cinco años.
La realidad es que vamos a tener una situación que no es fácil. La economía va a tener un daño grande.
El teatro lamentablemente no es de consumo obligatorio, así que tenemos que hacer buenas cosas para la gente vaya. Y el miedo es lo segundo que debemos minimizar, por ejemplo, con una buena comunicación para nuestro público. Abrir las puertas para que los medios vayan y vean la aplicación de estas medidas.
-¿Qué deben hacer los gestores culturales en los próximos meses?
-La recomendación es para las autoridades. Les digo que la cultura aporta mucho dinero porque hay un turismo cultural, que viene a Madrid a ver los musicales, por ejemplo. Cuando vienen están dos o tres días. Son los propios españoles, usan hotel, comen en restaurantes y van al teatro. Ese dinero se queda en Madrid. Tienes que darles la tranquilidad de que pueden venir aquí.
Las imágenes son referenciales.
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